jueves, 30 de julio de 2015

La joven hegeliana y el Angel. Por Luis Thonis.



El- Todos creen que todos quieren lo mismo que todos por eso un ángel resulta una entidad molesta. Y con los hegelianos ni te cuento.

Ella- Mi pensamiento se basa en Hegel, considero que es muy actual.

El- Me parece una locura que una mujer joven que es casi una adolescente piense todo a través de Hegel y la ideología alemana que le sigue. La de Hegel es una teología del signo. Ha sido totalmente refutado y conduce a lo peor. No subas a esa pirámide donde el soma coincide con el sema, es el cuerpo como tumba en función de la lengua de lo Absoluto. Te vas a extraviar antes de caerte o convertirte en fetiche. La Homonimia es la pasión de Hegel: en su Estética la concilación de los contrarios, la resolución de las pasiones son identificadas a la "verdadera belleza" En la ciencia los descubrimientos recientes de la electricidad y el magnetismo son reducidos a un "mismo polo" como señala Hyppolite. La Aufheben- suprimir y conservar- se convierte en la ley del mundo invertido, die verkerhte Welt en vínculo con los gnósticos del primer cristianismo: "Aquel que quiera salvar su vida la perderá", dice Cristo y Hegel hace la peor lectura de esta frase. La toma como capital de una negatividad donde una muerte vive una vida humana y cree escuchar el canto de las Sirenas de la historia donde en función de la Homonimia, los homónimos incluyen los antónimos. Es el dicurso del mito que al estallar revela que las Sirenas son ninfas monstruosas. Y vuelve a recomenzar por la vía del negacionismo sin que no se escuche su silencio como hizo Kafka.

Ella-  Muy bien. ¿Y vos quién te creés que sos?

El- Un ángel guardián que sobrevivió a la peste de los siglos. Pero no se trata de mí sino del pensamiento de la historia y de la historia del pensamieto. Te estoy dando solamente una información. Lee la Causalidad diabólica de León Poliakov. Muestra la criminalidad que implica el pensamiento dialéctico, la dialéctica de la negatividad de Hegel y sus relaciones con el antisemitismo. También podés leer de Genghis Kan a Lenin para no repetir el estanilismo a través del trotskismo.

Ella- No me digas. ¿Qué tiene que ver el antisemitismo?

El- En sus escritos sobre religión Hegel considera al judaísmo la religión del odio y al cristianismo la religión del amor. Para Hegel el judaísmo es incapaz de cristianismo, de decir, de amor. La miseria de los judíos se debe a su “oposición a lo divino”. El judaísmo es el “costado negativo de lo sublime” en la Estética donde critica a la poesía hebrea. Lo considera el enemigo de lo sagrado. Este punto es capital porque confunde lo sagrado- fusional- con lo divino de los primeros días del Génesis y tiene implicaciones poco examinadas para el lenguaje, la poesía y la historia. La causalidad diabólica permite atribuir a una sola causa cualquier fracaso social o histórico: casi siempre son los judíos. El populismo a partir de cierto momento optó por Clarín pero ha retomado el antisemitismo que es el condimento de toda dictadura.

Ella-¿Qué, sos sionista?

El-El sionismo es un fenómeno del siglo veinte y es otra discusión, la más ardua de entender actualmente, a la que no podemos entrar sin pasar por el siglo XIX. Pero no quiero dar lecciones, sólo te pido que leas algunos libros.

Ella-¿Por qué es una locura que piense a través de Hegel?

El- Te lo estoy diciendo. Partamos de un punto: a veces hay que ceder la razón. Con Hegel en cambio tenés que tener y ser la Razón y eso lleva de cabeza al nihilismo. En todo esto hay algo personal de mi parte: no puedo soportar luego de todo lo que vi y viví que una chica de apenas más de veinte años sea hegeliana. Lo vivo como un crimen que puedo evitar. Es un vano sacrificio luego de los que cometió la astucia de la razón

Ella-Nada me seduce tanto como alguien inteligente, lástima que seas tan reaccionario. Vos me estás seduciendo.Pero yo estoy en contra del capitalismo y el patriarcaco.

Ella- Aqui el ángel sos vos. No podés decir eso y tener ideas democráticas, incluso libertarias. Nunca existió una democracia sin capitalismo aunque mucho capitalismos no son democráticos. No se conoce un régimen no capitalista que haya sido democrático, salvo que adhieras al feudalismo, que el mismo Marx rechazaba. Acordate que estuvo a favor del colonialismo inglés en la India porque decía que la introducción del capitalismo rompería el sistema de castas. En la Argentina apenas existe el capitalismo: es un capitalismo llamado prebendario con muchas zonas feudales. Y el patriarcado está hoy en plena disolución. Vos venís de buena familia y entonces tenés la transmisión de un rasgo paterno. No sabés lo que para una mujer significa esa ausencia. Andá a las villas y ves a las mujeres, casi niñas, violadas por padres adoptivos, a nenas de cuatro años violadas por los propios abuelos. Sin padre no puede estructurarse el orden simbólico y diferenciarse el blanco del negro.

