Da
risa que un gobierno que cuenta entre sus alfiles a Timerman que editaba el
diario videlista La Tarde, a Alejandro Horowicz que le escribía editoriales a
Massera, con consejeros que integraron Guardia de Hierro como Juan Carlos
Mazzón, operador de Manzano durante el menemismo, además de apoyar gobernadores
criminales como Insfrán, zares ladrones como Alperovich o los
Corpacci y con el mimado Gerardo Martínez de la OUOCRA- acusado de más de cien
desapariciones- haya difamado a Bergoglio por haber entregado a dos curas que aparecieron luego de haber sido torturados y que como
Yorio hablaron en su favor. A los que se suma un Sergio Uribarry en Entre Ríos
donde las boletas de tasas municipales aparecen con la consigna- no desmentida
hasta ahora por el gobierno:- ¡Haga patria, mate un judío!
Como
dice Julio Bárbaro, que sufrió un secuestro bajo la dictadura, la lupa que
quisieron poner en Francisco I se volverá contra ellos ya que no sólo se
enriquecieron con la ley de Martínez de Hoz con Alicia Kirchner como
funcionaria de la dictadura- y son, lejos, los gobernantes más ladrones que
conoció nuestra historia
A Francisco no podrán comprarlo como hicieron con Oyarbide o Verbitsky quien 2003 los acusaba de ladrones- por la privatización de YPF en la que desaparecieron seiscientos millones de dólares- o Víctor Hugo Morales- que una semana antes de que obrara la billetera se preguntaba por su patrimonio- y a los que voces silenciadas de Santa Cruz acusan de haber entregado compañeros, lo que probaría su silencio en toda la época de la democracia cuando representaron al PJ menemista y la entrega de las víctimas de la AMIA a los ayatolas de la muerte.
Vertitsky ve ahora como patriota al converso José Luis Manzano. Así funciona la Mafia. Los que lucharon por los derechos humanos, Adolfo Pérez Esquivel, el obispo Hessayne y Fernández Meijide- que integró desde el vamos la CONAPEP, mientras que a los K ni se los vio- negaron el colaboracionismo de Bergoglio con la dictadura. Bergoglio ya compareció ante la justicia ante los jueces Germán Castelli, Daniel Obligado y Ricardo Farías, miembros del Tribunal Oral Federal Nº 5 que entendía en la causa ESMA y tuvieron duras sentencias para varios acusados. Esto recuerda el caso Irán: ahora Ricardo Forster tiene “dudas” que el atentado a la Amia no está definitivamente probado, también el actual ataque a la Corte: ahora Ricardo Lorenzetti, está en la mira de quienes quieren tener a la instancia última del estado de derecho en la declaración jurada. No se ha podido achacar al actual Papa un sólo caso de corrupción, en los que los multimillonarios funcionarios K compiten haciendo patria.
A Francisco no podrán comprarlo como hicieron con Oyarbide o Verbitsky quien 2003 los acusaba de ladrones- por la privatización de YPF en la que desaparecieron seiscientos millones de dólares- o Víctor Hugo Morales- que una semana antes de que obrara la billetera se preguntaba por su patrimonio- y a los que voces silenciadas de Santa Cruz acusan de haber entregado compañeros, lo que probaría su silencio en toda la época de la democracia cuando representaron al PJ menemista y la entrega de las víctimas de la AMIA a los ayatolas de la muerte.
Vertitsky ve ahora como patriota al converso José Luis Manzano. Así funciona la Mafia. Los que lucharon por los derechos humanos, Adolfo Pérez Esquivel, el obispo Hessayne y Fernández Meijide- que integró desde el vamos la CONAPEP, mientras que a los K ni se los vio- negaron el colaboracionismo de Bergoglio con la dictadura. Bergoglio ya compareció ante la justicia ante los jueces Germán Castelli, Daniel Obligado y Ricardo Farías, miembros del Tribunal Oral Federal Nº 5 que entendía en la causa ESMA y tuvieron duras sentencias para varios acusados. Esto recuerda el caso Irán: ahora Ricardo Forster tiene “dudas” que el atentado a la Amia no está definitivamente probado, también el actual ataque a la Corte: ahora Ricardo Lorenzetti, está en la mira de quienes quieren tener a la instancia última del estado de derecho en la declaración jurada. No se ha podido achacar al actual Papa un sólo caso de corrupción, en los que los multimillonarios funcionarios K compiten haciendo patria.
