jueves, 29 de octubre de 2015

CFK y la estirpe de Koraj. Por Luis Thonis



“Pero volvamos a Koraj: uno de los argumentos que esgrimen los rebeldes contra Moisés es que “nos sacaste de una tierra que mama leche y miel., refiriéndose así a Egipto, la tierra de la esclavitud de la que provienen.¿Qué sino el incesto es lo que queda aludido? Volver al origen, tornar hacia atrás, regresar a esa infancia sin responsabilidad ni ley, a esa mítica edad del paraíso o vientre materno, idealizada desde la adultez y las obligaciones que esta implica. Es decir recusar la ley y desoir su convocatoria, como Adán que se esconde ante la Voz que exige su presencia y reclama su respuesta”
Diana Sperling, El duro oficio de heredero, Filosofía de Cámara.

Todo esto sucedió porque nosotros perdimos el dominio de la comunicación, comentaron los mayas y los aztecas ante la crisis de fetichismo que vivimos. Bienvenida sea.

Nadie se igualó con él, se dijo de la prosodia de Coleridge, el autor de Kubla Khan, porque no aprendió sino de Dios. Nadie se igualó con ella, me dije, porque todo lo aprendió de El, superando ampliamente a su maestro.
Sacrifiqué los ñoquis del 29 para escucharla, pensando que era la última vez y que en su despedida los amantes se revelan por una vez tal cual han sido uno para el otro. Minga. Había otro tipo de ñoquis. La escuché como una querida a la que mantuve durante años para que escupiera la constitución que juró y en mi propia cara. 
¿Esta era mi empleada pública? Qué seres honestos que son las putas que cumpen a rajatabla los contratos.
Tres horas descargando bilis y rescribiendo la historia: "no queremos travestis políticos". ¿Quién hablaba? Hasta el balcón de Balcarce quería bajarse. Nuestra historia de amor ni siquiera existió y supe qué es vomitar la nada. Se trata de aprender a vomitar en acto y no atragantarse de sapos: no dejes para mañana lo que tienes que vomitar hoy. Aligera el cuerpo y las palabras vuelven a respirar. Hay aprender a decir NO a la manipulación de los cuerpos por el poder.
Pasa con las preciosas ridículas del si si si a lo que venga y que ni tienen el valor de despedirse ni con unas gracias por los servicios prestados pero ella cargaba con crímenes que recuerdan los juegos de manos que exaltan los devotos de los piratas nacionalistas de Carl Schmidt. Siguen siendo juegos de villanos cada vez más torpes. No se perdona haber sido cómplice de los militares, no se perdona haber sido ultramenemista, no se perdona haber sido la primera encubridora del asesinato de Nisman y posible instigadora. No se perdona tenerlo todo en cuanto a bienes y ser una mentira viviente que no puede saldar la furia de los conversos. Se vio la imagen misma de la dignidad extraviada de la que se retorna menos que del ridículo.
Ni sabe usar su invulnerabilidad como réplica y contrataque como las chicas de la ilusión cómica que se ríen de todo pero que vomitarán largamente cuando sepan de que gozan.
Su técnica entra en contacto directo con la escatología. Menos mal que no tiene en sus manos la tecnología de Putin de la que le hablará Maduro que se viene nomás para matizar un futuro y anhelado noviembre negro. Pase lo que pase estamos ya en otro país.
Podría haber dicho: Soy la prueba, señoras y señores, tal vez una efímera pero contundente prueba de que existen crímenes contra la humanidad.
La fuerza de la disuasión siempre se basó en mostrar la fragilidad de la porcelana en contraste con un apocalipsis inminente. Para la Argentina la “revelación” no ha pasado de los fantasmas de la clase media trepa que tuvo su apoteosis en CFK, tan resentida como ellos pero millonaria como ninguno.
Fue ella y sus ideas. Como la feminista fanática de The Bostonians, sola en el escenario, tras haber perdido su presa. Intentando destejer el arco iris como en el poema de Swirburne. Intentando otra vez que el Diablo sea su esclavo- no quiso saber nada- como en la sonata de Giusepe Tartini. Los estafadores masivos de la neolengua no fueron atacados por Omar Genovese o por mí y otros que aportaron su grano de arena diciendo NO, sino repudiados por los sciolistas que todavía están de pie y a los que enviaba una borrasca de belicoso fuego más allá de amigos o enemigos.
Practicó una disuasión al revés: ni un comentario de la derrota en la Provincia ni la victoria derrota de Scioli al que ni una sola vez nombró.
Un ombliguismo autodevorador cuya estafa envidarían los zartistas  del arte joven en busca de aplaudidores. 
La ideología argentina- de la cual el kirchnerismo es una de sus pesadillas- es una doble renegación del texto bíblico y de la constitución que lo expresa en términos laicos. La negación que cabalgó sobre la pornografía de trasnochados ideales ha sido tan fuerte que no somos hijos de Hegel sino que hemos regresado a la estirpe idólatra de los hijos de Koraj, impotentes para ejercer el duro oficio de herederos salvo de una renovada capacidad de autodestrucción. Hace tiempo que lo somos y no queremos reconocerlo  como esos exploradores de Kafka ante las langostas del desierto. De una lado los estafadores masivos como CFK, del otro, los zartistas y los zombies- parásitos financiados por el estado que no distinguen lo prohibido de lo permitido- que no quieren saber nada de la constitución ni de la ley y aseguran un final kafkiano década tras década.  
Zombies y zartistas no entienden que gran parte de la sociedad en un contexto de terrorismo de estado no ha votado a la "derecha", a Macri-Carrió- Sanz- que comparados con Scioli y el PJ son Adenauer- sino por la posibilidad que la ley sea dividida, comenzando por la separación de poderes. Y que en lo cultural la lucha recién comienza porque estamos ante una kultur de corte fascista y posmoderno, que sea pejotisa, marxista o macrista pertenece a la misma iglesia del espectáculo y está todavía intacta para producir nuevos esperpentos.
La Argentina ha sido la negación rabiosa de esas " dos o tres cosas que yo sé de ella", de dos o tres libros, entre ellos, Filosofía de Cámara de Diana Sperling, la antípoda de los estafadores masivos,  y el entre dos entre el sujeto y la ley que nunca están dados ni hechos...la renegación misma del infinito en la partitura de todos los días. 
CFK no se revela como la jefe de un movimiento político sino como la madre venenosa de una renovada estirpe de Koraj que adora el retorno de los faraones y lo vive como paraíso en la tierra.  Quiere todos los bienes de la tierra sin el más mínimo esfuerzo y hablar una lengua que sea convetida en una ley definitiva, un fetiche que anule al sujeto convirtiéndolo en muerto viviente.
Es una ilusión  creer que de un lado están los malos y del otro los buenos, que muerto el perro se acabó la rabia, aun si hubiera una renovación con los mejores dirigentes y el país estuviera entre los más ricos del planeta el nihilismo idolátrico volvería a hundirlo. 
Para salir de la idolatría es necesario crear un Tercero en el lenguaje que rompa la especularidad entre los unos y los otros- del uno frente al otro, dice Sperling- y la ley obre en la justicia pero también pueda dividirse respecto a legisladores espurios, sean el Líder o la Matriarca protectores que hacen de la sociedad una suerte de compañía de seguros en función de lo peor. no es casual que se haya tenido como ideales a los peores dictadores que hasta hace poco se invocaban. Ni que hoy estemos aliados a Irán que lidera el montaje para una segunda Shoá y se hayan entregado en el colmo de la abyección las víctimas a los victimarios, algo que es indiferente a estafadores masivos y zartistas.
La palabra ha perdido toda relación con la verdad por temor a equivocarse: se usa como instrumento para encubrir los crímenes del poder, para faltar a lo que se juró, para engañar y vender buzones y espejitos de colores.
La vida fuera de los muertos vivientes del espectáculo supone aceptar la muerte para que el deseo no sea mimético. No se trata de unir con cualquier lazo por decreto a todos los argentinos sino separarse la idolatría para la cual el perjurio y el sacrilegio son lo mismo que el sacrificio que se separa de ella mediante el trabajo y la creación, tarea ardua del oficio de heredero. El lazo no se crea mediante un contrato perverso o un anhelo monitoreado por el espectáculo sino en la trama del entre dos entre la ley, el deseo y el sujeto. ¿Qué es lo contrario del espectáculo? El discurso que surge cuando hay un sujeto de enunciación. No tiene nada que ver con la kultur. Se lo oye en boca de la gente pobre que no se dejó comprar y ha renunciado a lo que Orwell llamaba decencia ordinaria. Se trata de dejar de lado la cómoda división de la grieta para saber de qué división se trata.
Parece que hay un esbozo de deseo de romper con el hechizo tras el desmadre de la neolengua de estado y ante la demencia de su Matriarca.
Ante ese jardín de infantes siniestros y espectrales hay que unir las manos para rezar por un mundo que no tendremos ni poseeremos. Se trata de no ser de ellos, me dice Proust.
Se trata de diferenciar el alfaberto de una lengua arcaica y nueva entre la guerra de amor con Dios- de donde nace el nombre de Israel y la civilización de la ley en perpetua división- y la guerra de amor por un dios nihilista que quiere imponer la ley como un fetiche hecho de una vez y para siempre y que propicia siempre el retorno de los faraones. 
El Génesis es el primer disuasor que reaparece siempre retrospectivamente cada vez que  el género humano ha mostrado su faz más siniestra.




lunes, 26 de octubre de 2015

La ley del gallinero y los Pimpinella. Por Luis Thonis


 Horacio González es un hombre que siempre tiene penas de bandoneón. 

Yo tengo las mías por haber puesto de manifiesto a los grandes peces y estafadores masivos: no se puede hacer tal cosa y luego esperar florcitas. En lo personal fue generoso conmigo, pero hubo distanciamientos que exceden lo personal. Desde el momento que escribió La multitud creadora en el 2002 justificando el latrocinio de Duhalde lo tuve en la mira: alguien capaz de escribir eso era capaz de vender cualquier buzón. Ayer decía “me duele Boudou”, dando a entender que le preocupaba más el destino del vice que sus hechos de corrupción, hoy le duele la estética poco estilizada que cultiva Scioli, un hombre “sin cualidades”, que probablemente no haya leído ningún libro y parece una nada viviente que siempre se limitó a mimetizarse con la línea que bajaba el PJ- fuera Menem, Duhalde o los K- y ganar posiciones desde el último eslabón del gallinero, soportando maltratos y las c…de CFK. Al final recibió su premio, lo prefirió al candidato que representaba el “pensamiento” de HG que parece no haberlo registrado..
Mariotto que parecía querer matarlo ahora es su seguro servidor, Randazzo pasó a cuarteles de invierno. ¿Pero Horacio González acaso sabe leer? ¿Cree que por ser director de la Biblioteca Nacional está fuera del gallinero y sus efectos en cadena? ¿Por qué su lugar tendría una superioridad moral respecto de Scioli, elegido por CFK en el lugar del Amado? Su queja es más incestuosa que la del dúo de hermanos que no tiene incidencia en la vida pública como la lengua que se dio a inventar HG.
No es Scioli, me temo, sino el desaire de su musa CFK el que lo dejó con “cara larga y desgarrado”. Ayer Scioli era presentado por los kirchneristas como el representante de la embajada de Estados Unidos. CKF lo bautizó finalmente como el continuador apropiado del proyecto nacional y popular. HG no puede ignorar que son tiempos donde hasta las musas se venden y el mejor remedio para hacer el duelo es desgarrarse hasta el final, no a cuentagotas.
¿Cómo? ¿Un Freud básico no le enseñó que toda historia de amor liderada por una histérica termina invariablemente en Pimpinella: “me mentiste, me engañaste”...? No es muy estético andar por el barrio con quejas de señora de peluquería por parte de alguien que tomó en serio como pensador al clown posmoderno Rodolfo Fogwill que citaba a Fidel Castro como economista y decía en el colmo del antisemitismo que no había que meterse con los ayatolas de la muerte de Irán. Y propiciaba a Cucurto- autor del poema a CFK como la gran morocha argentina- como gran poeta nacional y el devenir zombi de los sujetos. A Fogwill los escritores medio mediáticos lo extrañan porque decía lo que va o no va. ¿Por qué Montaner o los Pimpinelas estarían por debajo en la jerarquía descerebrada del gallinero?.Mejor ser inspector de aves como Borges que un expectante de gallinero y recibir esas ofrendas. La estética de la servidumbre voluntaria no se caracteriza por sutilezas.

