Murió la pianista cubana Zenaida Manfugás. Prefirió un duro exilio ante
que una cómoda servidumbre voluntaria. Estas son las palabras de Juan
Abreu, uno de los pocos que se atreven a decir verdades sobre el paraiso
de los Castro. La Cuba que presenta difiere por cierto de la de los
Eduardo Galeano y la de los Victor Hugo de la TV pública, además de la
imagen siniestra de la izquierda norteamericana y mundial. :
Ha muerto mi querida Zenaida Manfugás. Excelsa pianista. Una mujer
orgullosa y... extraordinaria. La cultura cubana no la echará de menos.
¿La cultura cubana? No me hagan reír.
En el demonizado Miami siempre tan malo la acogieron y admiraron y allí
iba a tocar en pequeños locales y tenía buenos amigos y fieles
seguidores. Pero en la isla pavorosa de la que afortunadamente se marchó
nadie sabe quién es. Así debe ser. Los que logramos escapar ya
pertenecemos a culturas superiores y ¿qué importancia puede tener que
reconozca nuestro trabajo artístico una espeluznante horda de salvajes
imbecilizados por cincuenta años de comunismo?
Ninguna.
Es patético leer ahora que “murió sin poder regresar a su Tierra” y
zarandajas por el estilo. ¿Su Tierra? Lo mejor que le pasó a Zenaida fue
huir de su espeluznante Tierra. ¿En qué se hubiera convertido de haber
permanecido allí? ¿En Chucho Valdés? Un perro faldero un mierdecilla
rastrero es decir un chucho de los Castro. Zenaida era una gran persona y
una gran artista y cuando se es una gran persona y una gran artista no
se puede vivir en una cárcel haciendo carantoñas al carcelero y a fin de
cuentas haciendo de puta barata del carcelero que es lo que hace Chucho
Valdés. Ya va siendo hora de que los exiliados admitamos lo afortunados
que somos por ser exiliados y olvidemos toda esa ofensiva farsa de
“nuestra Tierra”.
Es verdad que daba vergüenza ver a esta artista grande y única en
hoteluchos, tocando por necesidad, mientras los abyectos lameculos de la
música cubana contemporánea ganaban premios, eran llevados y traídos
por profesoras, periodistas y críticos mal follados y se hacían famosos y
ricos gracias al fidelismo y a la siniestra izquierda norteamericana y
mundial. Pero así son las cosas, profesoras, periodistas y críticos
tienen derecho a administrar sus culos como les parece y la izquierda
norteamericana y mundial no dejará nunca de ser siniestra: hay que saber
que ese es el precio que tenemos que pagar por ser libres.
Recuerdo a la Manfugás en mi casa de Coral Gables riendo y comportándose
como lo que era, una diva, una diosa negra. Ser negra no la ayudó,
naturalmente: Cuba es uno de los países más racistas del mundo: ¿una
negra tocando a Beethoven? Já. Recuerdo sus ojos chispeantes. Recuerdo
su peluca rizada. Recuerdo perfectamente su voz en el teléfono la última
vez que hablamos, hace dos o tres semanas. Recuerdo ese gesto suyo, tan
infantil. Recuerdo la palma de sus manos.
Zenaida ha muerto en su pisito de New Jersey, pobre, ignorada, sin haber
grabado jamás un disco, es cierto. Pero ha muerto libre. Ver más
Zenaida Manfugas: Crisantemo
www.youtube.com
Sol Records and Productions Inc presenta a Zenaida Manfugas en
Crisantemo, Teatro Rocca del Colegio de Belen, Miami, USA 7/15/2007
producido por Felix Romeo
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