lunes, 12 de enero de 2015

El matrimonio de la neolengua de estado y los dihimmis criollos: Pasolini, Charlie y Don Horacio. Por Luis Thonis.

Esta es la responsabilidad de Europa, y no puede sustraerse a ella. Los “patriotas” de derechas están metiendo la cabeza en la arena cuando denuncian la inmigración como causa de los males: ni fueron violentos los musulmanes que llegaron a Europa hace dos generaciones, ni lo son los que llegan hoy. No existe un flujo de yihadistas de Siria, Marruecos o Iraq a Europa. Existe un flujo de yihadistas de Francia, Alemania, Inglaterra, España, Austria hacia Siria. Europa no importa terroristas islámicos: los exporta.

¿De qué habla Horacio González? Cada vez que hay una catástrofe que ingresa a lo mediático y sus pares dicen pavadas aparece Don Horacio: afina la guitarra y comienza su payada en barroco neoclásico. Es el moderado que legitima al fanático, el honesto que le abre la puerta a Alí Babá. Más papista que Bergloglio- al que descalificó cuando fue nombrado según la orden de arriba- se coloca por encima de los conflictos para poner paños fríos. 

Los únicos hechos que le interesan son los mediáticos y habla de tal modo que descifrar lo que dice se convierte en una labor interminable. Sigue tocando de oído al Henry Meschonnic, desconociendo las relaciones entre lo sagrado, lo religioso y lo divino que están en el centro de su obra y su rechazo del populismo. De haberlo leído se enteraría que es posthitleriano sin saberlo  y que no se trata de imágenes sino de oído, que se puede oir con los ojos como dijo Claudel. Pero su sordera es apoteótica. ¿Acaso el nacional populismo no es una versión teológica política de Carl Schmitt a la que acudió en el 2002- enero- para justificar la megadevaluación de Duhalde entre gallos y medianoche y con un golpe de estado, que no sólo fue el mayor default sino el robo mayor de toda la historia argentina y dejó miles de muertos? 

Entonces el Padrino era de izquierda, luego lo fueron los ladrones santacruceños. Su concepto de izquierda es itinerante y galtierista, no olvidemos las posiciones de cierta izquierda por Galtieri y Luder que muestran hasta qué punto le importaban los desaparecidos por la dictadura. Lo mismo que hoy el Jefe de Inteligencia de CFK sea Milani. Si Ella lo dice por algo será. 

Dice:“El islamismo, gran creación del espíritu humano, nos pone frente a la encrucijada de las imágenes. ¿Qué parte del lenguaje o del pensamiento estamos invocando cuando decimos “imagen”?” La Argentina padece una crisis de identidad que tiene afinidades con el Islam que es "integrista" por no haberse podido integrar: está al borde de la descomposición y se recompone mediante el terror expansivo mediante el cual quiere incluir a todos en una lectura literal del Libro. Para integrar al otro una cultura o un grupo tiene que contar con un principio de infinito donde lo mismo no lo colonize todo. La angustia es una ausencia de lazo y empuja a los sujetos hacia una ley definitivamente escrita de una vez y para siempre: en un caso es el pasaje del Libro al acto criminal, en el nuestro a los Chávez y a los Pablo Iglesias como si CFK ya no bastara. El mismo caso en Francia por parte de quienes hoy gritan yo soy Charlie y ayer decían "todos somos Merah", ciudadano francés de origen argelino que se educó en el salafismo en Afganistán y Pakistán y en 2012 asesinó a sangre fría a un adulto y tres niños judíos en Toulouse y siete personas en total y otras cinco heridas de gravedad. Ayer todos éramos las madres, hoy las madres comulgan con Milani. No todas. Pero es una crisis de identidad. Francia tiene el caballo de Troya dentro y parece un país demasiado burgués para despertar. Los dos discursos hegemónicos son el de la derechista Marine Le Pen y el del pro islamita Tariq Ramadan. Esto es la muerte de la política. Y cuando la política muere el nombre judío ocupa toda la escena. No es arbitrario considerar judío a Charlie como sugirió Diana Sperling. Esto da cuenta de por qué los judíos emigran. Vous n’êtes pas Charlie, vous êtes Chamberlain, podrían decir al despedirse del país en que nacieron. 

