Detrás de Hezbollah
Por Emilio Cárdenas
El 18 de julio pasado, un cruento atentado con explosivos fue perpetrado en la ciudad
de Burgas, en Bulgaria. El blanco fue un ómnibus que llevaba a ese balneario a
turistas israelíes. El resultado del ataque fue un tendal de víctimas civiles
inocentes. Cinco muertos y un centenar de heridos, algunos de magnitud. Uno de
los autores del atentado -perpetrado por control remoto- que deambulaba envuelto
en un cinturón con explosivos, también perdió la vida.
Desde entonces, las autoridades búlgaras han
estado investigando intensamente el caso contando para ello con la ayuda de
expertos forenses norteamericanos e israelíes. Han llegado ahora a una
conclusión pública final, que estiman razonablemente probada: el responsable del
atentado es, una vez más, el brazo armado del movimiento shiita libanés
Hezbollah, controlado, financiado -y armado- por Irán desde su nacimiento mismo,
en 1982. Ese disciplinado movimiento, recordemos, controla firmemente buena
parte de la ciudad de Beirut, así como el llamado Valle de Bekaa, en el sur del
Líbano.
En este caso en particular se habría utilizado
por lo menos a dos militantes de Hezbollah. Uno, de doble nacionalidad,
libanés-canadiense. Otro, presuntamente con residencia en Australia. Este último
fue presumiblemente el experto en el manejo de explosivos y el responsable
directo principal de lo sucedido. Ambos llevaban pasaportes falsificados que les
habían sido suministrados en el Líbano.
La participación de Hezbollah en el atentado de
Burgas la acaba de anunciar formalmente el propio Ministro del Interior de
Bulgaria, Tsvetan Tsvetanov, aunque sin mencionar expresamente la íntima
conexión de ese movimiento con Irán, que por otra parte es ampliamente
conocida.
Los turistas israelíes, cabe señalar, suelen
concurrir a los balnearios búlgaros del Mar Negro por su belleza y proximidad.
Pese a que la seguridad -y el sistema judicial- en ese país se tienen por menos
eficientes que en el resto de la Unión Europea. Por esto, quizás, la elección
por parte de los terroristas de Hezbollah de un blanco emplazado en el
territorio de Bulgaria.
Hezbollah, como siempre, sostuvo que nada,
absolutamente nada, tiene que ver con el tema. Irán, obviamente, no se da por
aludida. Pero se conoce la participación de los milicianos de Hezbollah en otros
atentados terroristas similares cometidos en lugares tan diversos como Georgia,
Tailandia, Turquía y Arabia Saudita.
Además de la documentación que fuera falsificada,
algunas comunicaciones internas de Hezbollah interceptadas en su momento
abonaron la tesis de que -detrás de lo sucedido- está efectivamente el brazo
armado de Hezbollah.
La consecuencia inmediata de la reciente
declaración búlgara sobre lo sucedido en Burgas podría ser que la Unión Europea
sancione ahora -con rigor- a Hezbollah y a sus miembros y representantes. Lo que
hasta ahora no ha sucedido.
El anuncio del gobierno búlgaro en el sentido de
que Hezbollah estuvo efectivamente detrás del atentado de Burgas llega en un
momento bien particular para los argentinos, cuando la investigación de lo
sucedido en el ataque contra la AMIA -donde también se
sospecha que pudo haber existido una participación de Hezbollah- acaba de ser
objeto de un acuerdo entre nuestro país e Irán.
El mensaje que se desprende del drama que
representan estos atentados es siempre el mismo. Cuidado, más allá de las
cortinas de humo y detrás de Hezbollah está siempre el régimen teocrático de
Irán, que sigue siendo el gran exportador de terrorismo en el mundo entero y,
por ende, el responsable real de estos tristes y reiterados
episodios..
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