jueves, 29 de octubre de 2015

CFK y la estirpe de Koraj. Por Luis Thonis



“Pero volvamos a Koraj: uno de los argumentos que esgrimen los rebeldes contra Moisés es que “nos sacaste de una tierra que mama leche y miel., refiriéndose así a Egipto, la tierra de la esclavitud de la que provienen.¿Qué sino el incesto es lo que queda aludido? Volver al origen, tornar hacia atrás, regresar a esa infancia sin responsabilidad ni ley, a esa mítica edad del paraíso o vientre materno, idealizada desde la adultez y las obligaciones que esta implica. Es decir recusar la ley y desoir su convocatoria, como Adán que se esconde ante la Voz que exige su presencia y reclama su respuesta”
Diana Sperling, El duro oficio de heredero, Filosofía de Cámara.

Todo esto sucedió porque nosotros perdimos el dominio de la comunicación, comentaron los mayas y los aztecas ante la crisis de fetichismo que vivimos. Bienvenida sea.

Nadie se igualó con él, se dijo de la prosodia de Coleridge, el autor de Kubla Khan, porque no aprendió sino de Dios. Nadie se igualó con ella, me dije, porque todo lo aprendió de El, superando ampliamente a su maestro.
Sacrifiqué los ñoquis del 29 para escucharla, pensando que era la última vez y que en su despedida los amantes se revelan por una vez tal cual han sido uno para el otro. Minga. Había otro tipo de ñoquis. La escuché como una querida a la que mantuve durante años para que escupiera la constitución que juró y en mi propia cara. 
¿Esta era mi empleada pública? Qué seres honestos que son las putas que cumpen a rajatabla los contratos.
Tres horas descargando bilis y rescribiendo la historia: "no queremos travestis políticos". ¿Quién hablaba? Hasta el balcón de Balcarce quería bajarse. Nuestra historia de amor ni siquiera existió y supe qué es vomitar la nada. Se trata de aprender a vomitar en acto y no atragantarse de sapos: no dejes para mañana lo que tienes que vomitar hoy. Aligera el cuerpo y las palabras vuelven a respirar. Hay aprender a decir NO a la manipulación de los cuerpos por el poder.
Pasa con las preciosas ridículas del si si si a lo que venga y que ni tienen el valor de despedirse ni con unas gracias por los servicios prestados pero ella cargaba con crímenes que recuerdan los juegos de manos que exaltan los devotos de los piratas nacionalistas de Carl Schmidt. Siguen siendo juegos de villanos cada vez más torpes. No se perdona haber sido cómplice de los militares, no se perdona haber sido ultramenemista, no se perdona haber sido la primera encubridora del asesinato de Nisman y posible instigadora. No se perdona tenerlo todo en cuanto a bienes y ser una mentira viviente que no puede saldar la furia de los conversos. Se vio la imagen misma de la dignidad extraviada de la que se retorna menos que del ridículo.
Ni sabe usar su invulnerabilidad como réplica y contrataque como las chicas de la ilusión cómica que se ríen de todo pero que vomitarán largamente cuando sepan de que gozan.
Su técnica entra en contacto directo con la escatología. Menos mal que no tiene en sus manos la tecnología de Putin de la que le hablará Maduro que se viene nomás para matizar un futuro y anhelado noviembre negro. Pase lo que pase estamos ya en otro país.
Podría haber dicho: Soy la prueba, señoras y señores, tal vez una efímera pero contundente prueba de que existen crímenes contra la humanidad.
La fuerza de la disuasión siempre se basó en mostrar la fragilidad de la porcelana en contraste con un apocalipsis inminente. Para la Argentina la “revelación” no ha pasado de los fantasmas de la clase media trepa que tuvo su apoteosis en CFK, tan resentida como ellos pero millonaria como ninguno.
Fue ella y sus ideas. Como la feminista fanática de The Bostonians, sola en el escenario, tras haber perdido su presa. Intentando destejer el arco iris como en el poema de Swirburne. Intentando otra vez que el Diablo sea su esclavo- no quiso saber nada- como en la sonata de Giusepe Tartini. Los estafadores masivos de la neolengua no fueron atacados por Omar Genovese o por mí y otros que aportaron su grano de arena diciendo NO, sino repudiados por los sciolistas que todavía están de pie y a los que enviaba una borrasca de belicoso fuego más allá de amigos o enemigos.
Practicó una disuasión al revés: ni un comentario de la derrota en la Provincia ni la victoria derrota de Scioli al que ni una sola vez nombró.
Un ombliguismo autodevorador cuya estafa envidarían los zartistas  del arte joven en busca de aplaudidores. 