El islamismo agudiza la sordera de Don Horacio y su huída hacia adelante. Mahoma era ante todo un gran poeta: islamizó a Jonás, Jesús y María Santísma entre otros personajes bíblicos. De esta operación secundaria que se plantea como primera y su fantasma obsesivo de origen ni noticia. Para ser los primeros tienen que hacer desaparecer a judíos, cristianos y ateos como Charlie. En las catacumbas los que sobrevivan seguirán polemizando.

La guitarra suena desafinada.

Los talibanes D´Elia y Esteche exaltan a Hezbollah- responsable del atentado a la AMIA- que hace tiempo Estados Unidos tendría que haber volado del mapa. Irán se propone salvar a Venezuela de la catástrofe económica como antes Venezuela a Cuba. Irán pisa fuerte en Venezuela y Evo Morales se ha declarado talibán. 

D´Elia y Esteche ya hablan como dihimmis conversos y traidores a la patria: si los castristas no nos dieron tres vietnam, los nazislamitas son la vanguardia actual. Pueden causar muchos Saigones. Don Horacio obnubilado por las imágenes ni si quiera se escucha hablar mientras se cocina el milagro infame. 

Charlie me recuerda a Pasolini. 

Su ejecución fue un veredicto implícito de toda la sociedad. Molestaba. Incluso de la izquierda cuando condenó la invasión a Checoslovaquia diciendo que Fidel Castro era fascista. Fue en el momento que el estanilismo era una religión. Horacio González no escuchó a Pasolini y siguió la línea de los intelectuales argentinos de la inmunidad revolucionaria a Castro que nunca “violó derechos humanos” y culminó en el degradado nacional populismo actual.

Jamás rompió con el estanilismo: cero crítica a Castro, adhesión al chavismo, que vivan Putin y los chinos pese a Chechenia y el Tibet. Nunca hubo una manifestación para las decenas de miles de víctimas del régimen cubano a causa del terrorismo de estado ni el menor interés porque en la isla de espanto que describe Juan Abreu haya libertades elementales, de expresión entre ellas. Las voces de los escritores cubanos disidentes fueron silenciadas y difamadas hasta el hartazgo. El primero fue Cabrera Infante al que Tomás Eloy Martínez publicó un reportaje en Primera Plana en octubre de 1965 que acaba de recordar Rogelio Villareal que fue demonizado por esa generación de irresponsables ideólogos sesentistas a la que pertenece Horacio González que le dijo a la generación siguiente: animémosnos y vayan…no importa si no saben manejar las armas, la voluntad es todo. Lo siguieron repitiendo durante todos los ochenta pese a la llegada de la democracia como un evangelio que venía desde los tiempos de la Feria del Libro y de Galtieri. Después hicieron sueños compartidos con la sangre subsidiada. Y tienen todavía un tono de superioridad moral, hasta el aire sermonean. En Cuba no hay corpo mediática. Bárbaro. Tampoco fondos buitres para inventar su desopilante “plusvalía jurídica” que puede llegar a identificar una sentencia judicial a un performativo, un disparate a lo Capitanich.

Si todavía no escuchó a Pasolini menos puede entender a Charlie que prefería luchar contra los nazislamitas a vivir de rodillas retornando el humor a su origen diabólico y blasfemo ante el avance de lo teológico político. Es esa singularidad política de que hay que tratar y no hablar de camellos. Charlie era lo más vivo que quedaba de Mayo 68, reflejaba, decía "todos los componentes de la izquierda plural, incluso de los abstencionistas", los otros se volvieron gestores de empresas o eurodiputados. Lo dijo cuando recibió la fatwa integrista. No era integrable al Templo.

Horacio González pasa por alto que Roberd Redeker de los Tiempos modernos- la revista que fundó Sartre, ayer un ídolo que ahora critica porque tuvo el tupé de escribir Reflexiones sobre la cuestión judía- tiene que vivir escondido porque se atrevió a criticar al Islam integrista. En Mayo 68 el "pueblo palestino" todavía no existía: no hay una sola pancarta que critique a Israel y nombre a esos jordanos que fueron reciclados en palestinos. 