“Quien no cuente hoy con las masas populares no gobierna”, había dicho Perón en 1947 en un ataque frontal a la democracia republicana y a los partidos políticos. Sólo cuentan el Líder y las masas, es decir, el poder fáctico como en el caso de los militares. No hay peronismo sin un Führer que excite a las masas. Cada vez que hubo interrupción de un gobierno peronista sus intelectuales o aliados hicieron reflexiones sobre su posible continuidad histórica en tanto que sus adversarios se interrogaban y alentaban una futura desperonización de las masas y a una nueva integración a las instituciones. La pregunta común era: ¿qué va a pasar con las masas, qué se va a hacer de ellas o qué será de ellas?
Las polémicas posteriores a 1955 estuvieron a cargo de sus adversarios o enemigos jurados, sea en el número de Sur- donde palpita una triple condena social, ética y estética del peronismo- del mismo año de la caída de Perón o por parte de Contorno en junio de 1956, en un número encabezado asombrosamente por una cita de Alberdi. La revista Sur ajena a la política desde sus orígenes ahora tomaba partido “En la cárcel uno sentía por lo menos la satisfacción de sentir que tocaba fondo, vivía en la realidad.”, escribía Victoria Ocampo haciendo uso de su talento en el género testimonial. Esta identificación del “hecho peronista” con la realidad hizo que muchos fueran a bautizarse posteriormente luego de haberlo repudiado. Borges, irónico y “ateo” de esa religión, lo pensaba desde L´ ilusión comique. Para socialistas y demócratas progresistas desperonizar era “desnazificar”. Martínez Estrada en Qué es esto-1956- veía en Perón representado a todos los males que desde antes aquejaban al país y se preguntaba por qué hay que hablarle al pueblo con el lenguaje de los seductores y cuenteros del tío.
Ismael Viñas llamaba “solteronas” a los representantes de la izquierda liberal: “Esas vírgenes conservadas durante tantos años parecen haberse trasformado en vírgenes locas”, prefigurando futuros matrimonios de la izquierda antiliberal y el peronismo y el libro más estalinista sobre literatura que se haya escrito por parte del gran novelista David Viñas- Literatura argentina y realidad política- elogiado por González, la izquierda antiliberal y los profesores de literatura como un evangelio y que trato en Una generación de granito. La mejor prueba que el casamiento de las solteronas no dio los mejores frutos, al contrario, se reforzó el peronismo como un síntoma imposible de erradicar y las uniones tuvieron el padrinazgo del espanto. A partir de la ejecución de Aramburu la izquierda antiliberal que se creía marxista- pero negaba que Marx no era precisamente anticapitalista- se aparta de la tradición del Cordobazo- asambleas de estudiantes y obreros- y comienza a mitificar la figura del Che, girando definitivamente al castrotercermundismo y completando esa religión que se transformó en ideología argentina.
Casi todo lo que va a decirse posteriormente está en esa trama discursiva posterior a la caída de Perón.
El mejor análisis es el de Murena en Notas sobre la política argentina donde plantea que el peronismo hubiera sido imposible sin una previa decadencia de una oligarquía que se durmió sobre los laureles, indiferente a gran parte del país- ni siquiera concedió un estatuto como el del peón- y revelaba una crisis mucho más grave que la política que lleva inevitablemente al nihilismo de lo peor es lo seguro. La primera voz que intentó una defensa crítica del régimen caído fue la de Mario Amadeo en Ayer, hoy, mañana de. 1956..
Amadeo pertenecía a los nacionalistas relegados por Perón que les dijo en la cara- ustedes me hablan de ética, a mi me interesan los salarios- y de los cuales tomó ad literam sus banderas de independencia económica, soberanía política y justicia social. Posteriormente vendrían los Jauretche y los Hernández Arregui, bastiones del kirchnerismo con un setentismo hecho a su medida. Julio Bárbaro es el último descendiente de los nacionalistas: para él el kirchnerismo es una deformación del peronismo original, mezcla de odio y mediocridad.. Los K nunca se perdonaron haber estado con los militares y luego ser ases del menemismo: le hicieron pagar esa factura de resentidos a toda la sociedad. Para mí el peronismo es la mutación de un gen que sería imposible sin la complicidad de liberales que oficiaron siempre de técnicos del partido que más devaluó en la historia “sin que se note”, radicales como Leopolo Moreau y de la izquierda ilustrada antiliberal.
Lo que dice Horacio González muestra a las claras que él y el grupo al que pertenece han sido pollerudos de CFK. Me duele Boudou, la gente está contenta en pagar la inflación porque hace a la felicidad del pueblo, la increíble “plusvalía jurídica” que habrían inventado los acreedores son giros de las perlas de la neolengua cartabiertista que comienzan a sonar ridículos.. Pensar fue para ellos limitarse a la performatividad. Ahora la depre lo constata más que la escuela de Oxford.
Ella se va y comienza la depresión. Un pensamiento se renueva volviendo y reinventando sus orígenes: las masas se hicieron peronistas en la Argentina en el contexto de una cultura fascista, jamás asumida y enfrentada políticamente, sólo a través de voces individuales y solitarias como las de Sebreli, el representante más lúcido de la izquierda liberal que ni pudo enseñar en la universidad y cuya obra supone una crítica de una izquierda que nunca rompió con el estanilismo y el castrismo, basta escuchar lo que dice Del Caño sobre Cuba: todavía habla de “gusanos” metiendo a todos los anticastristas en la misma bolsa e ignorando asesinatos como los de Virgilio Piñera, Oswaldo Payá que decenas de miles de víctimas que superan a todas las dictaduras del continente.. El cuento de la revolución cubana fue la máxima estafa de los intelectuales argentinos que se atenuó ahora por el giro de los emperadores Castro. Somos un cóctel muy raro, decía Juan Carlos Portantiero, asesor de Alfonsin:“Eramos gramscianos- guevaristas- maoístas” Y el cóctel le estalló en el rostro al pobre de Alfonsín.
Mario Amadeo se refería a las masas que pusieron sus esperanzas en Perón y a pesar de todos sus errores le seguían siendo fieles. No es una pregunta que los cartabiertistas se hacen respecto a CFK, situada en un santuario sagrado y más allá de toda crítica pese a su desaire y desprecio.
Es una confesión que para ellos las masas nunca contaron y que sólo se limitaban a un público de aplaudidores y de consumidores de revoluciones bla bla bla. Su épica terminó en el gran Sepulturero Scioli, que fue enterrando uno a uno a los que acompañó y a los rivales que se le presentaron. Tanto el fascismo como el estanilismo son movimientos que organizan el entusiasmo.
Scioli es demasiado ínfimo para lograr esa mezcla que hicieron los K que se limitaron a cosechar lo sembrado en décadas anteriores al ritmo de una soja que ya ni siquiera es rentable. Horacio González no es tan diferente de Scioli: no registra que CFK le aplicó la ley del gallinero al borrarle de un trazo a Randazzo. Lo decepciona que los candidatos hayan salido de gabinetes de publicistas y de asesores como si las funciones de los cartabiertistas no hubieran sido similares, con la diferencia que CFK no las tomó en cuenta no obstante sus “gustos versátiles”. La diferencia entre CFK y Scioli es reducida a los gustos. Scioli gusta de los Pimpi y dice que habla con Ricardo Montaner de temas como Dios, la Fe y la Familia como dos teólogos de la ilusión cómica de Borges y “preferiría más amplitud en sus gustos" porque las preferencias de los presidentes "son esbozos latentes de políticas culturales". Los K siempre se dan como ganadores: el haber perdido las elecciones en la Capital Federal y Córdoba, además de las legislativas en Corrientes y la interna del PJ en la Pampa los hizo festejar el triunfo de los populistas griegos y compartieron su júbilo con otros “paladines de la depauperación en aras de lo que llaman el socialismo como el venezolano Nicolás Maduro y los hermanos Castro en Cuba”, según escribe James Neilson. González ante el atraso cambiario que devasta las economías regionales ve que soplan vientos devaluadores. A no alarmarse: el PJ hizo las mayores de la historia y cuando subieron los K el dólar estaba a 3 y centavos y ahora en 16. Ahora bien: las políticas culturales están sobredeterminadas por los fantasmas en juego y los de la clase media trepadora argenta son como tallarines que se pegan no solo a las cacerolas sino lo que oferte la historia. Nunca el kirchnerismo habría sido posible sin una cultura donde el fascismo y el estalinismo se complementan con el minimalismo y el ombliguismo posmo que gira en calesita y hacen que la Argentina esté en guerra contra el principio mismo de realidad que excede el tema del realismo e incluye la trama de los fantasmas en juego. En primer lugar el de un país que quiere vivir como en Canadá y Australia, con los chiches tecnológicos novedosos de Estados Unidos y puede citar como Fogwill.a Fidel Castro como economista y los aplaudidores lo viven. Cada uno pone su granito para que la generación de granito del que HG es uno de sus efectos se mantenga sustraída a toda crítica. No se consuela reconociendo que es una megachorra, encubridora sino asesina de Nisman, ni de sus lecturas propias de lo Protocolos y de un estado que llegado el momento mata sin vacilar como Milagro Sala al militante radical en Jujuy o la policía de Capitanich en el Chaco acaba de matar a palos a Anibal Verón por reclamar las viviendas que prometió. Las denuncias del narcotráfico y la efedrina que introduce Aníbal Fernández en las provincias por parte de la monja Pelloni deben parecerle cuentos como la apropiación de las tierras de los aborígenes y crímenes complementarios por parte del adelantado Insfrán. Y esto para empezar.. Son cosas poco estéticas.
Perón encontró todo servido por la anterior generación nacionalista junto a los lingotes de oro del Banco Central. Hubo fiesta. Los K tuvieron la mesa servida por lo elaborado en los ochenta en las universidades y medios fascinados por el castrotercemundismo y los mayores precios internacionales de la historia del capitalismo y hubo una fiesta que está llegando a su fin.
En este contexto la oposición tiene hoy una oportunidad histórica pero muy pocas cartas para jugar ya que el discurso está colonizado por los clisés populistas y el Central está lleno de papelitos. Nunca como hoy una elección fue tan fácil de ganar, nunca un país será tan difícil de gobernar.

 No hay Pueblos. Personas, ciudadanos. Nada más.
Juan Abreu


Esta vez la sociedad decidió sortear la alternativa entre el pasaje al acto- donde el sujeto se sale de la escena y queda reducido a un puro objeto- y el acting out que repite compulsivamente un pasado que no recuerda, actos que se dan súbitamente y de los cuales no logra descifrar los motivos que tuvo para cometerlos. Eligió lo nuevo con el anhelo que se convierta en algo inédito y que forme parte de un estilo de vida donde los funcionarios sean simples empleados públicos y no artífices de la mentira, el robo descarado, el maltrato y la humillación de los que tienen que romperse el lomo para financiarlos. Para recuperar la dignidad queda un largo camino, también, para que la Argentina pueda vivir alguna vez del comercio y no del endeudamiento y las expropiaciones con un default que se produce década tras década como en los países africanos. Después de 28 años, el peronismo perdió la Provincia de Buenos Aires ante la osada María Eugenia Vidal, la imagen misma de lo inédito que recuerda una primera novia. Caperucita se comió al Lobo y con él a los dinosaurios del conurbano: es un hecho inédito en la historia política argentina.
El partido que gobernó 26 de los últimos 28 años puede ser desalojado del gobierno, aunque no del poder todavía porque maneja los principales resortes del Estado corporativo y mafioso que se encaminaba a Venezuela y amenazaba las libertades más elementales como lo saben los wichi a los que volvieron a encarcelar para que no votaran.. Los pequeños grandes héroes de la jornada se cuentan los fiscales que estuvieron atentos hasta el último momento y los votantes carenciados que no se dejaron comprar. Para lograr una modesta democracia republicana habrá todavía que atravesar un Sheol.
El miedo fue el primer vencido y con él todas las formas de intimidación del oficialismo. La reacción de los mercados ha sido favorable a un cambio de época y de estilo. Para
Los discursos de CFK por cadena nacional fueron un irreprochable servicio a la derrota de su candidato. 
Esos brochazos que pintaban una sociedad ni imaginada en los jardines de Hollywood y con los que se autoglorificaba como todopoderosa le dejaron los huevos por el plato a los votantes.
Hay que reconocer también el aporte de sus alfiles, Zanini y Aníbal Fernández para secuestrar a Scioli que fueron la frutilla de un postre indigerible. Ahora una indignada CFK atribuirá la derrota seguramente a una conspiración de la corpo y los demoníacos fondos buitres. 

Que siga hablando nomás hasta noviembre y que haya muchas cadenas nacionales.
Está probado en la historia que si la sociedad dice NO se pueden mover montañas.




La Provincia de Buenos Aires ya era considerada por el PJ como su patrimonio propio. Su candidatura despertó risas.
Con su aspecto de maestra jardinera desafió a los machos de la provincia de Buenos Aires que la subestimaron
Esta vez Caperucita se comió al Lobo y la Bella venció a la Bestia.
Logró algo que parecía imposible: pasó por encima de los aparatos y transformó a La Morsa en un cadáver político que tuvo que volver a esconderse en el baúl en una patética vuelta a sus orígenes. Es que el Sepulturero Scioli no tuvo tiempo de enterrarlo: estaba atisbando su propia tumba en un futuro próximo.
Uno la imagina en medio de flores y de globos y animando un Festilindo. La batalla que tendrá que librar será muy dura. Los lobos, las bestias, el PJ y los narcos acechan. No se irán porque su Jefe haya perdido una elección. Sus negocios son muchos y van a defenderlos a muerte. Hasta Duhalde, un especialista en estos temas, dice que hay que cuidarla.


Macri no vaciló en aceptarle un debate a Scioli.
Será un espectáculo ignominioso tipo circo romano entre un boxeador que está en su mejor momento y alguien que no tiene manos y pese a todo apuesta a un golpe pírrico, de azarosa contundencia. ¿Quiénes serán sus segundos?
La cadena de CFK se hace esperar: se escondió como una rata como tras la masacre de Once y luego del crimen de Nisman. Los seres infelices tienen vedado mostrarse no felices. Se debe menos a la hipocrecía que al pánico de no tener rostro..
Zannini con su mirada de chino extraviado en la neblina no parece muy alentador y La Cámpora que ya lo había dejando solo en el Luna boxeando al Tiempo y que confunde la telarañá en que se metió con un laberinto, interrogando una tradición que va de Teseo al gato vivo y muerto de Schrödinger, creyendo que la falla estuvo en que no se comunicaran bien las excelencias del Modelo.
Macri no es un resentido ni es cruel: le daría la oportunidad de mostrarse magnánimo y llevarse los votos de Massa.
Scioli no tiene manos porque la neolengua mongo se autodestruyó y su ley es no poder ser glosada a diferencia del himno soñado por Caedmon.
Nadie ignora la vocación masoquista de Scioli. Tampoco que década tras década el ¡Argentina Argentina Argentina! defaultina culmina en sekkupu como lo puso en escena Osvaldo Lamborghini.
Lo que nunca uno se imaginaba era que la obsenidad llegara tan lejos para que el pueblo contemple lo que fue su sueño de ayer bajo la forma de un harakiri para todos..

La lista de crímenes por las que el kirchnerismo tendrá que responder

-Jorge Julio López, bautizado como el primer desaparecido en democracia, en la investigación por su muerte en 2006 aparece la mano del oficialismo.
-Raúl “Cacho” Espinosa: denunció que la empresa Conarpesa, aportante a Néstor Kirchner en 2003, estaba vinculada al narcotráfico. Poco después fue asesinado.
-Vittorio Gotti: empresario de la construcción santacruceño, muerto en un extraño accidente ocurrido en 2004. Su empresa competía con Austral Construcciones de Lázaro Baéz.
-Sebastián Forza, asesinado en el marco del triple crimen de Gral. Rodríguez, expediente que 
complica al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
-Leopoldo Bina, asesinado en el marco del triple crimen de Gral. Rodríguez.
-Damián Ferrón, asesinado en el marco del triple crimen de Gral. Rodríguez.
-Iván Heyn, miembro de La Cámpora muerto en extrañas circunstancias en Uruguay.
-Juan Castro, periodista muerto en 2004 en extrañas circunstancias luego de haber tenido una reunión en Casa de Gobierno.
-Candela Rodríguez, su madre es “puntera” kirchnerista y dealer de drogas en San Martín.
-Familia Pomar, aparecidos sospechosamente muertos luego de que el jefe del clan apareciera vinculado a la mafia de los medicamentos.
-Abel Beroiz, tesorero del gremio de Camioneros, asesinado en extrañas circunstancias.
-Carlos Soria, ex gobernador de Río Negro, supuestamente suicidado.
-Mariano Ferreyra, militante del PO, asesinado en el marco de protestas por el sistema de tercerización tolerado por el kirchnerismo.
-Rodolfo Luis Moraña, hombre cercano a Hugo Moyano, suicidado en extrañas circunstancias.
-Patricia Villares, esposa de Pablo Moyano, fallecida luego de una supuesta cirugía estética.
-Alberto Nisman Fiscal, intento denunciar a la Dra. Kirchner
Marcela Díaz


Ya está en campaña para 2019.
No se entiende por qué los medios parecen desconocer el pasado de Massa. El y su mujer son dos locos por el poder y capaces de cualquier cosa para conseguirlo.
Este video muestra los elogios de Massa a Guillermo Moreno- ocupa bien su rol-, el INDEC- mediciones técnicas a y D´Elía que "lucha por la distribución del ingreso". Repárese en sus gestos. Nunca hizo una denuncia contra la corrupción. Su familia es el kirchnerismo.
Cuando fue Jefe de Gabinete Mando al Congreso la Ley de Blanqueo de capitales, que Favoreció el lavado de Dinero Narco, en el 2009 fue Candidato a Diputado Testimonial Junto con Scioli. Expropió las jubilaciones privadas en el 2008, fondos millonarios cuyo destino se desconoce. Boudou es el Padrino de su hijo, y en su Partido están Alberto Fernández, que fue Jefe de Gabinete de Nestor y Cristina y De Mendiguren, representante mayor de la burguesía prebendaria y delictiva argentina. Alberto Fernández antes fue Diputado pór el Partido de Cavallo, y el se dice Fundador del Modelo Kirchnerista junto con Nestor, y Lavagna que no solo fue Ministro de Economia, si no que fue Candidato a Presidente y después de eso volvió a abrazarse a Nestor.

Muchas pequeñas editoriales que reciben subsidios del estado le hacen pagar la obra al autor y se quedan con lo recibido. Son curros del chiquitaje. Estos editores como Bouvard y Pécuchet, siguiendo a Flaubert, deberían volver a su oficio inical de copistas inescrupulosos e intachables..

La educación y el silencio. La violencia por amor fraternal.

La modificación de la Ley Superior de Educación y la anulación del examen de ingreso a las universidades y de los cursos de nivelación según el proyecto de la diputada por el Frente para la Victoria, Adriana Puiggrós me parece directamente violenta y hasta criminal. Alcanza hasta las universidades privadas. De puede discutir el tema de los aranceles en la educación superior. Para mí habría que fortalecer la primara y la secundaria y adaptar la superior a las exigencias del siglo XXI.
¿Qué clase de victoria es ésta nivelación hacia el precipicio? Suena a paco gratis para todos.
Si hay un nuevo gobierno habrá que repensarlo todo.


 Julio joe Oraindi. 9 de noviembre.‎

DESCARADA MANIOBRA QUE PONE SERIAMENTE EN PELIGRO LA SOLVENCIA PATRIMONIAL DEL BANCO CENTRAL
El Gobierno ordenó vender a futuro dólares a un precio irrisorio, permitiendo un descomunal fraude, que deberemos pagar todos al contado y en dólares que no tenemos, o en su defecto incorporar el quebranto que se generará, como un endeudamiento más, del cual deberá hacerse cargo el futuro gobierno:
1.- El BCRA está vendiendo hoy dólares a futuro, a 10,40 pesos por unidad, para ser entregados en marzo.

