A diferencia de la mayoria de la oposición, Pilar Rahola apoyó decididamente a Néstor Kirchner cuando pidió que Irán entregara a los funcionarios implicados en el atentado a la Amia en la ONU. Aquí, por el contrario, con la excepción de López Murphy, hubo una indiferencia y un oportunismo calculado. La misma indiferencia que cuando Argentina apoyó a Al Baschir, máximo genocida del siglo XXI, ante el pedido de captura de Moreno Ocampo en marzo de 2009 en nombre de la Corte enal Internacional. Escribí al respecto en Libros Peligrosos- el blog anterior. Chávez calificó la orden de detención como "adefesio jurídico". Al Bashir está en las mejores relaciones con Haniyed de Hamas y con Irán: ahí estaba el huevo de la serpiente que muchos progres se tienen que comer sin poder escupirlo. Las víctimas llegaron a 400000 mil y tres millones de deportados que fueron a morir al desierto porque al Baschir prohibió a las ONG. Al Baschir ya había incurrido en crímenes de masa en la década anterior y tuvo el apoyo de mitómanos como Noam Chomsky y Edward Said aunque asesinara a etnias musulmanas. Cualquier intento de hablar de eso era rechazado, los filosetafadores- Agamben, Vattimo, Galeano, Badiou, Jhon Berger- predominaban en los medios culturales donde tienen el prestigio de los que en otros tiempos silenciaban los gulags. Agamben decía que Estados Unidos llevaba una guerra imperialista contra un mundo arabo musulman "inocente", veía en las democracias estados de excepción pero no decía una palabras sobre Irán, Sudán o Corea del Norte. Vattimo afirmaba que el derecho internacional estaba dominado por Estados Unidos como si predominara en Dafour o el Tibet donde China hace permanentes masacres. Un mapa para un jardín de infantes desmentidos por pocos, Pilar Rahola entre ellos. Predominaba el antiamericanismo y iba creciendo el antisemitismo. Rodolfo Fogwill, último prototipo del clown posmoderno, líder de los zombi escritores, ante el pedido enérgico de Kirchner dijo que había que dejar en paz a los iraníes, que tenían una cultura milenaria y colorin colorado, viviríamos en un perpetuo jardín de infantes como ratas aterrorizadas: las víctimas nunca importaron y no es extraño que hoy se las negocie. Hubo una negación sistemática de la existencia del integrismo islámico y se optó, comenzando por Carrió, por demonizar a Bush, descrito como el Hombre de la Bolsa y los escritores argentinos firmaron un manifiesto vergonzante con Beatriz Sarlo a la cabeza acusando a Israel de "genocida" sin decir una palabra de Irán, Hezbolá y Hamas. Hoy muchos funcionarios de la servidumbre voluntaria y tartufos humanistas se rasgan las vestidura: la política en la Argentina llega siempre tarde según los dictados del Dios Espectáculo al cual Pilar Rahola nunca pidió permiso para decir tres verdades que nadie quiso ni quiere escuchar. Falta una: analizar el crecimiento de Irán y la Jihad planetaria- se multiplican los atentados- respecto a la política pasiva de Obama. LT
Se llama Pilar Rahola y no criminaliza a Israel. No es
antiamericana aunque no le gusten las políticas de Bush. Acusa a la
izquierda que traiciona la libertad en cualquier lugar del mundo. Hace
una furibunda crítica a la izquierda que sale a las calles a apoyar las
dictaduras fascistas islámicas y a los oligarcas petroleros que
financian el terrorismo que va matando por el mundo. Y por sobre todo,
defiende la democracia y la libertad, sostuvo en una entrevista con LA
REPUBLICA. JOSE LUIS MARTINEZ
"Esta no es la guerra de Israel
con Palestina. Es la guerra con Irán, Siria y con un montón de oligarcas
del petróleo que financian al terrorismo". "Yo no estoy en contra de
los musulmanes, estoy en contra de los líderesreligiosos que en nombre
de Alá matan". --Tradicionalmente producto entre otras cosas de la
Guerra Fría-- la izquierda se ha alineado con el mundo árabe en contra
de Israel y de su aliado, Estados Unidos. Incluso hoy, la mayor parte de
la izquierda en Latinoamérica ha salido a las calles a repudiar a
Israel tras su respuesta a Hezbolá. ¿Por qué, una mujer de izquierda
defiende a Israel? --No soy judía, soy de izquierda. Soy periodista y no
criminalizo a Israel. No me vuelvo loca pegándole a Bush aunque Bush
no me guste-- o sea, no soy antiamericana, aunque pueda ser crítica con
la política americana, como lo puedo ser con la política española. No
soy antiamericana en el sentido patológico que plantea alguna izquierda.