Pasolini es asesinado cuando despunta el castrotercermundismo, los redactores de Charlie y cuando el nazislamismo alcanza el colmo de su viva la muerte. Son hechos y no imágenes. Pero la sordera ha colonizado al papado popular.

El gobierno dejó sólo a Charlie Hebdo que había sido atacado con bombas molotov cuando se involucró en la controversia sobre las caricaturas de Mahoma en 2006 y había recibido una fatwa de Alquaeda que sigue sin existir para González y los ideólogos oficialistas. No aliento la islamofobia, sólo digo que los musulmanes deben atenerse a las leyes de Francia y compruebo que los que están emigrando no son ellos sino los judíos para los que Francia se volvió irrespirable. Que un asesino de masa como Abbas, haya estado en la primera fila de la manifestación con Hollande es toda una “imagen” de quien asesinaría a los charlies habida cuenta de la “libertad” de prensa que hay en Palestina. También estuvo presente el rey de Jordania que una semana antes había flagelado a bloggeros en la plaza pública. A Francia los atentados parecen no haberle bastado. Quiere más. El humor o la muerte, decía el valiente Sthépane. El viva la muerte se sigue socializando y no son pocos que no sólo no son Carlie sino que admiran a Merah.

Don Horacio piensa el mundo en término ideológicos de derecha- mala- e izquierda, siempre buena y santísima. Pero eso mismo probaría que el integrismo islámico es la ideología más ultraderechista que existe sobre la tierra. A su vez reduce todo a cuestiones de imágenes. Imágenes hay para tirar por el techo. Pero no todo es imagen. Hay informaciones falsas. Para él las víctimas serían  las modernas víctimas de la lucha por las imágenes (la representación icónica de Mahoma, en términos caricaturesco, satírico o meramente austero)” Es cierto que la imagen es capital para el Islam. ¿Pero de qué lado está Don Horacio? El enemigo jurado del nacional populismo es el mismo de Hitler y los nazislamitas: el capitalismo liberal que no es perfecto pero que respeta las libertades elementales y propone que los pueblos se dediquen no a la guerra sino al comercio. Nazis, comunistas e integristas islámicos no aceptan que la Ley esté dividida ni que el sujeto sea efecto de una división. Y son demasiado cuadrados para entenderlo.

Charlie Hedbo no luchaba por las imágenes porque ya era un derecho logrado en una democracia donde no existe una ley contra la blasfemia ni lo que Borges llama el arte de injuriar. Es ese Borges el que tendría que haber citado. Pone a la misma altura a los dibujates que a los autores de la masacre, algo curioso en alguien que escribió un libro sobre la sátira que abandonó por sermones cuando llegó la hora populista. Pero ya hubo atentados en Francia sin que nadie dibujase a Mahoma en sinagogas y a peatones y nuevamete hoy se atento contra otra en Sarcelles como anteriormene. Ahí vive una comunidad sefaradí.  ¿Los que rezaban hacían dibujitos contra Mahoma? Y  la guerra contra las libertades de occidente- precisemos- viene de lejos y el principal enemigo son los idiotas útiles Horacio González ya habla en criollo la lengua dihimmi que ve al malvado capitalismo el origen del integrismo islámico como antes se lo culpaba de los más de veinte millones de asesinados por la presión que se ejercía sobre Stalin, considerado padre de los pueblos por la izquierda por décadas. En el año 2014 en Nigeria se asesinaron 1631 cristianos por orden de Alá, como refiere el líder de Boko Haram. Ni el capitalismo ni Israel ni Roca ni Clarin tienen algo que ver con esto.

Ese ataque a Clarlie es parte de una guerra que quiere encubrir como antes los crímenes de Castro o la megacorrupción de los K.

Don Horacio dotó a la “multitud” del que se vayan todos del decisionismo de Schmitt en enero del 2002 y todos volvieron. Léase su artículo La multitud creadora. No fue el único por cierto. Fui el único que dijo: los K no plantean problemas ideológicos sino penales. Mil veces repetido, nunca oído. No existe la memoria en este país.

