martes, 23 de febrero de 2016

Una historia compartida: Julieta y Romeo posmos. Por Luis Thonis.




“Había dos clases de mujeres en la Tierra…las escapadas y las restituidas. Las escapadas se salvaron de las cacerías de los fflanz,,, por casualidad, por suerte, por pura astucia animal de parte de las mujeres o de los hombres que las ocultaron. Fueron presa lícita para los fflanz mientras estos dominaron la Tierra y eran presa lícita para cada uno que compitió por cada una de ellas.
Teodore Sturgeon

El sujeto predominante de la década fue el zombi terminal que ahora ha entrado en agonía porque nadie les cree nada. Está siendo sustituido por una nueva especie: el íncubo depredador del cual Dante Palma es uno de los primeros ejemplares. Lo cuenta su ex novia que no es del todo inocente ya que pudo tener relaciones con "eso". No hay que pensar que se debe a la ideología, esta especie se está difundiendo democráticamente "sin distinción de banderías". 
El zombi terminal sometido al Líder o a la Matriarca es colectivista y agresivo: te dice fascista e ignora que no hay nadie más fascista que él. El íncubo depredador se desinteresa de lo colectivo, es vagamente proge y actúa individualmente:  espera que su víctima esté indefensa, se presenta como un niño jugetón y bondadoso y desactiva lo mejor que había en ella que comienza a sentirse culpable de su singularidad. Logra el mismo objetivo que el zombi terminal por nuevos medios.
Los íncubos depredadores dependen de las mujeres: son jóvenes muertos vivientes que aspiran lo que queda de lo femenino: no son heterosexuales ni homosexuales sino monosexuales sostenidos por las Julietas que hacen discursos feministas y que son sus animales de tiro.

En Romeo y Julieta el suicidio de los dos amantes supone la reconciliación de dos familias adversas que Peter Brook no aceptó en su versión.
Cada época hará una adaptación de la historia, que reaparece hasta en el conflicto árabe-israelí o las tensiones del apartheid en Sudáfrica.¿Qué sería hoy un Romeo y Julieta?
Quien en estos pagos pudiera escribir una historia semejante donde las familias son las redes sociales- inicio y fin de la historia que nos ocupa- sería un nuevo Shakespeare. Es que aquí todo sucede en las redes: Dante se levanta a la noche a ver que minita se puede levantar, ella lo pesca y él la acusa de “invadir su intimidad” y ella “comparte” la historia.
Lo que comenzó en Troya terminará en Troya: el que en face mata en face muere. Todo comienza y termina en redes.Hay amores cuyo duelo es imposible porque en el fondo no se perdió nada: son los más terribles porque el sujeto no sabe ni lo que amó. 
Sólo se puede vomitarlos. Palma es el último engrendro de la generación de granito, la de los Gelman y los Bayer que mandaron a morir irresponsablemente a una generación y fueron capturando otras hasta destruirles la cabeza a otras dos mediante el rezo del nacional populismo: si no podemos ser Castro, seamos Chávez, el asunto es que alguien mate por nosotros. 
Su sujeto ya no es el guerrillero heroico sino el zombi terminal que hace la revo pop financiado por un estado depredador. “Aprendiz de hombre y aprendiz de guerrero”, es la especie del efebo matricida Orestes. Se puede como los atenienses abandonar la ciudad a los persas para derrotarlos en el mar.
Aquí hay una sola familia sin nombre y sus protagonistas son hijos del espectáculo. Todo muy simplificado pero también más complejo: a Julieta esta vez le tocó flor de mamarracho, la gozó pero el horror fue más fuerte que la fusión y dijo no. ¿Por qué no un pichón de Pushkin o un Nietzsche que no sea de salón? El espectáculo prohíbe imaginar que existen.
Esta historia me hace redundar sobre un tema del que nadie quiere enterarse pese a todas las pruebas que hay: el género humano y la humanidad no existen sino por el poder- o el porvenir- de una ilusión que no sale para nada gratis. 