2.- En el mercado de Nueva York, el dólar a futuro cotiza hoy a 15 pesos.
3.- La brecha entre una y otra cotización, es del 40%.
4.- Es de destacar que el BCRA no posee los “dólares físicos” cuya entrega futura promete al comprador; es de público y notorio que las reservas del Banco Central, bien contabilizadas, arrojan actualmente un saldo negativo.
5.- Mediante esta intervención temeraria, el BCRA se compromete a pagar la diferencia entre el
valor del dólar oficial establecido al celebrar el contrato y el precio al momento de su cumplimiento. A modo de ejemplo, por cada peso de fluctuación negativa de la moneda nacional frente al dólar por encima del precio de contratación de los futuros, aumenta la contingencia del BCRA en un monto aproximado de 15.000 millones de pesos.

6.- Esta “bicicleta financiera” es aprovechada por entidades bancarias, cerealeras y amigos del poder, quienes han estado comprando las divisas a futuro y en el acto revendiendolas en Nueva York para la misma fecha. Llegada ésta, el comprador obtendrá las divisas del BCRA al precio pactado ($10,40) divisas que habrá vendido en el mercado neoyorkino obteniendo una ganancia especulativa del 40 %, a costa de la sangre, sudor y lágrimas de los argentinos.
7.- Se estima que a la fecha, se han realizado operaciones por entre 30.000 y 60.000 millones de pesos. En consecuencia, la Argentina sufrirá un quebranto de entre 12.000 y 24.000 millones, mientras que los especuladores habrán obtenido una ganancia inmediata, sin arriesgar un peso.
El primero en advertir la maniobra, fue el referente económico del espacio Cambiemos, Alfonso Prat-Gay: "Nosotros queremos frenar esto porque claramente hay una actitud temeraria de los responsables del Banco Central, que le quieren complicar la vida al que asuma el 10 de diciembre", denunció el economista, al advertir que el BCRA "está vendiendo dólares que no tiene". Prat-Gay sostuvo que "Esto es como un seguro de cambio para las grandes empresas que son los que tienen acceso a este dólar, que es ilimitado", señaló.
Los diputados Mario Negri y Federico Pinedo- titulares de los bloques de la UCR y el Pro- acudieron conjuntamente a la justicia, presentando una denuncia penal, que recayó en el Juzgado Federal número 11, cuyo titular es Claudio Bonadío. En ella los legisladores acusan al presidente del Banco Central de la República Argentina, Alejandro Vanoli, al resto del directorio y a otros funcionarios de línea que “pudieran estar involucrados” de cometer el delito de “defraudación por infidelidad en perjuicio de la administración pública”, por las operaciones de venta de dólares en el mercado de futuros, a un precio inferior al del mercado.
Estaría bueno que los autores intelectuales y materiales de esta operatoria fraudulenta, no solo respondieran penalmente, sino que también respondieran con sus patrimonios, por el gigantesco daño ocasionado al país.

Decia Tocqueville que la envidia era la principal característica de las sociedades plutocráticas y quien mejor lo expresa es ese personaje balzaciano que la celebra a su favor: “Que mis enemigos queden sin resuello y que mis amigos aúllen/mientras a lo largo de las atestadas calles/ de tu coche nupcial/ ruedan las ruedas de cegadores radios” El personaje disfruta de la envidia real o la que supone le tienen los otros. El lujo y el placer se mezclan con la exhibición.
Se trata en este caso de una envida social, superficial y no la que conduce al mysterium-iniquitatis del que hablan los teólogos- Melville la pone en escena en Billy Budd- y que tiene consecuencias devastadoras para el que la padece y para los otros.
No es el caso de Keats y de Wordsworth que aíslan al principio de placer para transformarlo en un principio único y lo vinculan a la dignidad del hombre y a una creencia ingenua en la naturaleza. Para Keats las mujeres son lujo: aquel suave lujo/ que tuvo entre sus brazos”: La luxury en los sonetos de Shakespeare, que va más lejos que todos, coexiste a veces con el horror. El principio de placer comienza a tambalear como si coexistiera y se mezclara con thanatos.
El mismo Keats lo reconoce en uno de sus sonetos donde habla de “The bitter- sweet of this Shakesperian fruit” y el placer como el lujo y la belleza vinculada a la verdad en su estética entran en crisis en su lectura del Rey Lear:
Once again, te fierce dispute…
Ante el agridulce sabor del fruto shakesperiano, Keats ruega a Shakespeare que lo protega de la desolación y si es consumido por el fuego que lo resucite como el Ave Fénix
El vínculo del lujo y el placer remonta a los orígenes del capitalismo y ha sido estudiado por Werner Sombart en Lujo y capitalismo. Para Sombart las grandes acumulaciones de capital fueron logradas por el comercio de mercancías de lujo y a consecuencia de la creciente demanda de placeres, comodidades, suntosidad y elegancia que se dieron en Europa entre la Edad Media y el siglo XVIII y se originó en las cortes principescas donde fue fundamental la influencia ejercida por las mujeres.Este excedente lujoso no ha sido tenido en cuenta por Marx en su concepción de la acumulación originaria limitándola a la necesidad.
Ya existía ayer la demanda de estos bienes suntuosos que ha crecido considerablemente en el universo de los intangibles y lo inmaterial al extremo que la demanda es que los estados mismos le faciliten la buena vida y la felicidad a sus protegidos, sin tener en cuenta que el amargo fruto shakespereano insista del lado oscuro del deseo en el deseable juego transparente de la oferta y la demanda


No soy entendido en temas de educación y de hecho me parece mucho más difícil enseñar algo que aprenderlo por la responsabilidad que implica. Siempre admiré a los maestros o enseñantes que aman su profesión y agradezco a los que me la hicieron difícil. Lo único que sé es que no hay manera de abuenar a las matemáticas o a la gramática pero si contar la historia de San Martín mediante la narrativa de Paka Paka. La exigencia y la excelencia han sido abolidas en todos los niveles por el populismo. Predominan el facilismo y el buenismo. No se entiende que en el Ado a través de sus exigencias y rebeliones, la total falta de respeto a los mayores, hay un deseo desesperado de ley e incluso un pedido de represión.
El facilismo y el buenismo son criminales porque asesinan la base de sustentación de un país que no reside en los productos primarios sino en su materia gris.
El film de Kassovitz, Assassin(s), muestra a un joven que se transforma en asesino por el lazo que tiene con el padre que le trasmite la violencia por amor…fraternal. Conozo a dos padres antes de casarse, uno era serio y solemne, el otro mujeriego y jodón y éramos los tres amigos. Cuando se casaron el primero se dejó dominar totalmente por su hijo como si tuviera temor de asumirse como padre y hoy tiene que pedirle permiso si quiere decirle algo. Vive emparejado con su hijo al que toma como compañero de juego. Hasta ahí llega. En un contexto de trabajo no pude contenerme e intervine y le dije al pibe que tratara mejor a su viejo al que estaba a punto de pegarle. El padre se enojó conmigo y me dijo que no me metiera. Quería seguir emparejado sin poder asumir un lugar de Tercero. Hubo un silencio. Había que hacer silencio sobre eso. Me dije que la clave de todo estaba en ese silencio como sucede en historias entre una mujer y un hombre, parejas emparejadas que viven en la violencia: un silencio angustiado donde se ha roto la conexión entre el deseo y la ley. El pibe vivía en una contenida violencia. La violencia no puede sustituir la ley, sólo denunciar brutalmente su ausencia..
El otro, el fiestero, que seducía a toda mujer que se cruzaba en su camino para decirlo en cristiano, ni bien se casó se transformó en un padre ejemplar, que ama a sus hijos y los tiene a raya. Milagros de los cuales sólo el amor sabe. Hace pocos lo encontré y hablamos del caso del otro dominado por su hijo. Este pibe me resultaba soberbio e insoportable. A veces me daba pena verlo tan amargado, nunca lo vi sonreír y apenas me tenía en cuenta. Había que agradecerle el saludo. Pero mi amigo me dijo en cuanto a su soberbia: eso es lo que parece, el cuando viene a jugar al fútbol con mis hijos me dice qué suerte tienen tus hijos en tener un padre así, a mi ni mi madre ni mi viejo me dan bolilla, me dejan solo y no sé que hacer….el pibe lo decía totalmente angustiado. Había roto el silencio.
Este Ado está condenado a ser un autor de su propia ley sin contar con ningún elemento y el buenismo y el facilismo sumado al silencio que se cierra sobre él terminarán por fecundar síntomas que le harán la vida imposible gracias a tanto amor fraternal..

Las preguntas insulsas.
"¿Qué cuernos hago aquí, escribiendo esto?". Esta es la pregunta esencial, la idea central de toda la obra de Beckett; algo que todos los seres humanos deberían preguntarse; el obrero, el empleado, el profesional. Todos deberían preguntarse: "¿Qué mierda estoy haciendo acá, en esta vida?". Esta es la pregunta fundamental en la vida y en la literatura. Mi obra siempre versa sobre eso." Raymond Federman, afirmaba en marzo de 1980.
Este es el tipo de preguntas mal formuladas, falsamente filosóficas y que alientan la estupidez del género humano. Primer paso: se vacía todo de sentido, hasta la sonrisa de un niño. Segundo paso: se pregunta con aire profundo por qué nada tiene sentido. “Un niño no puede ser tan perverso para negar todas las guerras”. Esta frase de Chesterton siempre me ha acompañado, está en mi primer libro que gira en torno a la concepción de la criatura donde guerra es la infancia del mundo y Cristo- siempre rodeado de putas- no ha venido a traer precisamente la paz. Las implicaciones éticas y sexuales de esta negación son catastróficas y están a la vanguardia del malestar.
La pregunta que habría que hacerse es: ¿qué tipo de violencia me trabaja para que me haga este tipo de insulsas preguntas de las que se burlan los mismos personajes de Beckett que se hastiaron del la estupidez de lo humano precisamente por que no eran inhumanos? Supone la negación que la vida, bios, tiene la misma raíz de la palabra violencia. Movimientos como el existencialismo no han podido responderla y esto se extiende al posmodernismo ombliguista y zombi. Es un tipo de pregunta pacificadora que niega la existencia de la violencia y la guerra.primero y que luego culminan en un Vattimo que pasa de hablar para un jardín de infantes siniestros a pedir misiles para Hamas para " empatar" dos contrincantes que no son opuestos sino que no tienen la más mínima afinidad en sus valores.

La negación de que si alguien puede formularse tal pregunta “libre” se debe a que otros, muchos, murieron luchando por la libertad. Hay también una confusión entre la violencia y la guerra. Veamos el caso de Gandhi. La no violencia como estrategia desconcierta al otro, al partenaire, lo deja con solo con su violencia entre las manos. Funciona cuando la violencia del otro está encuadrada y civilizada: así sucedió con los ingleses en la India, pero no impidió que fuera asesinado por uno de los suyos. Pero cuando Gandhi dice que los judíos deberían haberse dejado asesinar para que la paz sea posible en el mundo entra en un dominio zombi pacifista porque en el nazismo la violencia es totalitaria y los judíos con sólo un comienzo del exterminio que alcanzaría al propio Gandhi si no hubiera sido asesinado por uno de los suyos.
Nótese que Gandhi deja de lado lo hindú y apela a la Dialéctica occidental de tipo hegeliano que a esta altura debería ser declarada un crimen contra la humanidad.La afirmación zombi de Hegel que el judaísmo es la religión del odio y el cristianismo la del amor es suficiente para mostrar uno de sus frutos.
A Gandhi se le preguntó algo similar en 1938 y su respuesta está incluida en Gandhi y Stalin de Louis Fischer: "Los judíos alemanes debían cometer suicidio colectivo, lo que habría levantado al mundo contra la violencia de Hitler"
Después de la guerra, Gandhi se justificó:" Los judíos de todos modos habrían sido asesinados, así que podían haber muerto de modo significativo".
No se puede ser más hijo de puta.

George Orwell, en Reflexiones acerca de Gandhi, I949, escribe:”Se diría que la segunda respuesta de Gandhi es todavía más cínica que la primera, lo que es constante es su incurable y fanático pacifismo.” Los judíos deberían haberse suicidado, es decir, asesinado a sí mismos y con ello hubieran evitado grandes desgracias a la humanidad. Fueron egoístas. Pero resulta que los judíos no eran los únicos que estaban en la mira del programa de exterminio nazi: estaban los negros, los gitanos, los que tenían enfermedades pulmonares u otras deficiencias, los comunistas y cualquiera que no respondiese a un prototipo ario que por un curioso error los nazis tomaron de alguien que desconocían que era judío”
Los egoístas son los burgueses que sean de derecha o de izquierda siempre quieren que los otros mueran por ellos para que de tanto negar el corte vínculo que constituye el sujeto, colonizados e idiotizados por el nihilismo formulen preguntas de una superficial profundidad como qué cuernos hago aquí…mientras trata de ganar un premio literario como Federman.
La guerra no es una violencia cualquiera, supone la política, la forma más alta del pensamiento humano según Arendt, que hoy es curiosamente la más degradada. Por eso he insistido siempre que la guerra de los mundos- que siempre ha existido, los períodos de paz son solamente treguas- es el a priori de todo pensamiento y supone la existencia de valores que se defiende o abandona al enemigo que desescha toda estrategia de la paz..
(Para más detalles: Orwell y las preguntas no respondidas, libros peligrosos, agosto, 2014).


André Glucksmann y la ninfa Europa

“Las causas de las crisis brillan por su multiplicidad. Unas parecen correr ciclos cortos, otros largas distancias, las hay, en fin, las que dependen del comportamiento de los agentes económicos, del estado de la producción, de la circulación de las relaciones internacionales. Habida cuenta de las mil catástrofes que se esbozan de ese modo, sería adecuado preguntarse por qué no existen siempre: ¿cuál es la causa de la no crisis”.
Fallecido a los 78 años de cáncer, André Glucksmann siempre le cambió el juego a los bienpensantes que toman sus ilusiones como pensamientos como si la crisis no fuera el aire mismo que se respira desde Esquilo y la guerra no estuviera siempre en el horizonte. Esta doble negación cobra en su escritura la dimensión de una afirmación trágica que anuncia la muerte de Europa cada vez más empeñada en la voluntad de ignorar. La ninfa Europa actuando de cenicienta pospone su suicido porque tiene que participar en la Fiesta en el salón de las sucesivas madame Verdurin que es peor que el suicidio mismo y rechaza en el camino la verdad que Diógenes le muestra a manos llenas.
Cuando la histeria es dura es imposible defender la ninfa de si misma. Pero a diferencia de lo que dice Parmémides,lo imposible existe.
Osvaldo Lamborghini y Hugo Savino fueron los únicos lectores que le conocí. Un día de pasada vi a Luis Chitarroni y me dio Dostoievsky en Manhattan- “esto es para vos”- que nunca fue traducido.