La imagen no occidental de la Argentina se la puede ver en los niños de Chaco y Formosa o en la entrega de las víctimas a los ayatolas de la muerte de Irán que son el colmo de lo teológico político y debería provocarle un mínimo de pudor porque ningún estado ha caído tan bajo. ¿Los tantos bustos de Evita en la Biblioteca son una lucha de las imágenes contra occidente? A los aborígenes que no son occidentales se les ha despojado de su propiedad privada, violando todas las leyes de protección y convertido en esclavos de los punteros: entre 2007 y 2015 fueron asesinados más de 25 integrantes de la  comunidad qom, compuesta aproximadamente por 60 habitantes.

Es un gran triunfo de la esclavitud contra el capitalismo que las provincias sean feudos gobernadas por caudillos corruptos desde hace más de treinta años que llevan a la pobreza y la indigencia. A menos derechos de propiedad menos autonomía y más rehenes. Sólo importan cuando alcanzan difusión mediática, entonces le duele como el caso Boudou. No le duele que las provincias sean feudos gobernadas por caudillos populistas desde hace treinta años que son permanentemente reelegidos. Ni que se gasten millones en estatuas de Néstor y el otro Néstor, el quom muera por desnutrición.  Las estatuas de Néstor son un monumento a un país nepotista Potemkim.  

El gobierno y sus medios, Página 12 entre ellos son a nivel global cómplices de la ultraderecha musulmana que supera a todas las derechas occidentales y es enemiga del mundo libre. Nunca he visto que hayan dado voz a quienes padecieron el infierno islamita desde dentro como la valiente somalí Hirsi Ali- la que escribió el libreto de la película de Theo Van Gogh- tuvo que refugiarse en Estados Unidos- sobre la opresión de las mujeres musulmanas al que asesinaron- y a  otros tantos exiliados que recuerdan a los que escaparon de los campos nazis o soviéticos. Las críticas al capitalismo de los populistas parecen párrafos citados de Mein Kampf más que de Marx.

Ignoran las palabras iniciales de la cuarta guerra mundial que se expande hoy por todos los mundos y tiene la forma del asesinato masivo de los civiles indefensos:
“Cruzaré sus mares e islas y los perseguiré hasta que no quede una sola persona en la faz de la tierra que no reconozca a Aláh”.
Ayatola Ruhollah Komeini, 1979.

Horacio González se muestra preocupado por las imágenes y por la derechización de Europa donde el nombre judío une los espantos. La derechización se produce porque la izquierda no rompió definitivamente con el estanilismo como lo había hecho Charlie Hebdo, justamente el medio siniestrado. 

Después hace una ensalada entre  Goethe, Max Weber, Antonio Gramsci, Gibbon, Aby Warburg, Lezama Lima, Derrida, Foucault y Edward Said que ni Moisés, Cristo ni Mahoma juntos entienden. Me quedo con el viejo Alfonso Reyes que decía que Oriente era una invención de Occidente mucho mejor que el mitómano. Nunca diría que los nazislamitas son una invención de occidente como nuestra vanguardia servil, absolviendo de un trazo la crisis que atraviesa el Islam. De hecho las grandes matanzas se producen entre musulmanes, son millones los que se han masacrado en Sudán, la guerra entre Irán e Irak y hoy en Siria. Pero si islamita mata islamita no viola derechos humanos, sólo si judío o cristiano matan musulmán.  Edward Said donde todo es pintoresco, los petrodólares y los chicos malos no existen. Por eso no repara en la vanguardia nazislamita: en la existencia de Hamás, Hezbollah, Al Qaeda, Boko Haram, el Estado Islámico y mucho menos las redes de financiamiento de estados canallas como Irán, Qatar y Turquía que aportan millones de petrodólares. Horacio Gonzalez no es Charlie sino Chamberlain, Critica los ataques de Francia a Libia, Mali y al Estado Islámico que no tienen nada que ver entre sí. Pone a la misma altura a los asesinos de masa que a quienes tratan de impedir que tomen pueblos y ciudades.