Existen sólo diferentes especies de seres que nada tienen que ver unos con otros y que la ilusión de una Ley- que tanto interrogó un Kafka- permite fabular que tienen algo que ver entre si. Por más decretos o leyes que existan hay diferentes especies de seres, algunas más proliferantes que otras como muestra Sturgeon. 
Las singulares tienen que ser exterminadas: lo que ayer era patrimonio exclusivo del nombre judío se está democratizando. Por eso algunos autores, los únicos que intereresan son ilegibles a la trama sosa y seca en tanto lo inédito no puede traducirse ni estabilizarse, sólo jugarse en pleno riesgo.
Es difícil juzgarlos desde la propia ética, lo cierto es que joden el corazón mismo de la vida.
Por un momento pensé que Julieta era un nombre de fantasía y que todo era una intriga para difamar a Palma. Soló me refiero a la que firma la carta, exista o no. Pero resulta que los Palmas y las Julietas son legión. 
Palma es para mi un personaje archiconocido, Julieta menos porque porque la especie a la que pertenezco me desinteresa de tratar con mujeres de clase media ascendente- trepa a cualquier precio porque salen de una mentira para tirarse de cabeza a otra y no se puede hacer nada con personas que no se valoran a si mismas. No perdonan que les muestre la existencia de “otra literatura”, que tiene que ver con la verdad y a la larga sólo consigo hacerme odiar. No lo digo por Julieta sino en general. 
Me llevé mejor con las mucamas o las patricias y las extraterrestres. La oligarquía argentina siempre fue vulgar, la nueva oligarquía es oligo. Es imposible y tarea vana querer separar a una mujer del espectáculo que es hija y está alienada a sus fantasmas. Toda especie tiende a perserverar en si misma.
Dante poco tiene que ver con Julieta: pertenece a la especie de los que se atribuyen una superioridad moral o estética sin obras que lo justifiquen. Si todo es una intriga lo que digo de Palma igual vale ya que le pagué el sueldo para que justifique a la mafia delictiva que nos gobernó dándonos clases de moral.
Este incidente menor para mi es un capítulo de la guerra de los mundos, tan importante como cuando el Papa dice que la Biblia y el Corán son lo mismo o Sade que el Papa no es diferente de la Prostituta de Babilonia. Los posmozombies no lo pueden pensar.
La sociedad y el mundo hoy es de los Palma, quieren exterminarme a mí y los de mi especie que se cuenta con los dedos, son cómplices de un estado que rifó las propias víctimas, por lo tanto son potenciales blancos de la operación Sturgeon que consiste en separar al sujeto del estatuto nacional populista- zombi terminal- y del salamín de la bicisenda actua para hacer de él un guerrero, amante y artista para la guerra sin cuartel que se anuncia en el siglo XXI y todos trabajan para negar.
Una progre no k puede llegar a creer que un burro como Del Caño es diferente y más revo pop que Palma pese a que llama “gusanos” a los disidentes cubanos con la misma lengua de la Seguridad del Estado, haciéndose cómplice de casi doscientas mil víctimas. Participa de la misma lógica del exterminio planteado en clave buenista. 
No pueden apoyar ni "compartir" los valores de un estado que asesinó a Mariano Ferreyra y Ariel Velázquez entre otros y cuyos funcionarios de burlaron de las víctimas de Plaza Once con un desparpajo total y me recordaron a los montoneros que hicieron una gran fiesta tras haber asesinado a Mor Roig. Hay un punto donde ya no se trata de una cuestión política o militar sino de hechos que tienen que ver con el misterio mismo de la iniquidad humana.
En mi opinión Palma pertenece a las peor de las especies: la que niega la existencia del mal y habla en nombre del Bien. Es, aparte, un mal negocio para una mujer: cada cosa que da la hace sentir y la cobra tres veces.Mucho más honesto es un capitalista salvaje, salud.