Ser antiamericana y antiisraelí es políticamente correcto. Dividir al
mundo entre buenos y malos como en la Guerra Fría es una barbaridad, es
no ver la realidad. Si soy --en el tema islámico-- furibundamente
crítica con el totalitarismo islámico que va hoy matando por el mundo.
--¿Por qué? --Porque no solo vengo de un partido de izquierda, soy de
izquierdas. Y la izquierda entendida como esa ideología que quiere
mejorar la vida de la gente tiene que basarse en la carta de Derechos
Humanos, o no sirve. Yo fui de una izquierda que nunca se enamoró de
Stalin, siempre tuvo claro que fue un tirano. Nunca se enamoró de Pol
Pot y nunca se enamoró de Castro, salvo en algún momento cuando éramos
universitarios, pero no mucho. Siempre tuve claro que en nombre de la
libertad, de la solidaridad, no se puede justificar manchar las banderas
de la izquierda de sangre. Los millones de muertos no se pueden
olvidar. La izquierda antimoderna, que sí se enamoró de dictadores,
continúa del lado de dictadores. No me extraña. La izquierda ha logrado
convertir lo políticamente correcto en una forma de censura política y
nadie se atreve a moverse de la foto. Y si la foto es, yo soy de
izquierdas, ahí en lugar de hacerte preguntas tienes todas las
respuestas hechas. Te diré la verdad, yo siempre seré de izquierdas.
Pero voy a atacar a la izquierda que traiciona la libertad en cualquier
lugar del mundo. Y no decir hoy en el mundo que Irán es un país
fascista, que esclaviza a su gente, que paga terrorismo, que mata en
Buenos Aires, o quién sabe en qué lugar. Que Arabia Saudí es una
oligarquía fascista, que esclaviza a sus mujeres. Que el Islam está en
manos totalitarias en casi su totalidad y que eso es un problema para el
mundo. Eso lo voy a decir en nombre de la izquierda. Y la izquierda que
sale a la calle con banderitas de Hezbolá y de Irán que se vaya a vivir
a Irán, y van a ver lo que significa la disidencia, el pensamiento
crítico, la falta de libertad de expresión, la muerte, la falta de
derechos y libertades. No es un problema de culturas, es un problema de
Derechos Humanos, civiles, de libertad y de democracia. No hay
dictaduras malas y buenas. No se puede tener doble moral. Si estuve en
contra de las dictaduras de Pinochet, de la de Uruguay, de las de
América Latina, estoy en contra de la dictadura de Castro. Estoy en
contra de las dictaduras islámicas. No se puede tener doble moral. No se
puede ser inmoral. --El conflicto en Medio Oriente es constante, más
allá de las escaladas puntuales como la de hoy. ¿Tiene solución? --El
conflicto nunca tuvo visos de acabarse. Entre otras cosas porque existe
un país como Israel que intentó todos los caminos. Hubo momentos de
políticos duros y suaves. Hubo halcones y palomas, Rabin y Netanyahu,
hubo Camp David y acuerdos de Oslo. Y en el otro lado lo que había
siempre era ganar tiempo, prepararse para la guerra y no firmar nunca
ningún acuerdo. Evidentemente en todo conflicto hay responsabilidades
compartidas, lo que sí es cierto es que la responsabilidad de no haber
conseguido ni un atisbo de esperanza es palestina. --¿En qué se
equivocaron los palestinos? ¿Cuál fue el papel de Arafat? --Palestina se
ha equivocado siempre al escoger a sus interlocutores. Arafat fue un
desastre. Fue un tipo violento, corrupto y que nunca quiso ser un
estadista. Nunca quiso gestionar un Estado, quiso gestionar una épica y
se cargó todas las esperanzas de paz. --¿Cuál es tu opinión del
presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas? --Tuvimos un momento
de esperanza con Mahmud Abbas. Creo que es el hombre más importante que
ha tenido Palestina, aunque no lo sepa. Es el hombre que mira más
lejos, defendiendo a su pueblo, pero desde una perspectiva democrática.
Pero Abbas ha llegado de la manito de Hamas. Y Hamas es un desastre...
--E Israel... --Israel es una democracia, con todas sus dificultades,
que lleva cincuenta años luchando por la supervivencia, y que está
rodeada por países miembros de la ONU que financian grupos terroristas
para destruirlo. Hablamos de millones de dólares anuales, que se dedican
no a gestionar generaciones para que se entiendan, para la paz, la
cultura, el desarrollo, la sanidad, sino para el terrorismo islámico.