Ahora ha habido un giro de ciento ochenta grados por orden de Cristina: D´Elía, La Cámpora y Página 12 luego de difamar de pies a cabeza a Bergoglio lo elogian. Ahora ya no es Bergolio sino Francisco I, un Papa nacional y popular. Se equivocan: si algo no tolera un jesuita es la corrupción, la orden se caracteriza por separar a quienes la practican, por algo el Rey de España los expulsó de Misiones, luego de lo cual el indio quedó en indefensión para que los Insfrán hicieran de las suyas. En política no son nada ingenuos y pueden darse la mano con el mejor Maquiavelo. Franciso I va a depurar el Vaticano, para eso fue nombrado en el cónclave, pero no va a ser indiferente sobre la corrupción en la Argentina sobre la que se refirió hablando de la impunidad del gobierno: nunca se sabe quién fue, recuerdo que dijo.
Es el fin del nacional populismo en su última etapa, el cristinismo, y el retorno de un peronismo más tolerante que se caracteriza siempre por reaparecer bajo nuevas vestimentas.Scioli no es por asomo un santo de mi devoción pero es más peronista que nacional populista que apunta a "ir por todo" y devastar lo que queda de República.
Es el fin del nacional populismo en su última etapa, el cristinismo, y el retorno de un peronismo más tolerante que se caracteriza siempre por reaparecer bajo nuevas vestimentas.Scioli no es por asomo un santo de mi devoción pero es más peronista que nacional populista que apunta a "ir por todo" y devastar lo que queda de República.
Lo que más interesa a mi entender en el efecto Vaticano es que se vuelve casi imposible el intento de la re relección reclamada en coro por los gobernadores sometidos al mejor estilo de los que pedían de rodillas a Rosas que no renunciara y le renovaban las facultades extraordinarias.
La aguda Susana Viau comenta que Cristina vivió como una afrenta personal la elección del Papa, amigo personal de Scioli y que tiene diálogo con Carrió y una franja ancha de la oposición. Vio el principio del fin, como si se realizara la premonición de El, Néstor, que vio en Bergoglio "el principal opositor". Al no haber leído a Dickens y menos a Tácito, este cachivache intelectual no captó que había ocurrido el acontecimiento más extraordinario de la historia argentina. Como ella no estaba en el centro lo consideró indignte pero también superfluo. Ya era tarde cuando se dio cuenta, sus clones habían bajado ya la línea marxista puerto maderista. Mariotto fue el único coherente. Pero nadie advirtió que el Papa tiene un poder simbólico superior al ejército norteamericano y el de Israel juntos y eso va a incidir en el futuro político.
Cuando se dieron cuenta el papelón internacional ya era evidente.
El nacional populismo ha mostrado otra vez su dimensión pornográfica al girar ciento ochenta grados en su discurso. Su poder de consenso se basaba en discusos performativos y en símbolos y a un jesuita en eso no hay quien le gane. Lo propio de la lógica jesuítica no es banalizar el mal como lo hacen los pequeños Echimann fel nacional populismo sino tratar el mal por el mal mismo. Recuerdo que un mes antes de la La Tablada, I988, apliqué ese método en un ensayo donde prefiguro los hechos con un mes de anticipación, basta leer los discusos que cito. Desde entonces me convertí en el enemigo número uno de los zombi intelectuales progresistas y el escritor más censurado de todas las épocas por poner de manifiesto a los que todavía mandaban a la gente al frente desde las cátedras en plena democracia en coexistencia con los carapintadas. Después de los hechos sangrientos los maestros cantores aparecieron dando clases de Guevara en las universidades del Norte. A Horacio González no le hubiera venido "mal" pensar en esta historia, que está tocando el fondo de esa banalidad de tartufos y no creer en lo que piensa en vez de citar la obra de Lugones sobre los jesuitas para reacomodarse. Y a todos enterarse que la Argentina es el país del falso sacrificio, sea la guerra interperonista de 1973-1976, sea Videla, la Plaza de Galtieri, sea esta década más extraviada que ganada donde el fetichismo y la idolatría alcanzan su máxima apoteosis al presentar a unos cuantos esperpentos cuyo único mérito es comprar a quien sea en héroes de una épica otra vez suicida.
Nunca tendrán mi alma, escribió James Joyce, educado por los jesuitas, ante el trasnochado nacional populismo irlandés.
A medida que va mermando la imagen de Cristina, la desesperación aumenta en las filas oficialistas. Se viene una época de sorda violencia, la Cámpora distribuye en las villas las armas entregadas de buena fe al Renard, desde Jujuy al conurbano vayan a Zavaleta, Barracas, ya no es el lugar que Bergoglio visitaba, comprueben con sus propios ojos. Los próximos meses abundarán en hechos programados y violentos con el objetivo de lograr la renuncia de Scioli- no les queda otra-, lo vaticina el ataque que hicieron en Sarmiento a un intendente no K, aprovechando la protesta por un crimen.