La ideología argentina- de la cual el kirchnerismo es una de sus pesadillas- es una doble renegación del texto bíblico y de la constitución que lo expresa en términos laicos. La negación que cabalgó sobre la pornografía de trasnochados ideales ha sido tan fuerte que no somos hijos de Hegel sino que hemos regresado a la estirpe idólatra de los hijos de Koraj, impotentes para ejercer el duro oficio de herederos salvo de una renovada capacidad de autodestrucción. Hace tiempo que lo somos y no queremos reconocerlo  como esos exploradores de Kafka ante las langostas del desierto. De una lado los estafadores masivos como CFK, del otro, los zartistas y los zombies- parásitos financiados por el estado que no distinguen lo prohibido de lo permitido- que no quieren saber nada de la constitución ni de la ley y aseguran un final kafkiano década tras década.  
Zombies y zartistas no entienden que gran parte de la sociedad en un contexto de terrorismo de estado no ha votado a la "derecha", a Macri-Carrió- Sanz- que comparados con Scioli y el PJ son Adenauer- sino por la posibilidad que la ley sea dividida, comenzando por la separación de poderes. Y que en lo cultural la lucha recién comienza porque estamos ante una kultur de corte fascista y posmoderno, que sea pejotisa, marxista o macrista pertenece a la misma iglesia del espectáculo y está todavía intacta para producir nuevos esperpentos.
La Argentina ha sido la negación rabiosa de esas " dos o tres cosas que yo sé de ella", de dos o tres libros, entre ellos, Filosofía de Cámara de Diana Sperling, la antípoda de los estafadores masivos,  y el entre dos entre el sujeto y la ley que nunca están dados ni hechos...la renegación misma del infinito en la partitura de todos los días. 
CFK no se revela como la jefe de un movimiento político sino como la madre venenosa de una renovada estirpe de Koraj que adora el retorno de los faraones y lo vive como paraíso en la tierra.  Quiere todos los bienes de la tierra sin el más mínimo esfuerzo y hablar una lengua que sea convetida en una ley definitiva, un fetiche que anule al sujeto convirtiéndolo en muerto viviente.
Es una ilusión  creer que de un lado están los malos y del otro los buenos, que muerto el perro se acabó la rabia, aun si hubiera una renovación con los mejores dirigentes y el país estuviera entre los más ricos del planeta el nihilismo idolátrico volvería a hundirlo. 
Para salir de la idolatría es necesario crear un Tercero en el lenguaje que rompa la especularidad entre los unos y los otros- del uno frente al otro, dice Sperling- y la ley obre en la justicia pero también pueda dividirse respecto a legisladores espurios, sean el Líder o la Matriarca protectores que hacen de la sociedad una suerte de compañía de seguros en función de lo peor. no es casual que se haya tenido como ideales a los peores dictadores que hasta hace poco se invocaban. Ni que hoy estemos aliados a Irán que lidera el montaje para una segunda Shoá y se hayan entregado en el colmo de la abyección las víctimas a los victimarios, algo que es indiferente a estafadores masivos y zartistas.
La palabra ha perdido toda relación con la verdad por temor a equivocarse: se usa como instrumento para encubrir los crímenes del poder, para faltar a lo que se juró, para engañar y vender buzones y espejitos de colores.
La vida fuera de los muertos vivientes del espectáculo supone aceptar la muerte para que el deseo no sea mimético. No se trata de unir con cualquier lazo por decreto a todos los argentinos sino separarse la idolatría para la cual el perjurio y el sacrilegio son lo mismo que el sacrificio que se separa de ella mediante el trabajo y la creación, tarea ardua del oficio de heredero. El lazo no se crea mediante un contrato perverso o un anhelo monitoreado por el espectáculo sino en la trama del entre dos entre la ley, el deseo y el sujeto. ¿Qué es lo contrario del espectáculo? El discurso que surge cuando hay un sujeto de enunciación. No tiene nada que ver con la kultur. Se lo oye en boca de la gente pobre que no se dejó comprar y ha renunciado a lo que Orwell llamaba decencia ordinaria. Se trata de dejar de lado la cómoda división de la grieta para saber de qué división se trata.
Parece que hay un esbozo de deseo de romper con el hechizo tras el desmadre de la neolengua de estado y ante la demencia de su Matriarca.
Ante ese jardín de infantes siniestros y espectrales hay que unir las manos para rezar por un mundo que no tendremos ni poseeremos. Se trata de no ser de ellos, me dice Proust.
Se trata de diferenciar el alfaberto de una lengua arcaica y nueva entre la guerra de amor con Dios- de donde nace el nombre de Israel y la civilización de la ley en perpetua división- y la guerra de amor por un dios nihilista que quiere imponer la ley como un fetiche hecho de una vez y para siempre y que propicia siempre el retorno de los faraones. 
El Génesis es el primer disuasor que reaparece siempre retrospectivamente cada vez que  el género humano ha mostrado su faz más siniestra.




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