Por eso creo que lo sorprendente es que Israel aún viva, que exista.
Tiene un Ejército poderoso, tiene armas nucleares disuasorias, pero
delante tiene cientos de miles que están dispuestos a matarlos. Y eso
qué país y a qué costo se puede aguantar. Ahora ha habido otra guerrita y
va a haber más. Esta tregua no durará mucho y eso lo sabe quien conozca
esa zona. --¿Qué tendría que pasar para que la tregua fuera definitiva,
para lograr una camino hacia la paz? --Este ciclo terminaría si mañana
el mundo le dijera a Irán ni un dólar más para la guerra. Si le dijera,
tú no vuelves a intervenir contra otro país. Pero la ONU no sirve para
nada, Koffi Annan va de paseo, Europa está en sus cosas con sus negocios
e intereses, en América Latina la izquierda se vuelve loca y sale a
gritar viva Irán. Y yo me pregunto, quién va a parar a Irán a Siria,
quién va parar la ideología totalitaria y fascista que está secuestrando
el alma islámica y matando gente en el mundo. Esta no es la guerra de
Israel con Palestina. Es la guerra con Irán, Siria y con un montón de
oligarcas del petróleo que financian al terrorismo. Yo te aseguro que el
gran problema del mundo no es Israel y Palestina, eso es una excusa. El
problema del mundo es el totalitarismo islámico. --En Europa cómo se ve
este problema, teniendo en cuenta que son los vecinos más próximos del
Medio Oriente... --Este peligro lleva los siguientes números de muertos:
más de 100 en Buenos Aires, 200 en Nairobi, 4.000 en Nueva York, 200 en
Madrid, 50 en Londres, 500 en Beslan, 400 en Bali, 500 en Bombay, y ni
te cuento los que llevan en Israel, los que murieron en Turquía, en Irak
mientras que hacen una fila para conseguir un trabajo. Pensar que esto
es una amenaza es una tontería, esto es una realidad. Hace pocos días se
ha abortado un atentado que podría haber causado otra masacre. Los
británicos dijeron y son muy precisos en el lenguaje-- un número
inimaginable de víctimas. Hablaban de aviones que iban a estallar sobre
ciudades. Claro algunos dicen es una película americana. ¿Y los
atentados de Nueva York? Sabes que las autoridades españolas han
detenido a más de 80 islamistas que querían atentar en España, y eso que
Zapatero es de los buenos, es amigo de los árabes. Cuidado, creer que
el tema se resuelve siendo conciliador con las tiranías es igual que
cuando Chamberlain fue con su paraguas a ver a Hitler, eran un poquito
amigos, y luego vino lo que vino. En el mundo libre --cuando digo libre
digo cualquier ciudadano del mundo que rece al Dios que rece, que coma
lo que coma, me da igual que sea musulmán, judío, católico o que no sea
nada--, el que está a favor de la vida y la libertad, tiene que estar
preocupado de que en nombre de una ideología totalitaria matan a las
personas que toman un tren, un autobús o un avión. Esta locura tenemos
que tomarla en serio. Qué pasa, Uruguay no está en el mapa. Bali estaba
en el mapa, Beslan, Bombay también. Estamos todos en el mapa. La
trinchera hoy es el mundo. --¿Israel es la última frontera de Occidente?
--Yo no creo que estemos en una confrontación de civilizaciones. Yo
conozco gentes fantásticas en el mundo musulmán que quieren vivir
tranquilos. Esta locura no les gusta y los asusta. Pero sí es cierto que
1.300 millones de personas viviendo en dictadura no ayuda. Es decir, la
frontera no es el mundo islámico, es la falta de libertad. Y ahí sí es
cierto que Israel está en la trinchera última. Israel es un trozo de
democracia en un mundo, que no por ser islámico, sino por vivir bajo
dictaduras está haciendo la guerra. Y ciertamente el judío es el más
occidental de todos. Pero, cuando tú lees los textos de Al Qaeda, de los
Hermanos Musulmanes, de chechenos e incluso de Hamas, te hablan un
minuto del judío, luego te hablan de Occidente y de los Cruzados, y te
hablan de recuperar AlAndaluz en su locura medieval. Esto no empieza ni
termina en Israel. Desde luego que muchos israelíes creen que están
haciendo el trabajo sucio de Europa, en particular, y del mundo
globalmente. Y no les falta parte de razón. --La causa islámica ha
tenido muchos aliados en Latinoamérica. Incluso el presidente venezolano
Hugo Chávez, además de realizar duros discursos, retiró a su
representante diplomático de Israel. --La izquierda europea y los
intelectuales se pueden equivocar en muchas cosas y yo he sido muy
crítica con algunas de ellas, pero con Chávez nadie se ha equivocado.