La vanguardia local estaba en busca de aplaudidores y consumidores contestatarios y Glucksmann hacía demasiado visible los efectos del Gulag primero y del terrorismo islamita después. La guerra irrumpía como la verdad negada de Verdurin, la ninfa y los estafadores masivos oficiando de ideólogos. Ya nadie podía leer una página sin un chip en la cabeza.
Ejerció siempre el cinismo y la pasión ante los dogmatismos sobre el fondo de una ética de la convicción que a veces lo llevó a cambiar de borde más que de bando político. Se lo conoció por ser uno de los líderes de Mayo 68. Al principio no me interesó: Mayo 68 me parecía una rebelión infantil en comparación con el Cordobazo, dos acontecimientos inéditos pero de desproporcionada incripción simbólica: el Mayo francés dio lugar a gestores de empresas, eurodiputados-Cohn-Bendit apareció trajeado- y al eterno retorno de lo hippie, el Cordobazo, que unió a estudiantes y obreros en eco con la revolución húngara de 1956 fue abortado por la misma izquierda argenta que a partir de la ejecución de Aramburu opta por una vía montonera y guevarista, olvidándose de la clase obrera que era el sujeto supuesto de la revolución.
Fue en un primer momento maoísta, pero rompió con el comunismo en los setenta, al denunciar el gulag soviético y la masacre de los "boat people", que huían del Vietnam comunista. En "La cuisiniere et le mangeur d'homme" (La cocinera y el devorador de hombres), editado en 1975, Glucksmann explicaba que "el marxismo no produce sólo paradojas científicas sino también campos de concentración" y a partir de ese momento cayó en descrédito para la izquierda que durante casi todo el siglo XX siguió siendo estalinista.
La Fuerza del Vértigo es para mí una obra ineludible centrada en la disuasión o “el entendimiento de los que no se entienden” como respuesta al “antes rojo que muerto” de los verdes pacifistas de los ochenta que se negaban a ser defendidos por los Pershings norteamericanos ante las ojivas nucleares soviéticas colocadas en Europa del Este. Lee a Proust como un gran intérprete de disuasión: en todo compromiso subyace una Madame Verdurin y Charlus sabe que la delicia del croissant se acentúa con la violencia ambiente. Es ahí donde en Europa florece el pensamiento que llamo la gran dimisión: preferían ser convertidos, ayer, en un campo soviético ante la amenaza de morir nuclearizados como hoy prefieren convertirse al islamismo antes de defender sus valores de libertad y el derecho como limitación del poder absoluto. Auschwitz fue en vano para los bienpensansantes pacifistas que no aprendieron que hay cosas muchos peores que la muerte. En la medida que la cultura argentina fue hegemonizada por el castrotercermundismo y la negación de los gulags y va entrando en la irrealidad, Glucksmann se va volviendo cada vez más ilegible, especialmente en Dostoievsky en Manhattan y Oeste contra Oeste, escritos a partir del atentado a las Torres Gemelas y que dan lugar a una cuarta guerra mundial que se estructura como guerra contra los civiles indefensos. En Oeste contra Oeste muestra la diferencia abismal entre la intervención norteamericana en Irak que apuntaba solamente al la guardia de Saddam Hussein y el exterminio de Putin de Grozni y de las aldeas chechenas, un pueblo del cual fue gran amigo. Entramos en el impensado universo de la post-disuación porque los enemigos de la libertad no tienen nada que perder, salvo la propia vida que desprecian. Defendió a la Europa suicida que presenta León Poliakov desde la misma cultura europea- Diógenes, Grocio, Proust- como un moderno Montaigne siempre en desacuerdo consigo mismo.
El Sofista, ayer, se definía para ganar la partida al mismo tiempo como partidario de Heráclito- todo pasa- y de Parménides- sólo digo lo que es-, aun si cuando se dice que todo pasas sólo puede decirse lo que es, hoy, definitivamente descerebrado y convertido definitivamente al nihilismo es el que nos dice que la caída de las Torres fue un autoatentado y al mismo tiempo lo celebra como una merecida derrota del imperialismo y la globalización.

Decia Tocqueville que la envidia era la principal característica de las sociedades plutocráticas y quien mejor lo expresa es ese personaje balzaciano que la celebra a su favor: “Que mis enemigos queden sin resuello y que mis amigos aúllen/mientras a lo largo de las atestadas calles/ de tu coche nupcial/ ruedan las ruedas de cegadores radios” El personaje disfruta de la envidia real o la que supone le tienen los otros. El lujo y el placer se mezclan con la exhibición.
Se trata en este caso de una envida social, superficial y no la que conduce al mysterium-iniquitatis del que hablan los teólogos- Melville la pone en escena en Billy Budd- y que tiene consecuencias devastadoras para el que la padece y para los otros.
No es el caso de Keats y de Wordsworth que aíslan al principio de placer para transformarlo en un principio único y lo vinculan a la dignidad del hombre y a una creencia ingenua en la naturaleza. Para Keats las mujeres son lujo: aquel suave lujo/ que tuvo entre sus brazos”: La luxury en los sonetos de Shakespeare, que va más lejos que todos, coexiste a veces con el horror. El principio de placer comienza a tambalear como si coexistiera y se mezclara con thanatos.
El mismo Keats lo reconoce en uno de sus sonetos donde habla de “The bitter- sweet of this Shakesperian fruit” y el placer como el lujo y la belleza vinculada a la verdad en su estética entran en crisis en su lectura del Rey Lear:
Once again, te fierce dispute…
Ante el agridulce sabor del fruto shakesperiano, Keats ruega a Shakespeare que lo protega de la desolación y si es consumido por el fuego que lo resucite como el Ave Fénix
El vínculo del lujo y el placer remonta a los orígenes del capitalismo y ha sido estudiado por Werner Sombart en Lujo y capitalismo. Para Sombart las grandes acumulaciones de capital fueron logradas por el comercio de mercancías de lujo y a consecuencia de la creciente demanda de placeres, comodidades, suntosidad y elegancia que se dieron en Europa entre la Edad Media y el siglo XVIII y se originó en las cortes principescas donde fue fundamental la influencia ejercida por las mujeres.Este excedente lujoso no ha sido tenido en cuenta por Marx en su concepción de la acumulación originaria limitándola a la necesidad.
Ya existía ayer la demanda de estos bienes suntuosos que ha crecido considerablemente en el universo de los intangibles y lo inmaterial al extremo que la demanda es que los estados mismos le faciliten la buena vida y la felicidad a sus protegidos, sin tener en cuenta que el amargo fruto shakespereano insista del lado oscuro del deseo en el deseable juego transparente de la oferta y la demanda,.

YPF ES UNO DE LOS MAYORES BOTINES K
Por algo estos megachorros querían ocutar la cláusula secreta del contrato con Chevron. El New York Timpes la publicó.
Resulta que ahora es una empresa privada. Por algo ocultaban la cláusula secreta " antimperialista" que puede resumirse así: todo para Chevron y el resto para los K, en un contrato todavía peor que los de los noventa.
• La ley aplicable del convenio, en caso de incumplimiento o disputas, no es la de Argentina sino la que rige en la ciudad de Nueva York.

• En caso de existir un desacuerdo o un conflicto entre Chevron y la petrolera nacional, la jurisdicción no sería los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), con sede en Francia.
El tercer ítem, que niega Galuccio pero que ha sido confirmado por fuentes cercanas a Sapag y representantes de la Asociación de Abogados Ambientalistas, según el sitio 'iProfesional', es el siguiente:
• YPF depositará en sucesivas semanas US$100 millones en un banco de USA en concepto de escrow (depósito o garantía) para que Chevron pueda, eventualmente, cobrar de esa cuenta las futuras utilidades del negocio.
El 'New York Times' revela que la petrolera estadounidense quedará protegida de las pérdidas financieras que pudiera sufrir ante cambios en los vientos políticos.
Agrega que la salida de la compañía no sólo podrá concretarse sin penalización alguna sino que, además, Chevron continuará recibiendo parte de las regalías de aquellos pozos que alcance a poner en marcha antes de emprender su retirada.
¿Volverá Scioli a estatizarla robando a manos llenas por tercera vez?
YPF ES UNO DE LOS MAYORES BOTINES K
Por algo estos megachorros querían ocutar la cláusula secreta del contrato con Chevron. El New York Timpes la publicó.
Resulta que ahora es una empresa privada. Por algo ocultaban la cláusula secreta " antimperialista" que puede resumirse así: todo para Chevron y el resto para los K, en un contrato todavía peor que los de los noventa.
• La ley aplicable del convenio, en caso de incumplimiento o disputas, no es la de Argentina sino la que rige en la ciudad de Nueva York.

• En caso de existir un desacuerdo o un conflicto entre Chevron y la petrolera nacional, la jurisdicción no sería los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), con sede en Francia.
El tercer ítem, que niega Galuccio pero que ha sido confirmado por fuentes cercanas a Sapag y representantes de la Asociación de Abogados Ambientalistas, según el sitio 'iProfesional', es el siguiente:
• YPF depositará en sucesivas semanas US$100 millones en un banco de USA en concepto de escrow (depósito o garantía) para que Chevron pueda, eventualmente, cobrar de esa cuenta las futuras utilidades del negocio.
El 'New York Times' revela que la petrolera estadounidense quedará protegida de las pérdidas financieras que pudiera sufrir ante cambios en los vientos políticos.
Agrega que la salida de la compañía no sólo podrá concretarse sin penalización alguna sino que, además, Chevron continuará recibiendo parte de las regalías de aquellos pozos que alcance a poner en marcha antes de emprender su retirada.
¿Volverá Scioli a estatizarla robando a manos llenas por tercera vez?

Estamos lejos del neoplatónico Marsilio Ficcino: "Por doquier sólo se desea el bien, por doquier sólo se encuentra la verdad".
¿La banalidad del mal es el bien nuestro de cada día?
El individuo según Montaigne no armoniza en todo momento con los demás ni consigo mismo.
La guerra de los bóers introdujo el campo de concentración en la rutina del siglo y Péguy apostrofó: " No confundáis a los ingleses y a los bóers porque comprobáis que pertenecen a la misma clase blanca. No confundáis un obrero de una fábarica de tul y a su patrono cuando comprobaís que son la misma Francia. No os confundáis con Zévaès y con Vaillant cuando hayáis creado entre ellos una artificial y formal unidad socialista".
El ojo cristalino que sólo comprobaba el bien de pronto se encuentra con cataratas que descienden sobre un fractal.:

"Videla tuvo el coraje de hacer lo que nadie se animó" (Daniel Scioli, 1987).
Admirador de Videla y amante de Venecia, pusilánime con los kakás hasta el fin, el motonauta cierra su campaña pasado por las modestas aguas de Berazategui..





miércoles, 14 de octubre de 2015

¿Territorios palestinos ocupados? Revista de Medio Oriente.

“Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones”, Gregorio Marañon
Parece existir algo que, benevolentemente, podría calificarse de voluntarismo retrospectivo (cuando no de un desprecio absoluto por la verdad) para modificar el sentido de los hechos, la letra de resoluciones y acuerdos y para, en definitiva, pervertir la propia Historia con el fin de que el presente pretendido sea una consecuencia de ese “pasado” impostado, de esas palabras subvertidas.
Se trata de la paradójica degradación de la verdad en nombre de supuesta “verdad” alternativa. El olvido de la razón, como reza el título del libro de Juan José Sebreli. La verdad como objeto intercambiable según las conveniencias ideológicas. Un simulacro de lo justo, de los sincero y desinteresado.
Sólo así es posible hablar de fronteras de 1967 o pre-1967; de “territorios palestinos” o de “territorios palestinos ocupados”. Sólo así porque la realidad, y las normas de esa realidad, indican, según muchos expertos en derecho internacional, algo bien distinto. Pero es que, además, reconocer la línea de armisticio de 1949 como una frontera, supone condonar la agresión árabe; y reconocer lo que ni los propios árabes quisieron hacer durante la firma de dicho armisticio.
Esta manipulación factual conduce a que una regla, ley o norma, no se aplique según los mismos criterios en un caso que en otro. Así, uno no puede menos que preguntase, ¿dónde reside, entonces, la justicia? ¿O la justicia es un elemento marginal en una disputa ideológica (un medio, más que un fin)? Evidentemente ciertos sectores que forman parte del conflicto árabe-israelí, motivados políticamente, hacen una utilización tergiversada de la realidad y relativizan cada concepto y cada hecho hasta que parecen conceptos y hechos totalmente distintos.
¿Y qué sucede con los medios de comunicación?
Matthew Gentzkow, profesor de la Universidad de Chicago, sostiene en un ensayo (Media Bias and Reputation) que un consumidor bayesiano –aquel que realiza inferencias estadísticas u observaciones para deducir la probabilidad de que una hipótesis pueda ser cierta – que no está seguro de la calidad de una fuente de información, concluirá que la fuente es más fiable cuando la información confirma sus expectativas previas.
A partir de esto, surge pregunta ineludible, ¿qué es lo que guía a los medios a la hora de informar sobre el conflicto árabe-israelí?¿Responde a una necesidad mercantilista de posicionarse de una manera dada ante un determinado tema para mantener una cierta “reputación” de cara a su público?
Así, llegamos, o volvemos, al tema en cuestión: los “territorios palestinos ocupados”, según el canon informativo global. Unos territorios cuyo estatus final - según las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, así como conforme a los Acuerdos bilaterales firmados por israelíes y palestinos y la Hoja de Ruta – deberá ser decidido mediante negociaciones entre las partes en conflicto.
La expresión “territorio palestino ocupado” condiciona, entonces, dichas negociaciones, pues presupone que existen unos territorios ya definidos, con lo cual, ¿qué quedaría por negociar? Esta definición, además, no es empleada en casos análogos, como el Sáhara Occidental, el norte de Chipre, Tíbet, Nagorno Karabaj, Islas Kuriles o Cachemira. En estos casos se habla de “territorios en disputa”, pero en cuanto aparecen Judea y Samaria (Cisjordania), aparece la configuración predeterminada: “Cisjordania ocupada”.
El problema es que la utilización del calificativo de “territorios palestinos ocupados”, más allá del doble rasero y el posicionamiento político que implica, no se adecúa al derecho internacional, donde, como se expondrá en este artículo, dicha expresión se aplica a territorios que hayan estado bajo una soberanía previa y que ahora se encuentran ocupados por una fuerza enemiga.
Mas, a estas alturas, qué puede esperarse de una “comunidad internacional” que tiene a la ONU como portavoz, un organismo que sostiene que la Franja de Gaza aún está bajo ocupación israelí (uno de sus argumentos es que Israel “controla” sus “fronteras”: ¿quién diseñará los mapas que utiliza la ONU? ¿O es que por economizar no han plasmado la “frontera” sur de Gaza con Egipto?). Y esto, a pesar de que uno de los líderes del grupo terrorista Hamas, Mahomoud Zahhar declarase, según publico la agencia palestina Ma'an el 3 de enero de 2012:
“Cuando Gaza estaba ocupada, ese modelo [manifestaciones] era aplicable”.
Y, más contundente aún, Mohammed Nuseir, miembro de la oficina política del grupo terrorista Hamas, declaraba en febrero de 2008 que:
“Gaza no está ocupada, así que, ¿por qué debería Israel tener ningún papel [en el cruce fronterizo entre Gaza y Egipto] cuando no tiene ninguna presencia en el límite entre Egipto y Gaza?”
Si Gaza está “ocupada”, ¿se trata entonces de una “ocupación” conjunta egipcio-israelí?
Pero es que la ONU ha llegado a ser una suma de despropósitos e hipocresías, a tal punto que refiere Jerusalén Este como parte de los “territorios palestinos” cuando, en un principio, tal como lo explica el profesor Arie M. Kacowiz, Las fronteras de Israel, la Asamblea General de la ONU aprobó el 29 de noviembre de 1947 la Resolución 181 por la que recomendaba la partición de Palestina Occidental en dos estados – un Estado Judío y un Estado Árabe, y “la ciudad de Jerusalén (incluyendo Belén y la periferia) como una entidad separada bajo control internacional”. Así pues, la ONU ha decidido conceder un premio (de tantos) a los propios atacantes.
Avinoam Sharon, ex fiscal militar para Judea, Samaria y Gaza, comenta en un artículo de 2009 que el término “ocupación” se emplea muy a menudo con una intencionalidad política, sin tener en cuenta el significado legal ni las consecuencias de la reducción de complejas situaciones, donde existen reclamos encontrados, a categorías predefinidas.
Y compara:
“Iraq fue ocupado por las fuerzas de la Coalición desde la primavera de 2003 hasta el 28 de junio de 2004, cuando la autoridad fue entregada al Gobierno Interino iraquí. En ese punto, las fuerzas de la Coalición permanecieron en Iraq, pero el país ya no se consideró ocupado. Si entregar la autoridad a un gobierno interino nombrado por la propia Coalición finalizó la ocupación en Iraq, ¿no sería cierto lo mismo para el establecimiento de la Autoridad Palestina e Israel? De hecho, cuando el presidente iraquí, Jalal Talibanin declaró: ‘Iraq no está ocupado, pero hay tropas extranjeras en su suelo, lo que es distinto', realizó una distinción comúnmente mal interpretada”.
La pregunta de Sharon se quedará sin respuesta, como tantas otras. Y es que no importa que el Acuerdo Interino entre israelíes y palestinos haya supuesto la transferencia de autoridad del gobierno militar israelí a la Autoridad Palestina y la retirada de tropas israelíes de las áreas designadas; ni que parecería apropiado indicar que, al menos las áreas bajo efectivo control de la Autoridad Palestina, ya no se encuentran bajo “ocupación”; o que la presencia de tropas israelíes en la zona fue acordada y regulada por dicho Acuerdo. La verdad se esquiva.
A tal punto llega el despropósito, que la Autoridad Palestina repetidamente ha afirmado en las cortes de Estados Unidos – véase el caso Ungar vs. Autoridad Palestina, OLP, Yasser Arafat y otros (página 6)- que constituye un “estado extranjero” y que está protegido por la “inmunidad soberana” – argumentos que fueron rechazados por la corte -. ¿Cómo puede coexistir algo así como “inmunidad soberana” y “ocupación”? Soberanía y ocupación no parecen ser sinónimos, sino más bien lo contrario.
¿No es esto una suerte de reconocimiento oficial de que no existe “ocupación” israelí?
Yaron y Efrat Ungar fueron asesinados por dos pistoleros palestinos mientras conducían de Jerusalén a Tel Aviv el 9 de junio de 1996. En marzo de 2000 los familiares presentaron una demanda (bajo una ley federal llamada la ley Antiterrorista, que permite al patrimonio de los ciudadanos muertos por ataques terroristas en el extranjero reclamar indemnizaciones) contra Yasser Arafat, la OLP y el grupo terrorista Hamas en Providence, Rhode Island, ya que Yaron tenía doble ciudadanía – estadounidense-israelí -.
En febrero 2011 se llegó a un acuerdo confidencial que dio por terminado el caso.
Antecedentes históricos
Howard Grief (Legal Rights and Title of Sovereignty of the Jewish People to the Land of Israel and Palestine under International Law) expone que bajo los términos del acuerdo al que llegaron las principales potencias aliadas – Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón – luego de la Primera Guerra Mundial, no habría anexión de los territorios turcos conquistados. En su lugar, se colocarían bajo el sistema de Mandatos, y serían administrados por una “Nación avanzada” hasta que estuviesen preparados para auto-gobernarse. El sistema de Mandatos se estableció y fue regido por el Artículo 22 del Pacto de la Liga de las Naciones (1919), contenido en el Tratado de Versalles (1920) y en todos los otros tratados de paz firmados por las potencias centrales – Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía.
La creación oficial de Palestina como país o entidad política (como parte del Mandato), tuvo lugar en la Conferencia de Paz de San Remo en 1920, donde la Declaración Balfour fue adoptada por el Consejo Supremo de las principales potencias aliadas como la base para la futura administración de Palestina. Así, resalta Howard Grief, el momento del nacimiento de los derechos legales y el título de soberanía judíos tuvo lugar al mismo tiempo en que Palestina fue creado como un estado del Mandato, “ya que fue creado sin otro motivo que reconstituir el antiguo estado judío de Judea en cumplimiento de la Declaración Balfour (“El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío…”) y las provisiones generales del artículo 22 del Pacto de la Liga de Naciones”. Grief concluye que esto significa que, desde el inicio, Palestina era legalmente parte del estado judío que, en teoría, debía ser guiado hacia la independencia por un Mandatario o Administrador que actuaría también como tutor. La Resolución de San Remo, pues, convirtió, como explica Grief, a la Declaración Balfour de una mera declaración política británica en una obligación legal.
El documento del Mandato de Palestina establecía:
“En tanto que las principales potencias aliadas han acordado, con el fin de dar cumplimiento a las disposiciones del artículo 22 del Pacto de la Liga de Naciones, confiar a un Mandatario, seleccionado por dichas potencias, la administración del territorio de Palestina, que anteriormente pertenecía al Imperio Turco…”.
“En tanto que las principales potencias aliadas también han acordado que el Mandatario debe ser el responsable de poner en vigor la declaración formulada originalmente el 2 de noviembre de 1917, en la cual el Gobierno de Su Majestad Británica - y aprobado por dichas potencias - a favor de la creación en Palestina de un Hogar Nacional para el pueblo judío, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de comunidades no-judías existentes en Palestina…”.
“En tanto que de este modo se le ha dado reconocimiento a la conexión histórica del pueblo judío con Palestina…”.
Fuente: Passia.org
En resumen, Palestina era una denominación geográfica, no política (era política en tanto y cuanto a los efectos del Mandato se refiere); dicho territorio estaba destinado a la creación del Hogar Nacional Judío; y a las comunidades no judías se le reconocían derechos civiles y religiosos, no políticos.
Asimismo, Eli Hertz en su trabajo Reply destaca que:
“El Mandato no menciona la palabra “palestinos” o la frase “árabes palestinos” ni una sola vez…”.
A esto se suma el hecho de que el artículo 6 del Mandato Palestino de 1922 de la Liga de las Naciones alentaba los “asentamientos judíos” en el territorio al oeste del río Jordán. El Mandato animó el asentamiento únicamente al oeste del río porque Gran Bretaña, ese mismo año, seccionó Transjordania (Jordania) de Palestina, creando un nuevo estado árabe. A su vez, la Carta de la ONU de 1945, en su capítulo XII, Artículo 80, otorga continuidad a los derechos judíos bajo el Mandato.
Con este marco legal presente, ¿la recomendación de partición por parte de la ONU (Resolución 181) en 1947 no violaba el derecho internacional al recortar aún más el territorio legalmente destinado al Hogar Nacional Judío?
Aún así, la comunidad judía de Palestina aceptó dicha recomendación; en tanto los estados árabes (Líbano, Siria, Egipto – asistido por contingentes de Sudán -, Jordania, Iraq y los propios palestinos), la rechazaron y lanzaron una agresión armada que dejó como resultado la famosa Línea Verde que hoy dan en llamar “frontera”.
Para sostener el armazón argumental de la “tesis” de la “ocupación” o de la “ilegalidad” de la misma (y, a la vez, la adjudicación sin más de ese territorio al “pueblo palestino”), la llamada “comunidad internacional” y, los medios de comunicación con ella, hablan, en su gran mayoría, de las “fronteras anteriores a 1967” o “fronteras de 1967”. ¿Existe tal cosa?
No. La palabra “frontera”, como apunta Tamar Sternthal, analista de CAMERA, implica una dimensión de legalidad y permanencia que no se aplica a este caso.
Además, reconocer la Línea Verde (línea de armisticio entre Israel y Jordania de 1949) como frontera, supone, por un lado, condonar la agresión árabe y, por otro, reconocer una demarcación que, como indica Robbie Sabel en su ensayo International Legal Issues of the Arab-Israeli Conflict: An Israeli Lawyer's Position, los estados árabes insistieron en no darle el estatus de frontera permanente.
Otra vez, premio para el agresor.
Pero, surge una paradoja. Si se reconocen las líneas de 1949 como fronteras de facto, ¿a quién pertenece Cisjordania? La respuesta es evidente: a Jordania: que anexó dicho territorio en abril de 1950 (anexión reconocida por Gran Bretaña, ¡que ahora los considera de “territorios palestinos”¡). ¿O se puede pretender imponer esa línea como frontera, pero cambiar la titularidad, sin más, del territorio hacia el Este de la misma? ¿Así funciona del derecho internacional? ¿A golpe de arbitrariedades?
Es más, el artículo 3 del Acuerdo de Paz entre Israel y Jordania establece la frontera entre ambos estados. Avinoam Sharon apunta que al menos dos aspectos relevantes a la “ocupación” de Cisjordania fueron afectados. El punto 2 de dicho artículo declara:
“El límite, como se indica en el Anexo I (a), es el límite internacional permanente, seguro y reconocido entre Israel y Jordania, sin prejuicio del estatus de los territorios que quedaron bajo control del gobierno militar israelí en 1967”.
Sharon mantenía que el artículo resuelve la cuestión de cualquier posible reclamo de soberanía por parte de Jordania; e, independientemente del “estatus de los territorios”, desposee a la línea de alto el fuego de 1949 de cualquier significado histórico. Una vez se establecieron los límites internacionales permanentes, la línea de armisticio no tiene ninguna importancia para los ex beligerantes.
Pero, ¿puede transferir un ocupante ilegal – Jordania (declaración del Rey Hussein del 31 de julio de 1988) – los “derechos” sobre este territorio a una tercera parte – los palestinos?
El disparate pretende ser regla. Y la “comunidad internacional” así lo ratifica.
Es preciso, también, remarcar que los derechos políticos árabes a la auto-determinación fueron garantizados por la misma Liga de las Naciones en otros cuatro mandatos: en Líbano y Siria (Mandato Francés), Iraq, y, posteriormente, Transjordania (Mandato Británico). Gran parte de Oriente Medio quedaba, así, bajo su jurisdicción. Pero es que, además, si el objetivo árabe era crear un Estado palestino, ¿cómo es que rechazaron la recomendación de la Comisión Peel en 1937 y la de partición de la ONU en 1947; y, luego, cuando Jordania y Egipto se hicieron con el control de Cisjordania y Gaza respectivamente (entre 1949 y 1967), jamás se plantearon crear dicho Estado?
De hecho, los propios palestinos rechazaron el “pilar de la autodeterminación palestina”, tal como indica claramente la Carta de la OLP con respecto al Mandato y al Plan de Partición:
“Artículo 19: La partición de Palestina en 1947 y el establecimiento del Estado de Israel son enteramente ilegales, independientemente del paso del tiempo…
Artículo 20: La Declaración Balfour, el Mandato de Palestina, y todo aquello que ha sido basado en las mismas, se consideran nulos y sin fuerza legal”.
Un artículo publicado el 1 de junio de 2012 por Arutz Sheva, indica que a pesar de las cartas que Yasser Arafat le escribió en 1993 a Yitzak Rabin y en 1998 a Bill Clinton, indicando que las aquellas cláusulas de la Carta de la OLP que fueran contrarias al proceso de paz, ya no se encontraban en vigor. Pero el artículo que señala que ya en 1996 el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel emitió un comunicado declarando que la OLP no había modificado las cláusulas de la Carta; y que no hay ni un solo documento que se haya hecho público que apoye la afirmación de que se ha realizado algún cambio alguna vez en dicha Carta.
De hecho, un artículo de 2012 escrito por el activista palestino Mazin Qumsiyeh y titulado PLO Charter Was Not Legally Amended (La Carta de la OLP no fue legalmente modificada) reproduce íntegramente la Carta de la OLP tal como fue redactada en 1968. El papel de la ONU Hertz indica que fácilmente puede rastrearse el intento de la Asamblea General de legislar cambios en el estatus de los territorios:
“Cómo se alteró la definición del estatuto de los territorios está bien documentado en el sitio web de la delegación palestina ante las Naciones Unidas que publica las decisiones hito pro-palestinas. El examen revela cómo a través de los años las resoluciones de la Asamblea General de la ONU y la redacción de resoluciones por subcomités avanza de ‘territorios' a ‘territorios ocupados' y a ‘Territorios Ocupados', ‘Territorios árabes'; a ‘territorios palestinos ocupados' y a ‘Territorio Palestino Ocupado' y ‘territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén':


• Resolución 3236 (XXIX) aprobada en noviembre de 1974 : se habla de ‘la cuestión de Palestina';
• Resolución 38/5810 de diciembre de 1983: se habla de ‘Territorios árabes' y ‘territorios ocupados';
• Resolución 43/17611 aprobada en diciembre de 1988: expresa sentimientos sugiriendo el derecho palestino – hablando de ‘del derecho del pueblo palestino a ejercer su soberanía sobre su territorio ocupado desde 1967';
• Resolución 51/13312 aprobada en diciembre de 1996: añade, en particular, a Jerusalén – hablando del ‘territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén y el Golán sirio ocupado';
• Resolución 52/25013 aprobada en julio de 1998: le concede ‘titularidad' – al hablar del ‘Territorio Palestino ocupado', una denominación que se utiliza con frecuencia en resoluciones posteriores”.