No me refiero a lo jurídico: si el tal Palma cometió alguna violencia contra su ex tiene que atenerse a las consecuencias. No lo parece, es inocente pero que jode no caben dudas: es más allá de esta historia portador de un doble vínculo social psicotizante. Este asunto excede a la ideología, al machismo, al feminismo y al kirchnerismo que es una expresión de la cultura posmoderna en su versió más descerebrada.
Los K se pueden ir, la cultura queda y muchos supuestos antis la sostienen. Palma desde el punto de vista jurídico no cometió ningún acto que pueda ser objeto de acción penal. Pero se puede cometer siendo inocente ante la ley crímenes contra la creación e incluso ser favorecido y celebrado por la sociedad.
Si no es norma es lo “normal”.
Aquí también el talento juega su parte: Palma como filósofo es un fracaso olímpico que ni siquiera puede considerarse mediocre y sólo puede ser legitimado por un poder perverso.

Palma es el tipo de sujeto que describo como zombi terminal: en parte lo difunde y en parte lo es, lo es porque se hace y se hace porque lo es y no existe fuera del espectáculo. No tiene una vida propia para ofrecer a una mujer. Y como posmo zombi que es niega la existencia del mal: “Mi abuela sufrió abusos y violaciones desde los 5 años de edad y contaba que le daba miedo ser violada a pesar de tener más de 80 años. Dante, mi novio, a pesar de conocer muy bien su historia, delante de todos le contestó: “Señora, si a alguien de su edad la violaran se tendría que poner contenta .
Ahí Julieta lo capta de cuerpo entero pero todavía no puede cortarla: mientras más se demore peor será. Quien niega la existencia del mal no tiene ninguna clase de existencia. La identidad de Palma es mimética, es un doble de dobles.
Su pasión es la de estafador masivo pero no tiene que ver con la ideología: ayer fue K, mañana puede ser macrista o izquierdista, lo que importa es el fantasma que está en juego: es un idólatra de un dios nihilista como comparsa de la nueva burguesía asalariada “anticapitalista”: el milagro infame que surge de lo peor de los tres monoteísmos y tiene como horizonte a sociedades de represión y hambre. De esta miseria de la filosofía, el progresismo ha hecho su nueva religión. No es un caso único: los Palmas y las Julietas son legión en un universo de discuso minimalista y circular.
Osvaldo Lamborghini ya hablaba de los “putos que matan por nada”: eran tipos que tenían éxito social, que aparecían como hombres, incluso como machos pero que tenían a la “loca” encerrada en casa, que tenía mucho más talento que ellos pero que aceptaba ese papel. 
Ahora ha irrumpido una nueva especie de putazos de la que Dante Palma es un representante y una nueva generación de mujeres como ornamento o su complemento: he visto a las mujeres más liberadas de una generación transformadas en animales de tiro ni bien aparece un pene con glamour  y si es putazo mejor.Palma se queja de tal o cual cosa que le baja la pija, pide todo el tiempo que Julieta sea un fetiche
Ahora las sacan a pasear como mascotas, las exhiben como trofeos, las denigran y apuntan directamente al ser mismo de lo femenino. Se sienten nadas y construyen su identidad mediante la abolición del otro.
Esta chica dijo no y aunque no tenga claro por qué tuvo un reflejo defensivo. No pudo disolverse en el “filósofo” porque habrá recibido una cuota de amor en la infancia. Gracias a eso la sacó barata.  De todo lo que escribe sólo me interesa una frase: Me generó un vacío que ahora mismo no creo poder superar nunca.
Esa frase es tremenda. 
También podría haber escrito resentimiento en vez de vacío: después de Dante Palma va sospechar de los hombres con sobrados motivos, se volverá feminista y hasta podría volver a encontrarlo en otro doble porque Dante como buen buenista es un militante del género contra la violencia hacia la mujer. Puede encontrar a otro Palma en otra versión que parecerá mejor y será probalemente peor. Tal la lógica circular del espectáculo.en una sociedad estructurada por el doble vínculo como lo muestran los dobles mensajes que Julieta recibe amorosamente de su Romeo nacional y popular.
El tema es mucho más matemático de lo que parece. El doble vínculo que alcanza su límite en la psicosis prevalece socialmente sobre el corte-vínculo que introduce el infinito en un entre dos. Aunque la historia toque a su fin por a o b la mujer puede pasar y amar a otro hombre, duelo mediante. 
