los árboles extienden en primavera sus ramas
sus hojas sus flores
cuánto tiempo viven: un alelí, una flor de ceibo, la dama de noche
cuánto trébol arrancó la suerte y sus cuatro hojas
el bosque calla su furor silencioso.
Los bosques aborrecen la crueldad
manos furtivas hacen morir manojos de hierba
sigo sin saber cuánto viven: una amapola, un alelí un jazmin
... lo nuestro fue breve
mortal jardín
la hija de Rappacini
inmola
Vivian Lofiego, Réquiem para lepidópteros, Huesos de Jibia, 2008.
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