Ninguno de estos términos tiene base jurídica.
La Carta de Naciones Unidas, en sus artículos 10 y 14 faculta expresamente a la Asamblea General a realizar sólo recomendaciones no vinculantes. Es más, Mitchel Bard, en su libro Myths and Facts, apunta:
“Las resoluciones de la ONU son documentos emitidos por cuerpos políticos y deben ser interpretadas a la luz de la constitución de esos mismos cuerpos. Los votos en la ONU no se basan en principios legales sino en el interés propio de los estados miembros; por consiguiente, las resoluciones de la ONU representan puntos de vista políticos en lugar de legales”.
¿Entregar arbitrariamente la posesión y el título de todos los territorios más allá de la Línea Verde a los palestinos – incluida Jerusalén Este – no supone un acto ilegal? La pregunta no es baladí, porque, entonces, las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU no tendrían sentido alguno: no habría ninguna base para negociar nuevas fronteras.
Que el doble rasero y el sesgo anti-israelí tengan lugar en la ONU, por terrible que sea, termina siendo “comprensible”: Mitchell Bard (Myths and Facts), apunta que a partir de mediados de los años 70, el bloque Árabe-Soviético-Tercer Mundo se unió para formar lo que venía a ser un frente pro palestino en las Naciones Unidas. Esto era particularmente cierto en la Asamblea General, donde estos países —casi todos dictaduras o autocracias— votaban frecuentemente juntos para aprobar resoluciones atacando a Israel y apoyando a la OLP.
El hecho que la ONU haya sido cooptada por ciertos grupos, es sin duda un golpe al organismo que debía velar por el entendimiento y respeto entre las Naciones. Pero se puede “entender” desde el punto de vista de cómo operan los países dentro de la propia organización: los grupos y sus alianzas y la mayoría que surge de las mismas.
Ahora, resulta menos comprensible la postura parcial de los medios ante los hechos, de manera que terminan por promover una cierta “narrativa” o reivindicación.
¿Un simple conflicto fronterizo?
Habitualmente se pasan por alto cuestiones centrales del conflicto como la visión (religiosa) árabe respecto del conflicto. Alex Grobman, asegura en un artículo de 2009, que:
“… los árabes se consideran el ‘único depositario legítimo de la auto-determinación nacional' en Medio Oriente. Nadie cuestiona su derecho a la independencia, pero la denegación de ese mismo derecho a otros grupos nacionales en la región para ejercer su auto-gobierno ‘linda con el racismo político', afirma Shlomo Avieri… El rechazo árabe a la legitimidad de Israel a existir es parte de esa creencia arraigada de que sólo los árabes tienen derecho a un estado-nación en Medio Oriente”.
En tanto, el Ministro del Interior y Seguridad Nacional de Hamas, durante una crítica a Egipto el 23 de marzo de 2012, dijo que:
“Al-Aqsa y la tierra de Palestina representan la punta de lanza para el Islam y los Musulmanes. Por lo tanto, cuando buscamos la ayuda de nuestros hermanos árabes… es para continuar la yihad”.
¿Una “punta de lanza” para qué? ¿Para una reconquista de todos los territorios que alguna vez conquistó el Islam? Y, más importante aún, ¿ se trata de una cuestión religiosa o estrictamente territorial? ¿Es una cuestión de identidad palestina, o una cuestión “musulmana”?
Y Tayseer Al-Tamimi, Juez Jefe Islámico de la Autoridad Palestina, en una entrevista emitida por Azhari TV el 31 de diciembre de 2012 dijo, según recogió MEMRI:
“El califato se restablecerá una vez que esta tiranía llega a su fin. Este es ya el principio del fin del imperio tiránico. […] La lucha entre el Islam y otros, y todas las conspiraciones que apuntan a detener el tren que ya se ha puesto en marcha para liberar a Jerusalén y restaurar el régimen islámico. Jerusalén será la capital del califato, con el deseo de Alá.”
El Dr. Avi Beker, académico y columnista de Ha'artez, escribió que los árabes nunca ocultaron que esta era una guerra religiosa y asumieron la responsabilidad por ello. Y recogía una cita del Muftí Al-Husseini – el mismo que alabó Abbas -, donde prometía:
“¡Declaro una guerra santa, mis hermanos musulmanes! ¡Maten a los judíos!”
Más evidencias.La Carta fundacional Hamas proclama:
“Ésta es la ley que rige para la tierra de Palestina en la sharia (ley) islámica, e igualmente para todo territorio que los musulmanes hayan conquistado por la fuerza, porque en los tiempos de las conquistas (islámicas) los musulmanes consagraron aquellos territorios a las generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio. (Art. 11)”
Por su parte, Fatah puntualiza en su constitución (la carta de Fatah modificada en 2009 no menciona su rescisión):
“Liberar Palestina y proteger sus lugares sagrados es una obligación árabe, religiosa y humana” (Art. 9)
¿Qué es “Palestina”?
Como colmo de la ironía, o de la hipocresía, o de ambos, el mundo le exige a Israel (a los judíos), que se retiren de Samaria y Judea para que allí se realice un estado sin judíos, un estado exclusivamente árabe; al tiempo que en Israel viven 1.354.000 musulmanes.
Efraim Karsh asegura en su libro Palestine Betrayed que si Yasser Arafat hubiese elegido aceptar las concesiones israelíes, un estado palestino podría haber sido establecido dentro de un futuro muy cercano. Pero en su lugar, “a pesar de toda su retórica sobre la independencia palestina, Arafat nunca estuvo tan interesado en fomentar esa meta como en destruir al Estado Judío”.
¿”Territorios Ocupados”? (Una perspectiva desde miradas legales habitualmente soslayadas)
Vistos los antecedentes, a priori todo indicaría que no, que Samaria y Judea (Cisjordania) no se encuentran bajo “ocupación”. A lo sumo, algunos juristas hablan de una “ocupación legal”, en contra de la aseveración generalizada que también define que dichos territorios se encuentran “ilegalmente ocupados”.
Antes que nada, se hace necesaria una aclaración. Tal como relata Eric Rozenman, director de la oficina de Washington de CAMERA (‘Occupied' or ‘Disputed' Depends on Israel's involvement, 10 de abril de 2012), Cisjordania era ampliamente conocida, justamente, como Judea y Samaria hasta la ocupación ilegal (fruto de una guerra de agresión) jordana luego de la guerra de independencia israelí de 1948-49. Rozenman resume la situación de la siguiente manera:
“‘Ocupado' versus ‘disputado' puede ser una repetición de la práctica mediática de definir ‘militante' versus ‘terrorista'. En ambos casos, cuando se trata de Israel, los enemigos y oponentes del estado judío tienen el beneficio de la duda”.
Eufemismo versus disfemismo, según Israel sea el sujeto o el predicado de una acción. El propio Rozenman decía que el lenguaje refleja las suposiciones; unos supuestos que a veces reflejan hechos subyacentes, y en otras ocasiones, develan un sesgo inherente.
Por consiguiente, muchos de los argumentos que se presentan a favor de la tesis de la “ocupación” israelí, están basados en presunciones y afirmaciones falsas o, cuanto menos, muy cuestionables.
Dore Gold, presidente del Jerusalem Centre for Public Affairs, sostenía en 2001 (Occupied Territories or Disputed Territories?) que describir esos territorios (Judea y Samaria) como “palestinos” puede servir a la agenda política de los palestinos, pero predetermina el resultado de futuras negociaciones territoriales que fueron previstas por la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. También comentaba que los palestinos, al invocar repetidamente la “ocupación”, han logrado revertir la causalidad del conflicto, especialmente frente a las audiencias occidentales.
Y agregaba:
“También sirve al esfuerzo palestino presente de obtener ratificación internacional a sus demandas y a la total denegación de los derechos israelíes fundamentales en cada foro internacional. Sería mucho más exacto describir a Cisjordania… como ‘territorio en disputa', sobre el que, tanto israelíes como palestinos, tienen reivindicaciones”.
Avinoam Sharon, explica que el marco legal inicial aceptado que define la ocupación, está basado en las Regulaciones de la Haya (Haya II) de 1899. Los artículos 42 y 43 de dichas regulaciones, que son idénticos a los artículos 42 y 43 de las Regulaciones de la Haya de 1907 (Haya IV), exponen las condiciones que constituyen “ocupación”. Sharon sintetiza:
“Estos artículos claramente reconocen tres precondiciones para considerar que una zona está ocupada en el sentido de estar sujeta a las normas del derecho internacional. Primero, el área está bajo el control efectivo un ejército hostil. Segundo, el área era previamente el territorio soberano de otro estado. Tercero, el ocupante mantiene el área con el propósito de devolverla a su anterior soberano. La aceptación del principio de que la soberanía no puede ser enajenada por la fuerza distingue la ocupación de la conquista…”.
Sharon también explica que estas regulaciones sirvieron como antecedente para la redacción de la Cuarta Convención de Ginebra, con el fin de complementar dichas regulaciones. Y agrega que:
“… en tanto que el derecho internacional se ha centrado tradicionalmente en las obligaciones de los estados respecto de otros estados, la Convención de Ginebra parece desplazar el énfasis a las obligaciones de los estados beligerantes con respecto a la población del territorio ocupado en lugar de hacerlo respecto de la soberanía de ese territorio. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la I Parte, Artículo 2 de la Cuarta Convención de Ginebra específicamente declara: ‘… la presente Convención se aplicará en todos los casos de guerra declarada o en cualquier otro conflicto armado que surja entre dos o más Altas Partes Contratantes… La Convención también se aplicará en todos los casos de ocupación parcial o total del territorio de una Alta Parte Contratante…”.
¿Es el “pueblo palestino” una Alta Parte Contratante? ¿Ejerció su soberanía el “pueblo palestino” alguna vez sobre el territorio que reclama? No. Ya vimos que el documento del Mandato Británico señalaba que el “territorio de Palestina… anteriormente pertenecía al Imperio Turco”. Una vez fue revocada su soberanía, pasó a ser administrado por Gran Bretaña como “responsable de poner en vigor la declaración formulada originalmente el 2 de noviembre de 1917, en la cual el Gobierno de Su Majestad Británica - y aprobado por las potencias - a favor de la creación en Palestina de un Hogar Nacional para el pueblo judío”. Nuevamente, no se encuentra aquí soberanía “palestina alguna”.
Gerhard von Glahn (The Occupation of enemy Territory) señala que:
“El derecho internacional convencional reconoce una sola forma de ocupación: la ocupación beligerante, es decir, la ocupación de parte o de todo el territorio de un enemigo en tiempos de guerra; este es el tipo de ocupación cubierto por las Regulaciones de la Haya y la Cuarta Convención de Ginebra de 1949”.
Precisamente la Convención sobre la que suelen basarse quienes defienden la tesis de que Israel “ocupa” Cisjordania.
Según von Glahn, la ocupación beligerante presupone una situación en la cual la soberanía, el gobierno legítimo del territorio ocupado, está en guerra con el gobierno de las fuerzas ocupantes.
Por su parte, Meir Shagmar, ex presidente de la Corte Suprema Israelí, sostiene que:
“La aplicación automática de la Cuarta Convención crearía involuntariamente un cambio en el estatus quo político al otorgarle a Egipto y Jordania – que ocuparon la Franja de Gaza y Cisjordania, respectivamente, como consecuencia de la invasión de 1948 – la posición de un soberanía expulsada cuyos derechos deben ser respetados y cuidados”.
Avinoam Sharon comenta que el punto de vista del Comité Internacional de la Cruz Roja era y sigue siendo que la Cuarta Convención de Ginebra se aplica a todas las formas de conflicto armado, y que la cuestión de si un territorio está o no “ocupado” en el sentido legal es irrelevante para la aplicación las provisiones de la Convención. Sharon discrepa de esta aproximación, ya que dice que entraña dos riesgos:
“… el primero, que pretende definir la “ocupación” sin tener en cuenta su premisa subyacente. Segundo, busca definir un concepto del derecho consuetudinario sin tener en cuenta los usos y costumbres de las naciones. Así, aunque el punto de vista comúnmente aceptado parece ser el de que Israel se convirtió en el ocupante beligerante de Cisjordania en junio de 1967, mantener este criterio parece requerir una redefinición del concepto consuetudinario de ocupación sin tener en cuenta lo que es costumbre”.
Esta postura, parece ser en esencia un argumento moral que estima irrelevante la cuestión de la soberanía, con el fin de garantizar la protección humanitaria a los civiles afectados por las hostilidades.
A todo esto, es preciso señalar que con excepción de Israel (a pesar de su postura de que, en vista de la ausencia de una soberanía anterior, el control israelí de Gaza y Cisjordania no entraba dentro de la definición de “ocupación”) – como expone Eyal Benvenisti en The International Law of Occupation – “todos los otros ocupantes después de la Segunda Guerra Mundial, abstuvieron de recurrir a las Regulaciones de la Haya o a la Cuarta Convención de Ginebra como fuente de su autoridad o como una guía para su accionar”.
Está visto que la “comunidad internacional” no aplaude los aciertos. Al menos, cuando son israelíes. Por el contrario, en la zona, está visto que aplaude las agresiones y la intransigencia.
Volviendo a los usos y abusos del término “ocupación”, Avinoam Sharon agrega que:
“… ampliar el término ‘ocupación' con el fin de expandir la incidencia del derecho internacional ante el temor de un vacío legal es problemático. Redefinir lo acostumbrado en ausencia de un precedente real con el objetivo de aplicarlo a circunstancias novedosas o sui generis no puede ser justificado meramente por un imperativo moral percibido. Las nuevas construcciones del derecho convencional que no reflejan las consideraciones de las partes contratantes no devienen legítimas en virtud de su consistencia interna o de una percibida conveniencia.”
Y aseguraba que la utilización de los términos ‘ocupación' y ‘ocupante' en el contexto del conflicto palestino-israelí, también sirve para promover el argumento de que Israel tiene la responsabilidad final del bienestar de los palestinos, a la vez que deniega el derecho de Israel a defenderse contra el terrorismo palestino y le resta responsabilidad al lado palestino de sus propias acciones y sus consecuencias”
Planteando una mirada más legal que las implicaciones semánticas del uso del término “ocupación”, Sir Elihu Lauterpacht - que fue consejero legal del Ministerio de Exteriores de Australia – en su trabajo Jerusalem and the Holy Places, Pamphlet No. 19 (1968) señala que:
“… el cambio territorial no puede ocurrir, de manera apropiada, como el resultado de una utilización ‘ilegal' de la fuerza. Omitir la palabra ‘ilegal' es cambiar de manera sustantiva el contenido de la norma y transformar una importante salvaguarda de un principio legal en una carta para el agresor. Ya que, si la fuerza no puede utilizarse para efectuar un cambio territorial, entonces, se el territorio cambió de manos una vez como resultado de una utilización ilegal de la fuerza, la ilegitimidad de la posición así establecida se ve esterilizada por la prohibición de la utilización de la fuerza para restaurar al legítimo soberano. Esto no puede considerarse como razonable o correcto”.
En este sentido Ricki Hollander, analista de CAMERA, en un artículo de 2001 aclaraba que:
“Cisjordania y Gaza nunca fueron territorio de una Alta Parte Contratante; la ocupación por parte de Jordania y Egipto [respectivamente] a partir de 1948 fue ilegal y ninguno de los dos países tuvo una soberanía legal o reconocida. La última soberanía legal sobre dichos territorios fue la ejercida por el Mandato para Palestina de la Liga de las Naciones, que estipuló el derecho del Pueblo Judío a asentarse en todo el territorio del Mandato. De acuerdo con el artículo 6 del Mandato, “el asentamiento de judíos en la tierra, incluyendo las tierras estatales no requeridas para el uso público” fue incentivado”.
E indicaba que el artículo 80 de la Carta de las Naciones Unidas, como ya fue mencionado, salvaguarda este derecho judío a asentarse, especificando que:
“…ninguna disposición de este Capítulo [sobre la administración del territorio del Mandato] será interpretada en el sentido de que modifica en manera alguna los derechos de cualesquiera Estados o pueblos, o los términos de los instrumentos internacionales vigentes en que sean partes Miembros de los Naciones Unidas”.
Además, David Suissa, en un artículo de marzo de 2013 ofrecía un enfoque alternativo: el de Yoram Dinstein, profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Tel Aviv, que opina que:
“Las leyes de la ocupación beligerante no pueden aplicarse a la presencia israelí en Cisjordania a la luz del efecto combinado del… Tratado de Paz Israelí-Jordano de 1994 y la serie de acuerdos con los palestinos. Simplemente no hay lugar para la ocupación beligerante en ausencia de beligerancia, es decir, de guerra”.
El profesor Eugene Rostow – ex decano de la Facultad de Leyes de Yale y Vicesecretario de Estado para Asuntos Políticos durante la presidencia de Lyndon B. Jonson (y, como tal, uno de los que participó en la redacción de la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU) – da un paso más y argumenta que el hecho de que el Reino Unido abandonara sus obligaciones en Palestina en 1947, y de que ya no reclama, ni que puede hacerlo, ninguna competencia relacionada a Palestina, deja aun en vigor las obligaciones internacionales que afectan los territorios de la ex-palestina histórica.
Desde esta perspectiva, “el estatus de estos territorios residuales no es meramente, como se asume con demasiada asiduidad, el de los territorios bajo ocupación beligerante; sino más bien el de la dedicación persistente a los objetivos del mandato”.
Y es que, si de hecho Cisjordania fuese “territorio ocupado” – es decir, que pertenece a otra entidad (a una soberanía) y que fue tomado por la fuerza – no habría base para negociar nuevas fronteras, tal como señala la resolución 242. Es más, los propios Acuerdos de Oslo, firmados por los líderes palestinos, estipulan la vía negociada para trazar las fronteras, lo que implica un reconocimiento de la condición de dichos territorios: su soberanía está, cuanto menos, en disputa.
Asimismo, Rostow asegura que el derecho judío a asentarse en toda Palestina Occidental (al Oeste del río Jordán) sobrevivió a la retirada británica en 1948 puesto que un fideicomiso (el Mandato) no se termina porque el fideicomisario o administrador renuncie. Y que, en cuanto a los mal llamados “territorios ocupados” (y puesto que se reconoció la independencia de Jordania e Israel – y, por tanto, del territorio implicado – y su afiliación a las Naciones Unidas), el Mandato continúa definiendo el estatus legal de dichos territorios (Cisjordania e, incluso, Gaza).
De esta manera, y como indica Rozenman, los consumidores de noticias no son informados de que Israel es la autoridad obligada (u obligatoria) de ocupación militar en Cisjordania, tras haber logrado el control en una guerra de autodefensa, hasta tanto se resuelva la soberanía sobre la zona mediante negociaciones. Estas negociaciones han de realizarse de conformidad con las resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) del Consejo de Seguridad de la ONU, y con las iniciativas diplomáticas relacionadas, entre ellas el acuerdo israelí-palestino de 1993 (proceso de Oslo) y la "Hoja de ruta" de 2003 patrocinada por los Estados Unidos, Rusia, las Naciones Unidas y la Unión Europea – una de las fervientes impulsoras, vaya ironía, de la utilización del término “territorios palestinos ocupados” -. Y concluye que:
“Estas medidas reconocen que se requieren las conversaciones sólo porque el estatus de los territorios en cuestión es disputado. Israel tiene la responsabilidad de una autoridad de ocupación, incluyendo mantener el orden, pero las tierras en cuestión ni son palestinos ni Israelíes, no aún”.
¿“Ocupación ilegal”?
La palabra “ocupación” se ha convertido en uno de los truismos más invocados por la “comunidad internacional” acerca de la presencia israelí en Cisjordania. Junto a este rótulo se suele añadir el de “ilegal”, llevando la connotación negativa un paso más allá.
La gran mayoría de los medios en español han repetido, y repiten, irreflexivamente el adagio, pintando un conflicto en blanco y negro donde ningún gris es admitido. Israel es, según este canon, el “ocupante”, “opresor”, “agresor” y el sujeto-responsable (el victimario, en definitiva); en tanto que los palestinos son los “ocupados”, “oprimidos”, las “víctimas” pasivas – lo que descarta de antemano cualquier responsabilidad respecto de sus acciones y decisiones -.
Ahora bien, ¿una “ocupación ilegal”, no sería algo muy parecido a una conquista? Pero, ¿quién transfiere poderes cuando “conquista”? Israel parece ser el único caso.
Masha Gabriel informaba en ReVista el 25 de abril de 2013 que, según publicaba el medio francés Dreuz, la Corte de Apelación de Versailles dictaminó el 13 de marzo de 2013 que la ocupación israelí de territorios reclamados por los palestinos no es ilegal.
En marzo de 2013, la decisión judicial ponía fin a un largo proceso iniciado por la Asociación Francia-Palestina Solidaridad (ASPF) y OLP representada por el propio Mahmud Abbas, que denunciaron en 2007 a las compañías francesas Veolia Transport y Alstom Transport por haber construido el tranvía de Jerusalén que atraviesa la ciudad hasta el Este, parte reivindicada por los palestinos. La Corte de Versailles especificó que no son aplicables los artículos de la Convención de Ginebra ni de La Haya porque, en primer lugar, esos acuerdos se aplican a Estados, y ni la Autoridad Palestina ni la OLP lo son. En segundo lugar, esos textos hacen referencia a “las partes contratantes” y ni la OLP ni la Autoridad Palestina firmaron nunca esos documentos.
Sumando a esto, Ricki Hollander, analista de CAMERA, en un artículo de 2001 comentaba que:
“Los defensores de la postura que sostiene que los asentamientos son ilegales, a menudo también citan numerosas resoluciones de la ONU que critican la presencia de Israel en Cisjordania y Gaza, como si estas resoluciones de la Asamblea General tuvieron cualquier peso legal.”
Proponer que los asentamientos son “ilegales” es, en definitiva, proponer que la “ocupación” es ilegal.
Y recordemos que la Carta de Naciones Unidas, en sus artículos 10 y 14 faculta expresamente a la Asamblea General a realizar sólo recomendaciones no vinculantes.
Es interesante rescatar lo que Lee Smith, editor del Weekly Standard, refería en mayo de 2010: que Estados Unidos decidió recién durante la administración Obama calificar la construcción en Jerusalén Este como un impedimento para las negociaciones – algo que ni los Estados Unidos ni Jordania, ni siquiera la Autoridad Palestina, habían expresado anteriormente -.
En el plano legal, Eugene Rostow (The Future of Palestine, 1993) sostiene que la ocupación puede finalizarse, en palabras de la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, sólo cuando las partes hayan establecido una “paz justa y duradera en Medio Oriente”. Y explica:
“La norma no es una declaración abstracta de un principio legal. Refleja la amarga experiencia no sólo de Israel, sino también de Gran Bretaña, Estados Unidos y de Dag Hammarskjod, ex Secretario General de la ONU… [que] persuadieron a Israel a que se retirara del desierto del Sinaí en 1957 a cambio de la promesa de Nasser de mantener abiertos al tráfico naviero israelí el Canal de Suez y los Estrechos de Tirán; detener todos los ataques de guerrilla contra Israel desde territorio Egipcio y hacer la paz. Todas esas promesas fueron incumplidas. Esa historia es la fuente de la primera de las dos disposiciones territoriales de la resolución 242, que los israelíes no están obligados a retirarse de ninguna parte de los territorios ocupados hasta que cada uno de los estados árabes haga la paz. Y la palabra ‘paz' en la resolución 242 significa una paz plena y formal, no meramente el abandono de todas las demandas de los derechos de beligerancia”.
La segunda provisión territorial, amplía Rostow, indica que en tanto Israel debe retirarse de algunos de los territorios ocupados en 1967, no es necesario que lo haga de todos esos territorios. Así, la extensión de la retirada de Israel debía ser una cuestión negociada entre las partes.
Por otra parte, el propio Rostow mantiene que, ya que los acuerdos de armisticio de 1949 expresamente disponen que las Líneas de Demarcación del Armisticio no son límites, sino que pueden modificarse mediante acuerdo cuando las partes avancen del armisticio a la paz, el argumento contra la provisión sobre la retirada contenida en la resolución 242 – que la retirada debe ser total – no tiene fundamento legal ni histórico.
Un dato muy relevante, y prácticamente nunca mencionado, es el hecho de que Israel, como apunta Rostow en su artículo, ya se retiró de algo así como el 94 por ciento del territorio ocupado en 1967 cuando firmó el acuerdo de paz con Egipto y devolvió todo el desierto del Sinaí.
Evolución de la postura negociadora israelí respecto a Cisjordania
Evento Control Palestino de Cisjordania Control Israelí de Cisjordania Intercambio
Camp David (2000) 91 % 8 % 1 %
Plan Clinton/ Taba (2000-2001) 94 – 96 % 5 % 1 – 3 %
Plan Ginebra (2003) 97,5 % 2,5 % 2,5%
Fuente: Profesor Arie M. Kacowiz, Las fronteras de Israel
¿Y dónde está el compromiso palestino con la paz y con el sueño de su propio estado?
Otro de los argumentos esgrimidos para calificar de ilegal la “ocupación” israelí de Cisjordania – además de la tautología de que es “ilegal” porque la “comunidad internacional” dice que es “ilegal” - es la supuesta “violación” de la Cuarta Convención de Ginebra por parte del Estado Judío.
El analista de CAMERA Eric Rozenman, explicaba en un artículo del 3 de agosto de 2009:
“Esencialmente, la Cuarta Convención de Ginebra prohíbe la transferencia forzada de poblaciones desde o hacia territorios pertenecientes a las partes en la convención que fueron capturados en guerras de agresión. Nada de lo cual es aplicable a Cisjordania.”
Avi Bell, al explicar las conclusiones y argumentos del llamado “informe Levy” (Informe sobre el Estatus Legal de la construcción en Judea y Samaria), comentaba que la propia activista anti-asentamientos Talia Sasson, reconocía que “nunca hubo una decisión ordenada ni considerada por parte del Estado de Israel, ni por ningún gobierno israelí” sobre los asentamientos.
¿Entonces? La coherencia parece ser un lujo que muchos no se permiten cuando tratan sobre el conflicto árabe-israelí.
La Convención de Ginebra habla de territorios capturados en el transcurso de una guerra de agresión. Es, por lo tanto, vital tener en mente que los principales objetivos de la ley de ocupación beligerante procede de una doble asunción:
    • Que una soberanía legítima fue expulsada del territorio por el ocupante.
    • Que el poder que desposee califica como un ocupante beligerante legal del territorio.
De esto se infiere que si el estado expulsado nunca fue un ocupante legal, mucho menos soberano, la posición israelí adquiere más peso. O, como explica Julius Stone (Israel and Palestine: Assault on the Law of Nations):
“[Israel] se convierte en un estado con el control legal del territorio respecto del cual ningún otro estado puede presentar un mejor (de hecho ningún) título legal”.
En tanto que Stephen Schwebel, jurista estadounidense que fue juez de la Corte Internacional de Justicia, hace hincapié en la trascendental distinción entre la toma de un territorio que estaba bajo posesión legal o la toma de territorio que se poseía de manera ilegal.
En su artículo What Weight to Conquest?, Schwebel esquematiza sus postulados de la siguiente manera:
    • Un estado que actúa en el ejercicio legítimo de su derecho de defensa propia puede tomar y ocupar territorio extranjero en tanto esa toma y ocupación sean necesarias para su auto-defensa,
    • Como condición para la retirada de ese territorio, ese estado puede requerir la aplicación de medidas diseñadas razonablemente para asegurar que ese territorio no podrá ser utilizado nuevamente para montar una amenaza o un ataque.
Además, si el estado que posee con anterioridad un territorio se ha hecho ilegalmente con el mismo, el estado que luego se apodere ese territorio en el ejercicio legítimo de su defensa tiene contra el poseedor anterior más derecho al mismo.
Israel ejerció su derecho a la propia defensa contra el ataque de Egipto, Jordania, Irak y Siria. Por otra parte, ninguna soberanía legítima fue expulsada de Cisjordania ni de Gaza (ocupados ilegalmente, luego de una guerra de agresión, por Jordania y Egipto respectivamente).
Eugene Rostow se pregunta cómo es posible que se pueda aplicar dicha Convención a los judíos si éstos ya tenían un derecho legal, protegido por el artículo 80 de la Carta de las Naciones Unidas a vivir en los designados como “territorio ocupados” o “ilegalmente ocupados”.
¿“Territorios palestinos”?
Antes que nada, es interesante recuperar la opinión de Eugene Rostow, quien sostiene que ni el derecho internacional consuetudinario ni la Carta de las Naciones Unidas reconoce que cada grupo de personas que alegan ser una nación tiene el derecho a tener su propio estado. El derecho internacional descansa sobre un principio totalmente distinto de la igualdad de soberanía de los estados. Y casi todos los estados heredados de la historia contienen más de un grupo étnico, religioso o cultural.
Además, para poder enunciar que los territorios son “palestinos”, debe darse por sentado alguno de los siguientes supuestos:
- que el pueblo palestino existía como tal antes del (o al menos, durante) Imperio Otomano como un pueblo diferenciado del pueblo árabe
- que el Mandato reconocía su derecho político a la auto-determinación como pueblo diferenciado de la nación árabe
- que los palestinos hubiesen ejercido la soberanía sobre dichos territorios en algún momento de la historia
- que la presencia judía en dichos territorios estuviese reducida a la historia reciente (es decir, que no hubiese ninguna conexión entre dicha tierra y el pueblo judío; sino única y exclusivamente con los árabes palestinos)
Para comenzar, Mitchell G. Bard (Myths and Facts) expone, de manera sucinta, los antecedentes históricos de la presencia judía en Judea y Samaria:
“Los judíos han vivido en Judea y Samaria —Cisjordania— desde tiempos antiguos. El único período en que a los judíos se les ha prohibido vivir en los territorios en las últimas décadas fue de 1948 a 1967 cuando [estos territorios] estuvieron bajo el gobierno de Jordania. Esta prohibición era contraria al Mandato para Palestina adoptado por la Liga de las Naciones, que tomó medidas para el establecimiento de un estado judío, y que alentó específicamente ‘un completo asentamiento de judíos en la tierra', que incluía Judea y Samaria”.
David A. Wacks, de la Universidad de Oregon, dedicado a la investigación de la cultura medieval ibérica y sefardí, aclara que:
“Luego de que los otomanos anexaran Palestina en 1516, la inmigración judía, especialmente sefardí, aumentó, alimentada tanto por las políticas de inmigración favorables como por un fervor mesiánico. La reconstrucción de los asentamientos en Tiberias por Don Josef Nasi durante la década de 1550, en el marco de la concurrencia de los cabalistas en la cercana Safed en el mismo momento [dan una idea de la ‘des-diasporización']”.
En definitiva, y como ilustra Bard, existe “una percepción errónea muy común de que todos los judíos fueron forzados a la diáspora por los romanos después de la destrucción del Segundo Templo en Jerusalén en el año 70 de la era común y, a continuación, 1.800 años más tarde, los Judíos repentinamente volvieron a Palestina exigiendo su país. En realidad, el pueblo judío ha mantenido lazos con su patria histórica durante más de 3.700 años. Incluso después de la destrucción del Segundo Templo en Jerusalén y el inicio del exilio, la vida judía en la Tierra de Israel continuó y a menudo floreció. Grandes comunidades se restablecieron en Jerusalén y Tiberias en el siglo IX. En el siglo XI, las comunidades judías crecieron en Rafah, Gaza, Ascalón, Jaffa y Cesarea”. Prominentes rabinos establecieron comunidades en Safed, Jerusalén y otros lugares durante los próximos 300 años luego de las masacres de judíos a manos de los cruzados en el siglo XII.