La chica lo deschava, “comparte” la historia en face, porque el duelo es imposible: no puede separarse de él, salvo por la rumia y el vómito.
La única pregunta que me hago acerca de ella es: ¿cómo pudo coger con “eso” y fue indiferente a sus giros de lenguaje donde se podía empalmar que clase de sujeto era el tal Palma? El oído es la mejor arma que puede tener una mujer. Tener relación con "eso" es ya un testimonio de un odio a sí misma. ¿Era solamente una pija- él insiste en esa palabra como si fuera un divisa- prestigiosa para ella porque estaba en la TV pública? ¿O la atracción era el “pensamiento” de Palma? ¿El amor terminó cuando tras la derrota política su pene se volvió penoso y  perdió el glamour
¿Por qué ese estereotipo fantoche de intelectual que se extiende a los que llamo zartistas y no un remisero o albañil? O un intelectual de verdad, si se puede decirlo así. O un hombre común que no sea cobarde: los hay. El ejemplar ya venía truchado. ¿No había nada más en el mercado del amor? 
Julieta parece demasiado sensible e inteligente como para ser solamente una víctima. De hecho se ha salido de ese lugar con los recursos que tiene y los que le caen diciendo que fue su cómplice, etc, vuelven a empujarla donde trata de salir.
El odio a si misma necesariamente genera un putazo como Dante Palma. Estos tipos  aseguran a la mujer en su narcisismo pero van por más hasta meterse con el mismo ser, creen que la mujer tiene "eso" que les falta para completarse en la victoria final.
Palma parecía totalmente femenino, hacía pensar en cierta clase de homosexual que rechaza la virilidad como forma de las bellas artes. Ahí todo habría estado bien: que las mujeres no le interesen al homo no significa que las odie. Pero era un putazo se caracteriza por jugarla de macho afeminado y tratar de abolir todo asomo de lo femenino que quiere apropiarse babosamente para sí mismo. Ella tendrá que dar un paso doloroso hacia el exterior de la chacra, la calesita y el redil. 
Sugiero que lea Theatre de Somerset Maugham- traducida como La otra comedia- donde bajo una cabeza de oso se lee la divisa: Nemo me impune lacessit…nadie me hiere en vano. 
Julieta mediante el teatro puede zafar del espectáculo como Julia Lambert que sufre un putozombie hasta más no poder. Julieta tiene todo para leer y para pensar si aprovecha el cortocircuito que se produjo. 
Ella y Palma no son lo mismo: Julieta todavía no ha nacido como mujer al no haber sido nunca amada, de lo contrario no hubiera puesto alguna ficha en este mamarracho y Palma es un muerto viviente que repudia la incertidumbre. Para no hablar de mi relato Dilema otoñal que pone en escena la servidumbre de la religión progre actual y sus ofrendas nuevo dios nihilista que supone erradicar no sólo el nombre judío sino lo femenino del mundo por el irresoluble quilombo que supone. Y la lectura de la diana cazadora hebrea Deborah Resnik que capta en acto a los zombies y es una mujer de una nueva especie como lo son las chicas de las DFI de Israel, talladas por el desierto y la guerra. 
Jóvenes mujeres: dejad de jugar de preciosas ridículas y de sostener el narcisismo de los putozombies que reproducen algo peor que la muerte en el mundo.Dejen de quejarse del mismo hombre que contribuyen a parir, parafraseando a Sor Juana. 
Si no media un corte transfinito en la chacra o el redil las dulces preciosas ridículas de hoy serán las erinias y las arpías del mañana, basta de Diana Conti, sí por la mujer que asume la voz de un pensamiento con voz.
Palma trabaja como tantos otros para un dios posmo y nihilista y como el mal no existe para él  como el mail y los crímenes contra la creación no son imputables sólo me queda decir que a este Romeo, escrachador ahora escrachado, le pagamos el sueldo no sólo para que truche la realidad sino para que se levante menores a término de este programa único en la tele según Horacio González, que veía lenguajes en una neolengua y se extasiaba ante esta vanguardia que es el  devenir putazo de los sujetos para que Julieta sea depredada más que desnudada por estos colectivistas solteros que suponen que los pobres son más pobres que ellos.


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