La aguda Susana Viau comenta que Cristina vivió como una afrenta personal la elección del Papa, amigo personal de Scioli y que tiene diálogo con Carrió y una franja ancha de la oposición. Vio el principio del fin, como si se realizara la premonición de El, Néstor, que vio en Bergoglio "el principal opositor". Al no haber leído a Dickens y menos a Tácito, este cachivache intelectual no captó que había ocurrido el acontecimiento más extraordinario de la historia argentina. Como ella no estaba en el centro lo consideró indignte pero también superfluo. Ya era tarde cuando se dio cuenta, sus clones habían bajado ya la línea marxista puerto maderista. Mariotto fue el único coherente. Pero nadie advirtió que el Papa tiene un poder simbólico superior al ejército norteamericano y el de Israel juntos y eso va a incidir en el futuro político.
Cuando se dieron cuenta el papelón internacional ya era evidente.
El nacional populismo ha mostrado otra vez su dimensión pornográfica al girar ciento ochenta grados en su discurso. Su poder de consenso se basaba en discusos performativos y en símbolos y a un jesuita en eso no hay quien le gane. Lo propio de la lógica jesuítica no es banalizar el mal como lo hacen los pequeños Echimann fel nacional populismo sino tratar el mal por el mal mismo. Recuerdo que un mes antes de la La Tablada, I988, apliqué ese método en un ensayo donde prefiguro los hechos con un mes de anticipación, basta leer los discusos que cito. Desde entonces me convertí en el enemigo número uno de los zombi intelectuales progresistas y el escritor más censurado de todas las épocas por poner de manifiesto a los que todavía mandaban a la gente al frente desde las cátedras en plena democracia en coexistencia con los carapintadas. Después de los hechos sangrientos los maestros cantores aparecieron dando clases de Guevara en las universidades del Norte. A Horacio González no le hubiera venido "mal" pensar en esta historia, que está tocando el fondo de esa banalidad de tartufos y no creer en lo que piensa en vez de citar la obra de Lugones sobre los jesuitas para reacomodarse. Y a todos enterarse que la Argentina es el país del falso sacrificio, sea la guerra interperonista de 1973-1976, sea Videla, la Plaza de Galtieri, sea esta década más extraviada que ganada donde el fetichismo y la idolatría alcanzan su máxima apoteosis al presentar a unos cuantos esperpentos cuyo único mérito es comprar a quien sea en héroes de una épica otra vez suicida.
Nunca tendrán mi alma, escribió James Joyce, educado por los jesuitas, ante el trasnochado nacional populismo irlandés.
A medida que va mermando la imagen de Cristina, la desesperación aumenta en las filas oficialistas. Se viene una época de sorda violencia, la Cámpora distribuye en las villas las armas entregadas de buena fe al Renard, desde Jujuy al conurbano vayan a Zavaleta, Barracas, ya no es el lugar que Bergoglio visitaba, comprueben con sus propios ojos. Los próximos meses abundarán en hechos programados y violentos con el objetivo de lograr la renuncia de Scioli- no les queda otra-, lo vaticina el ataque que hicieron en Sarmiento a un intendente no K, aprovechando la protesta por un crimen.
No
estamos ya en 1975 para volver al asesinato político, algo que se palpita cuando el
megalómano Juan Pablo Feimann quiere convencernos que Rucci murió de un resfrío
y Mor Roig y centenares de tantos otros de catarros.
Me
parece que el efecto Vaticano logró lo que la oposición no pudo, poner coto a esta
casta de ladrones que quiere perpetuarse en el poder indefinidamente para
evitar Devoto.
Vi un
video donde Bergoglio hablando con una señoras católicas que ayudaban a la
Iglesia les hablaba acerca de lo jodido que es el trabajo en negro cuando una
de pronto le dice: yo quiero que mi mucama esté sana, no quiero que vaya a
buscar afuera. Bergoglio quedó muy impresionado, no tuvo pelos en la lengua para contarlo: la
mucama no sólo estaba en negro sino que cumplía funciones de servicio sexual y
para ella era algo natural.
Fachada ideológica aparte, los K, se parecen bastante a esta señora en la compra de voluntades que va de políticos a jueces y provincias enteras. A diferencia de Mujica y Rouseff que fueron guerrilleros de
veras y no sacaron tajada de eso inoculando todo el odio subvencionado que pudieron como los
furiosos conversos K, aprovecharon los precios internacionales que hicieron crecer como nunca en la historia a toda la región, hicieron reformas liberales caer en
un trucho discurso épico que nos coloca delante de una megadevaluación mientras los intelectuales de la servidumbre alientan el más bajo romanticismo que alcanza el colmo de la abyección al negociar las víctimas con Irán y ser un
país afín a las peores dictaduras.
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