En cuanto a los palestinos y Palestina, el Dr. en filosofía y letras y Máster en Historia Comparada, Pancracio Celdrán, en un escrito a propósito de un artículo de Y. Bin-Nun, aseveraba que:
“Palestina fue siempre un término geográfico sin fronteras definidas alusivo a tierras no necesariamente comprometidas a poder concreto alguno. Desde luego, durante casi dos milenios no existió el gentilicio 'palestino' en conexión con personas y mucho menos en relación con los habitantes de Tierra Santa… Sencillamente, no existía el concepto, carecía de referente”.
La palabra “Palestina” la utilizaron los romanos cerca del año 135 de la Era Común para suplantar el nombre de Judea como una muestra de que la soberanía judía había sido erradicada luego de la revuelta judía contra Roma liderada por Bar Kochba.
Por otro lado, la palabra “Cisjordania” fue acuñada por los jordanos luego de que el territorio ocupado en la guerra de agresión de 1948 fuera anexado a Transjordania, formando el nuevo Reino de Jordania en 1950.
Celdrán explicaba también que quienes se dicen descendientes de los “palestinos”, estaban en Jordania, Siria y Egipto. De esos países llegaron en el primer tercio del XX a la Tierra Prometida:
“ Prometida, porque la presencia cada vez más numerosa de los judíos sionistas creó fábricas, saneó el suelo, creó mano de obra: al reclamo de la actividad judía se arracimaron en una tierra que nunca habían habitado por la sencilla razón de que era inhabitable por su insalubridad y pobreza. Debido a este hecho… la población se disparó, y los árabes, que habían despreciado la tierra hasta entonces emigraron a ella en número de 650.000 en 1922, ubicándose precisamente en los lugares donde los judíos habían creado riqueza y trabajo. Aquel mismo año el gobernador británico del Sinaí puso de relieve que aquella inmigración era en su mayor parte ilegal, y que procedía de Transjordania, Egipto y Siria. En 1930 las autoridades inglesas del Mandato apoyaban el conocido y poco recordado Hope Simpson Report diciendo: ‘la lista de parados está ampliándose por la constante inmigración árabe a través de Transjordania y Siria', información que se ve contrastada por fuentes árabes de la época: el informe del gobernador del distrito sirio de Hauran, Tewfik Bey El-Hurani, que escribe: ‘Más de 300.000 sirios de Hauran se mudaron a la tierra de Israel en estos años de 1930'”.
Joan Peters, ex productora de documentales en la cadena televisiva CBS, indica en su libro From Time Immemorial, en relación con el Reporte Hope y la inmigración ilegal de árabes a Palestina, que:
“No sólo no se registró la inmigración árabe ilegal, sino que fue claramente reconocido en 1930 que, al permitir la inmigración de facto de árabes a Palestina, los británicos estaban cooperando e incluso fomentando lo que el propio Hope Simpson definió como una “injusticia” con el inmigrante judío cuyo lugar – despejado frenéticamente…- estaba siendo ocupado por un inmigrante ilegal árabe (o por uno de los más de 170 mil inmigrantes árabes) en el ‘Hogar Nacional Judío' administrado por el Mandato”.
En tanto, la directora ejecutiva de CAMERA, Andrea Levin, en un artículo – que escribió en 2011 a raíz de la indignación generalizada que suscitaron las declaraciones de Newt Gingrich respecto del origen de los palestinos - señalaba la ausencia de una identidad nacional palestina distintiva aparte de la identidad árabe mayor ha sido afirmada incluso por muchos árabes:
“George Antonius, un historiador árabe, se asegura de que no haya ningún malentendido… en The Arab Awakening (1939): ‘Salvo que se especifique lo contrario, el término Siria será utilizado para denotar el conjunto del país de ese nombre que ahora está dividido en Mandatos de Siria y Líbano (Francia) y Palestina y Transjordania (Gran Bretaña)'”.
“El extremista muftí de Jerusalén se opuso originalmente al Mandato de Palestina sobre la base de que separaba Palestina de Siria; y enfatizó que no existía ninguna diferencia entre los árabes sirios y los palestinos en cuanto a sus características nacionales o costumbres. Aún en mayo de 1947, los representantes árabes le recordaron a la ONU en una declaración formal que ‘Palestina era… parte de la Provincia de Siria… Políticamente, los árabes palestinos no eran independientes en el sentido de formar una entidad política separada…'” (The Palestinians People, History, Politics;edited byCurtis,Neyer, Waxman and Pollack; 1975, p. 200)
Muchos otros líderes árabes y académicos, refería Levin, han afirmado la inexistencia de una histórica nación palestina distintiva. Uno de los más famosos es el historiador árabe-americano, y profesor de la Universidad de Princeton, Philip Hitti, que testificó contra la partición ante el comité anglo-americano en 1946. Aseguró:
“No existe tal cosa como ‘Palestina' en la historia, absolutamente no… [Es] un pequeño punto en la parte sur de la costa este del mar Mediterráneo, rodeado por una vasta mayoría de tierras del territorio árabe musulmán, comenzando con Marruecos, continuando a través de Túnez, Trípoli y Egipto y descendiendo hasta la propia Arabia, luego ascendiendo a Transjordania, Siria, Líbano e Iraq – un sólido bloque árabe parlante…”. (Efraim Karsh, Palestine Betrayed)
Ahmed Shukeiry, uno de los fundadores de la OLP y su primer presidente, le dijo a la Asamblea General en 1956:
“Es de público conocimiento que Palestina no es otra cosa que Siria del Sur”. (Syrkin)
Andrea Levin señala que quizás la declaración más dramática en este sentido es la que realizó Azmi Bishara en una entrevista televisada en 2009:
“Bueno, no creo que exista una nación palestina en absoluto. Creo que existe una nación árabe, siempre pensé así y no he cambiado de idea. No creo que haya una nación palestina, creo que es una invención colonial… ¿Cuándo hubo algún palestino? ¿De dónde vinieron? … Palestina era la parte Sur de la Gran Siria”.
Es más, David Suissa aseveraba en marzo de 2013 que “es un hecho, y no una mera opinión que el movimiento árabe palestino surgió sólo después de que los árabes perdieron la Guerra de los Seis Días” e Israel se hizo con el control de Cisjordania y Gaza.
Entonces, es imposible que los “palestinos” puedan haber siquiera ejercido su soberanía sobre los territorios, o parte de los mismos, que reclaman para sí. Jeffrey Helmreich, teórico del derecho, señalaba (Diplomatic and Legal Aspects of the Settlement Issue, Enero de 2003) que:
“Nunca existió una soberanía palestina ni en Cisjordania ni en Gaza antes de 1967...”.
Un documento elaborado por Tal Becker, y publicado por el Jerusalem Center for Public Affairs, indicaba que:
“El argumento palestino de una soberanía investida se basa indistintamente en la supuesta ilegalidad del Mandato de Palestina, que preveía el establecimiento de un Hogar Nacional Judío en Palestina, y en la resolución 181 de la ONU de 1947 (Resolución de Partición), que recomendaba la partición del Mandato Palestino [lo que quedaba al oeste de Transjordania, fruto de una partición previa] en un estado judío y en un estado árabe.
Ninguna de estas posiciones, sin embargo, encuentran sostén en el derecho internacional. Con respecto al Mandato de Palestina, los organismos internacionales llamaron a considerar sus términos reiteradamente rechazados por el argumento árabe de que la soberanía residía en los árabes palestinos. Al aceptar el Mandato como legalmente válido y consistente con las provisiones del Pacto de la Liga [de las Naciones], organismos como el Consejo de la Liga y la Corte Permanente de Justicia Internacional confirmaron que el deber de la potencia mandataria de ‘asegurar el establecimiento de un Hogar Nacional Judío' no estaba sujeto a impugnación legal. De hecho, la Comisión Especial para Palestina de la ONU subsecuentemente concluyó que los palestinos “no han estado en posesión del [territorio del Mandato de Palestina] como una nación soberana”, y que no había ‘ninguna razón para cuestionar la validez del mandato por los motivos propuestos por los estados árabes'”.
En cuanto a la Resolución 181, Becker señala que durante décadas los estados árabes y los propios palestinos han declarado repetidamente que la resolución era ilegal e inválida. Y añade:
“De hecho, para hacer frente a las nuevas realidades que emergieron en los años y décadas posteriores a la Resolución de Partición, la propia ONU abandonó la propuesta contenida en la resolución 181. En su lugar, el Consejo de Seguridad adoptó las resoluciones 242 y 338, que proporcionan una fórmula radicalmente distinta para solucionar el conflicto. Esta es la única fórmula que ha sido aceptada por ambos lados como base para las negociaciones para alcanzar un estatus permanente y refleja el reconocimiento mutuo de que la resolución 181 ha sido sobrepasada por los acontecimientos y que no provee una propuesta apropiada para la resolución del conflicto”.
A todo esto, hay que recordar que el Mandato de los “palestinos no mencionaba a los “palestinos” en ningún momento.
¿Y las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU?
Las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, piedras angulares para una “paz justa y duradera”, no mencionan jamás las palabras “Palestina” ni “palestinos” ni “territorios palestinos ocupados”. Además, no llaman a la retirada de Israel de todos los “territorios”, ni señala al Estado Judío como un “ocupante ilegal”. ¿Qué cínica pirueta mental hay que realizar para que todo lo que no se indica en la resolución se tome como lo “aceptado”, como lo “verdadero”, como lo o “legal”?
El ex embajador británico ante la ONU, y uno de los autores principales del texto de la resolución 242, Lord Caradon, indicó en 1974:
“Habría sido incorrecto exigirle a Israel que retornara a sus posiciones del 4 de junio de 1967 [inicio de la Guerra de los Seis Días]… Por ello, no lo hicimos y creo que teníamos razón para no hacerlo”.
Por si quedara alguna duda respecto del significado del texto de la resolución 242 debido a sus diferencias entre la redacción en francés e inglés (retirada “de territorios” vs. “de los territorios”), Arthur Goldberg, el embajador de Estados Unidos ante la ONU en 1967 y uno de los diplomáticos clave en la redacción de la resolución, declaró:
“Los textos francés y soviético difieren del inglés… pero fue el texto inglés el que fue votado por el Consejo de Seguridad, y por lo tanto, es el determinante.”
Por si esto fuera poco, Efraim Karsh, profesor de Estudios Medio Orientales y Mediterráneos en el King's College de Londres, relata, además, en su libro Palestine Betrayed que Yasser Arafat, a excepción de Hajj Amin Husseini, hizo más que ninguna otra persona en la historia moderna de Medio Oriente para retrasar el desarrollo de la sociedad civil palestina y su consecución de un estado. Y enumera: un estado palestino podría haberse conseguido - si Arafat no hubiese transformado a la OLP en “una de las organizaciones terroristas más sanguinarias de los tiempos modernos” – a finales de los años 1960 o principios de los 1970; en 1979 como corolario del tratado de paz entre Israel y Egipto, en mayo de 1999 como parte del Proceso de Oslo; o como muy tarde en la cumbre de Camp David en julio de 2000.
Mahmoud Abbas también contribuyó a este estado de cosas: lo hizo en 2008, cuando rechazó una oferta de Ehud Olmert (que proponía hasta la división de Jerusalén) que se asemeja mucho a lo que ahora exige.
¿Por qué no querrían un Estado los dirigentes palestinos si esa era y es su reivindicación? Es más, si uno de los requisitos para adquirir la estadidad es tener una población, ¿cómo es que exigen que los “refugiados” “retornen” a lo que hoy es Israel en lugar de hacerlo al territorio en el que pretenden (al menos así lo dicen) fundar un Estado?
Tal vez lo explique lo siguiente: según escribe Karsh, el Pacto Palestino, documento fundador de la OLP adoptado en 1964 y revisado cuatro años más tarde, tiene muy poco que decir sobre los propios palestinos y, en su lugar, consagra unos dos tercios de sus treinta y tres artículos a la necesidad de destruir Israel, designando la “lucha armada” como la única vía para liberar Palestina”.
En cuanto a Hamas, Karsh opina que:
“La creencia extrema de que existe un estado de guerra perpetua entre [Hamas] y cualquiera… que se oponga a seguir el camino de Alá, no permite que Hamas respete, o transija, con otras creencias culturales, religiosas y políticas que difieran de las suyas propias. Su compromiso con el uso de la violencia como un deber religioso significa que nunca aceptará un acuerdo político que no se corresponda totalmente con sus preceptos radicales”.
Pero no sólo con Siria se identificaron los árabes palestinos. Más recientemente, como explica el periodista árabe israelí Khaled Abu Toameh en un artículo de 2012:
“Farouk Kaddoumi, veterano funcionario de la OLP [y uno de los fundadores de Fatah] dejó caer una bomba política el miércoles cuando llamó a ‘devolver' Cisjordania a Jordania”.
Estas declaraciones, contextualizaba Abu Toameh, llegaron aparentemente en respuesta a las declaraciones del príncipe jordano Hassan bin Talal, quien durante una reunión con palestinos en Amán aseguró que Cisjordania era, en realidad, territorio perteneciente al Reino Hachemita, a la vez que añadió que la solución de dos estados era ahora irrelevante.
¿En qué sentido irrelevante? ¿Ya no supone una estrategia acertada para arremeter contra Israel?
¿En el sentido que tenían las reveladoras declaraciones de Zahir Muhsein - miembro del Comité Ejecutivo de la OLP – el 31 de marzo de 1977 durante una entrevista con el diario holandés Dagblad de Verdieping Trouw?:
“El pueblo palestino no existe. La creación de un Estado Palestino es sólo un medio para continuar la lucha contra el estado de Israel. Sólo por razones políticas y tácticas hablamos de la existencia de un pueblo palestino. Jordania, que es un estado soberano con fronteras definidas, no puede avanzar reivindicaciones sobre Haifa y Jaffa, en tanto que como palestino, puedo, sin ninguna duda, demandar Haifa, Jaffa, Beer-Sheva y Jerusalén”.
Es decir que, como árabes, ya habían recibido una cuantiosa porción del territorio, entraban entonces a escena, según el propio dirigente de la OLP, los “palestinos”.
¿Así se construye una Nación, un Estado? ¿Como un medio para liquidar a otro?
Un documento publicado por el Jerusalem Center for Public Affairs informaba que en ya diciembre de 1948, en el transcurso de una conferencia que tuvo lugar en Jericó, un grupo de líderes árabes palestinos resolvieron solicitarle al rey Abdullah de Transjordania que incorporara las partes árabes de Palestina a su reino.
Mientras que, por su parte, la Carta de la OLP llamaba a la “liberación” de la patria palestina pero quería decir únicamente el territorio israelí dentro de las líneas anteriores a 1967 - es decir, reconocían la anexión de Cisjordania por parte de Jordania (y le “entregaban” Gaza a su ocupante: Egipto) -: el artículo 24 de dicha Carta excluía a Cisjordania y Gaza – bajo ocupación – de los territorios que requerían ser “liberados”. Recién 1968 incluyeron a Cisjordania y a Gaza en la Carta.
Entonces, ¿“territorios palestinos”?
Conclusión
Alex Grobman relata en un artículo publicado por el Gatestone Institute, que el fallecido Faisal Husseini, ex ministro para Asuntos de Jerusalén de la Autoridad Palestina instó a los árabes a:
“…considerar los Acuerdos de Oslo y otros acuerdos como ‘procedimientos temporales, o metas por etapas', esto significa que estamos emboscando y engañando a los israelíes. Nuestra meta final es [aún] la liberación de toda la Palestina histórica, desde el río [Jordán] al mar [Mediterráneo], incluso si esto significa que el conflicto se prolongará durante otros mil año u otras muchas generaciones”.
Así, las negociaciones fueron (¿y son?) sólo un medio para avanzar hacia “una prolongación de la persistencia del conflicto y no una oportunidad para que dos pueblos alcancen un nuevo acercamiento”.
¿Se pueden ignorar las propias visiones de los líderes palestinos acerca del conflicto y de sus orígenes y “justificaciones”? ¿Cuánto tiempo se puede sostener la impostura de deformar la realidad? ¿Cuánto tiempo más puede huir de enfrentarse con la realidad del conflicto?
Pero, además, y sobre todo, ¿quiere realmente el liderazgo palestino un Estado que viva en paz junto al Estado Judío?
Julius Stone, en su libro Israel and Palestine: Assault on the Law of Nations, reproduce una cita textual de los autores del informe An Internacional Law Analysis of the Major United Nations Resolutions Concerning the Palestine Question (ST/SG/Ser F/4, N.Y.: 1979) donde aseguran:
“Los Estados árabes no sólo votaron en contra de la partición [de Palestina], sino que inicialmente sostuvieron que era inválida. Es por lo tanto significativo [sic] que subsecuentemente la hayan invocado para presentar sus argumentos legales a favor de los palestinos...”.
Fueron, de esta manera, los propios estados árabes los que impidieron el establecimiento de un nuevo estado árabe en la región. Son los mismos, entre otros, que se apoyan en los principios básicos de la Resolución de Partición que no aceptaron para reclamar lo que perdieron en el transcurso de guerras de agresión.
Y posteriormente, fueron sus líderes, tanto Yasser Arafat como Mahmoud Abbas quienes le dieron la espalda a la posible resolución del conflicto y consecución de un Estado propio.
De hecho, en el año 2000, Arafat abandonó las negociaciones de paz de Camp David, diciendo, una vez más, no a la paz; y lanzó la segunda intifada.
El Director Adjunto de la Autoridad Política y Educación Nacional de la Autoridad Palestina, Mazen Izz Al-Din declaró (televisión de la Autoridad Palestina – Fatah – 28 de mayo de 2002):