Algunos piensan en América Latina que Chávez es un estadista. Chávez es
un payaso con petróleo y más clara no puedo ser. A mí me repugna en
nombre de la izquierda que yo creo, por la que lucharon y murieron mis
antepasados --mi tío abuelo fue el primer condenado a muerte de
Franco--, que personajes de poca categoría moral a quienes tipos como
Gadafi le han dado un premio de Derechos Humanos, y que defienden
tiranías como la iraní, digan que lo hacen en nombre de la izquierda.
Qué vergüenza. Yo puedo entender que algún país con problemas
económicos, como Argentina diga lo siento me voy a dormir con el
enemigo. Pero cuando uno se va a dormir con el enemigo no sabe cómo se
despierta. Chávez es un problema. Por un lado la locura integrista
aprieta las tuercas a la libertad y por la otra los populismos
demagógicos hacen lo mismo en América. Ustedes tienen en América Latina
tipos de mucha más categoría política, moral y solidaria. No voy a dar
nombres, pero la misma coalición que ustedes tienen gobernando Uruguay
tiene mucha más categoría. Tiene mucha más categoría moral para hablar
de los Derechos Humanos que este tipo. Mire. Si algo me duele a mí es
que Chávez hable de Bolívar. Bolívar fue un hombre de una categoría
intelectual, un gran masón, amigo de los intelectuales europeos, un
libertador. Ese sí era un hombre de categoría. Da risa cuando personaje
se compara. Si hoy viene un hombre a su casa y le dice: tengo a mi mujer
esclava, no le dejo tomar el coche, no puede casarse con quien quiere,
no puede estudiar, no puede ser médico, no puede ser poeta, y además la
puedo lapidar. Y te dice la televisión y los medios te censuran, no hay
libertad de expresión, se persigue a los que opinan diferente, entre
otras barbaridades. Si este tipo viene a tu casa tú piensas que está
loco, pero claro, tiene petróleo y se convierte en el rey de Arabia
Saudí. Eso mismo ocurre con Chávez. A Chávez no lo invitaríamos a tomar
café, diríamos que este tipo tiene un problema. Pero tiene petróleo. El
problema lo tenemos nosotros. --Hay soluciones para el conflicto del
Medio Oriente. El camino es el diálogo político con los sectores
moderados del mundo musulmán... --Yo no tengo la solución. Sólo me
atrevo a verbalizar algunas cosas. Lo primero es que las grandes
organizaciones musulmanas que viven en democracia tienen una
responsabilidad muy seria. Yo apelo directamente a los musulmanes que
viven en Uruguay, Argentina. en España, en Latinoamérica que salgan a la
calle contra esta locura. Están matando en nombre de su gente. No puedo
creer que estén a favor de esa locura. Están matando en nombre de su
Dios. Tienen una gran responsabilidad moral. Como dijo Luther King, el
gran problema no es la maldad de los malos, sino el silencio de los
buenos. Por supuesto que hay que trabajar con las organizaciones
islámicas que no sean integristas, yo no estoy en contra de los
musulmanes, estoy en contra de los líderes religiosos que en nombre de
Alá matan. Hay que hablar con los países que intentan reformas serias.
Turquía es muy importante. Marruecos, siendo una dictadura enormemente
rica que tiene a su gente en la miseria, empieza a dar signos
interesantes porque está preocupado. Hay que cuestionar en los
organismos internacionales a las dictaduras de los petrodólares, porque
no puede ser que esclavicen y maten impunemente, que lapiden a las
mujeres, y no pase nada. Hay que ayudar a los intelectuales musulmanes
que denuncian, hombres y mujeres que se juegan el pellejo, que viven
amenazados de muerte y si esconden por decir soy musulmán y esto es una
locura. Y hay que decir con toda claridad que cuando son gente de
izquierda que defienden estas tiranías, son traidores. Y cuando son
musulmanes traicionan al Islam de paz. Y cuando son países occidentales
traicionan a su propia responsabilidad, y los hay, Venezuela por
ejemplo. *
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JOSE LUIS MARTINEZ
Diario "La República". Montevideo. 13/08/2006
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