Lo de Libia fue una estrategia del incompetente Obama: derribó a Kadafi, un dictador sangriento, pero sólo para entregarle pasivamente el país a los nazislamitas. Lo mismo hizo en Siria e Iraq y piensa retirar las tropas de Afganistán, lo que significa entregarle el país a los talibanes que no se cansan de hacer asesinatos masivos.  Si no se para a los nazislamitas en Mali aliados a los tuareg o en Iraq al Estado Islámico- otro efecto de la incompetencia de Obama- seguirán avanzando: ellos no sólo son imperialistas sino que practican la limpieza étnica sistemáticamente y quieren imponer un Califato global. Horacio Gonzales es un mariscal dihimmi: ha perdido todas las batallas antes de haberlas peleado y sólo le queda encontrar conexiones entre el General y Mahoma para que no le corten la cabeza.

Al repetir el chip setentista del antimperialismo realiza el matrimonio entre la neolengua de estado K y los dihimmis occidentales. Estafa a gente que a su vez quiere ser estafada y pide a gritos que le mientan. Los estanilistas por default están preocupados: se preguntan qué partido sacará el Pentágono. Ya se nombran como dihimis al decir aferrados al líquido kgk Bauman “lo que los infieles llamamos terrorismo islámico”. Ya se consideran infieles al Templo. El integrismo es sólo una expresión nominal. Nada más. Temen al Pentágono pero no se enteraron que en la Casa blanca está Obama que ha favorecido un Gran Jihadistán. 

Inventan oposiciones irrisorias para seguir probando que la contradicción es entre la derecha y la izquierda- ellos mismos, los buenos- entre el capitalismo malo y los socialismos que no existen salvo en bonitas sociedades como Cuba y Venezuela, Zimbabue o Corea del Norte y no entre el integrismo islamita y las sociedades liberales donde sólo puede existir un medio como Charlie Hebdo. Ignoran todavía en que en las democracias liberales existen derechas e izquierdas, no un solo Partido.

La vanguardia ha alcanzado ese punto de descerebramiento. A ese público Don Horacio le entona sus payadas rebuscadas mientras adhiere a un estado que está muy por debajo de él por el pacto con Irán que entregó las víctimas a los victimarios. Esto le quita toda autoridad ética para criticar a otros estados al intelectual o charlatán K que siempre es buenista y quiere la paz. Lo contrario de Charlie que prefería morir a vivir de rodillas. Es acrítico con sus amigos de 6,7,8, que han llegado a la apoteosis hablando de autoatentado. Ni la previa masacre de Tolouse ni Mohamed Merah existen.

Si los franceses fueron nazis que hicieron la del Reichstag, qué sería Alquaeda? ¿Nacional y popular como ya lo es para D´Elia y Esteche el Hezbollah y con lo cuales Don Horacio no se mete?  Ni Alquaeda ni el Heabollah y afines, ni los niños desnutridos del Chaco y Formosa ni nada que no pueda ser hablado por su neolengua existen y la habitual cita  de Borges funciona como una limosna cultural para la orfandad de un mundo de infantes encantados de canalladas.  

El totalitarismo necesita mártires. Si no los tiene los inventa como el caso Guevara del que Don Horacio daba clases sin decir que era todo lo contrario de su leyenda. Las sociedades libres no necesitan mártires. Stéphane Charbonnier sabía que era un blanco como Theo Van Gogh y lo asumió con una sonrisa entre los labios. Su viuda llama a hipócritas a muchos que dicen soy Charlie y lo define como un soldado de la libertad. Con no mentir artera y sistemáticamente basta para ser un héroe en un mundo de cobardes. Su vida prueba que los franceses son rehenes de los nazislamitas y la civilización de Dante, Montesquieu y de Shakespeare está bajo amenaza.

Don Horacio es un dihimmi sin saberlo para parafrasear a Meshonnic.Tal vez cuando Francia se digne a abandonar los " territorios ocupados" y se deje sustituir venga la tan deseada paz que el valeroso  Sthépane se negó a firmar.

Me hago mi propia imagen de crudo desencanto: A Horacio González le duele más Boudou que las víctimas de Charlie Hebdo y cuatro judíos más que no existen en su ombliguista payada.

Tal vez reserve sus lágrimas verdaderas cuando se anuncie oficialmente la muerte del intocable Fidel Castro.

 

 

 

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