"La Intifada de Al-Aqsa - si queremos ser sinceros y abiertos, la historia revelará un día – que la misma [la Intifada] y todas sus directivas pertenecen a la Presidente y Comandante Supremo Yasser Arafat".
Pero una conjura de silencios, interpretaciones equivocadas, tergiversaciones voluntariosas y una deshonestidad oficiosa hacia los hechos de la realidad, han transformado al conflicto árabe-israelí en una caricatura burda de lo que realmente es. Una distorsión de la que la prensa, por medio de su reproducción irreflexiva, forma parte importante, acercándole un mensaje equivocado o sesgado al lector.
Humberto Eco obsequia a los lectores de su novela El cementerio de Praga, con una cita de Carlo Tenca que tal vez sirva para resumir el papel de gran parte de la prensa en español en este conflicto:
“… Puesto que los episodios también son necesarios, es más, constituyen la parte principal de un relato histórico, hemos introducido el ajusticiamiento de cien ciudadanos llevados a la horca en la plaza pública, el de dos frailes quemados vivos, la aparición de un cometa, descripciones todas ellas… que tienen la virtud de desviar sobre manera la mente del lector del hecho principal”.
De la misma manera, las definiciones que se han ido imponiendo a lo largo del tiempo en el conflicto árabe-israelí, han servido para desviar no sólo la mente del hecho principal, sino para transformarlo en algo irreconocible. 


Un ciudadano japonés de Tokio envió esta carta a un diario local:
Si Uds. están tan seguros que Palestina, el país fue fundado hace muchos siglos, o generaciones y registrada a través de la Historia escrita,espero que estén capacitados para responder a las siguientes preguntas:
¿Cuándo Palestina fue fundada y por quién?
¿Cuáles eran sus fronteras?
¿Cuál era su capital?
¿Cuáles eran sus grandes ciudades?
¿Cuál era la base de su economía?
¿Cuál era su forma de gobierno?
¿Uds. pueden citar por lo menos un líder palestino antes de Arafat?*
¿Palestina fue reconocida por algún país cuya existencia, en aquel tiempo no deje margen a interpretaciones?
¿Cuál era la lengua hablada en el país Palestina?
¿Cuál la religión que prevalecía en el país Palestina?
¿Cuál era el nombre de su moneda?
Escoja una fecha en el pasado y responda
¿Cuál era la tasa de cambio de la moneda palestina frente al dólar, yen, franco, etc.?
Desde que tal país no existe hoy, explique ¿por qué dejo de existir?
Si Ud. se lamenta por el destino de la pobre Palestina, responda :
¿En qué época este país fue orgulloso e independiente?
Si el pueblo que Ud., por engaño, llama palestino es algo más que una colección de gente salida de otros países árabes y si ellos tienen realmente una identidad étnica definida que les asegure el derecho de la autodeterminación
¿Por qué ellos no trataron de ser un país árabe independiente desde 1947 y hasta la derrota devastadora en la Guerra de los Seis Días?
¿Por qué desdeñaron la oportunidad de establecer un Estado Palestina, basado entonces en la Resolución de Naciones Unidas de 1947, que estableció simultáneamente el derecho del pueblo judío a tener su propio estado, que actualmente es el Estado de Israel?
Espero que Ud. no confunda Palestinos con filisteos.
Cambiar etimología por historia no funciona.
Es curioso que los palestinos quieran hoy lo que rechazaron en 1947, y que sigan insistiendo en la eliminación del Estado de Israel, legítimamente creado por Naciones Unidas, y que integra las mismas.
Yoshiro Shagamori
Tokio