Ella- Tengo que pensar en todo eso. No me gusta que me bajen línea. Soy de izquierda y parece que vos querés que me vuelva reaccionaria.
El- No. Podés luchar por cosas puntuales: los derechos sindicales, el aborto, no por abstracciones, no podés estar en contra del capitalismo y andar con tu último celular. Y querer a los que te rodean, cultivar tu vida interior, escapar a la autodestrucción.
Ella- Parece que vos sos perfecto.
El- No. Lo soy porque no cometo actos humanos. Sólo paso mensajes. De hecho estoy trabajando, me contrató alguien que quiere que cuide de vos. Me parece que está enamorado.
Ella- ¿Así? ¿Y por qué no viene él mismo a encararme? No me gustan los cobardes.
El- Quiso hablarte pero lo sacaste a patadas.
Ella- En eso tenés razón. Tengo un carácter fuerte. Aunque secretamente soy todavía una niña caprichosa.
El-Tu encanto reside en eso. Pero no te podés quedar ahí siempre.
Ella- Ya lo sé. ¿Y que querés que haga? Busco el amor, pero encuentro muchos boludos. ¿Quién es el tipo que te contrató?
El- No puedo traicionar a mi cliente. No lo investigué, me doy cuenta a la primera mirada, no creo que sea jodido. Supongo que ya va a aparecer y quiso que antes te abalandara un poco en cuanto a las ideas. La verdad que hice esto para entretenerme un poco, tengo tareas más arduas que hacer.
Ella- Ja ja, sos una especie de ángel celestino. ¿Hiciste muchos trabajos de éstos?
El- Muchísimos. Tengo más de cuatro mil años. Dejé de hacer este tipo de trabajos porque algunas historias de amor me pusieron muy triste. No te das una idea de las locuras que hacen los seres humanos, especialmente en el amor. No se dan cuenta de lo más evidente y se abrazan a lo mismo de lo que huyen.
Ella- Qué asunto simple y complicado éste del amor. ¿Cómo lo ves vos?
El- Mi perspectiva es bíblica, chocolate por la noticia. Tiene que ver con el don  y el sacrificio. Fijate en Abel: Dios acepta sus sacrificios porque lo hace entregándose a él totalmente. En cambio, Caín se reserva algo, no ha salido del orden materno y entonces Dios se lo rechaza. Mata a su hermano y trata de hacerlo cómplice a Dios. El amo  existe cuando uno se entrega totalmente, cosa que ocurre cada vez menos, porque el género humano es caínico. Vos todavía no, por eso estoy aquí, el desafío sería que avances en tu vida sin pasarte a la estirpe caínica.

Ella- Me estás queriendo dirigir la vida.

El- Sólo te estoy dando datos. Soy un ángel y nadie puede acusarme de garchie o de querer levantarte. Pero te aviso que nuestra relación es la más subversiva que existe precisamente por eso. Es inocente, pero muy peligrosa porque acontece en los límites del lenguaje  y esto es intolerable para la sociedad. Te van a decir que estoy loco o cualquier verdura para que no hables más conmigo. Por ser ángel a menudo soy considerado un demonio.

Ella- Jaja, no es necesario, bastante loco estás  Y no sos precisamente un angelito. ¿Por qué querés cuidarme?


El- Porque sos la vida y la guerra está en vos. Y no tenés resentimiento, punto capital. Cuando veo eso mi tarea es acudir antes que sea demasiado tarde y vengan a esterilizar lo que está despertando. No estoy bromeando. Te protego sólo con un ala para que te sientas libre en un contexto de espectros.

Ella- Qué poeta. ¿Qué me decís de la Fenomenología del Espíritu?

El- Esa épica del espíritu considera a la palabra como asesinato de la cosa, de un lado están las palabras, de otro las cosas. Hasta ahí lo arbitrario del signo. La palabra le interesa como concepto de la cosa y el concepto como concepto del entendimiento reside en el interior de las cosas. Confunde el referente y las cosas. Y la lengua absoluta sería el poder absoluto. Marx hizo algunas críticas a esto en los Manuscritos donde habla de “ilusiones de la especulación” pero su lenguaje también responde a la teología del signo en la Cuestión Judía.

Ella- Pero la dialéctica como motor de la historia sigue funcionado. Lo que decís me suena reaccionario.

El- Sigue funcionando en las “ilusiones especulativas”. Desde ellas me estás juzgando. Pero no en el funcionamiento del lenguaje y menos en el arte. Pensá en la música, a Bach, a Ravel, a Webern leídos desde la Estética. Bach transformó la música volviendo hacia atrás, hacia la escala pentatónica que todo el mundo daba por muerta y luego hubo un encuentro entre él y Alban Berg. La dialéctica no puede dar cuenta de las escrituras musicales que desde la monodia pasan a la polifonía contrapuntística y llevan al docedafonismo que se transmite no a pesar sino gracias a sus imperfecciones. Lo mismo con los tres libros de Principia Mathematica de Bertrand Russell y Alfred Whitehead que intentan resolver las paradojas clásicas a través de los tipos lógicos y luego la cosa se complica. Aquí la dialéctica en estos casos no tiene pito que tocar. Y mejor que no entremos en el universo cuántico. A diferencia de Humboldt donde el lenguaje nunca se transforma en lengua, Hegel no pega una. En todo caso soy prereaccionario y postrevolucionario: soy un cruzado del siglo X y un católico del futuro. Pero hoy por hoy combato del lado judío porque la teología del signo hegeliano se ha estructurado en función de una segunda Shoá.

Ella- Supongamos que se deje de lado la dialéctica ¿No hay que pelear más? Hay que limitarse a estudiar estos autores que decís y punto.

El- No, todo lo contrario. Hay que salirse de los núcleos constitutivos de la neolengua y Hegel es uno de ellos. Pensá en el asunto de la religión del odio y la del amor. Traducido a nuestra llanura es: el populismo es la religión del amor, todo lo demás es religión del odio. La neolengua puede ser fascista, estalinista o macartista según le convenga al poder. Hay que desplazarla hacia una cabeza de playa si querés atacar al sistema en serio y construir metacódigos como hizo Turing con el cual se desactivó al nazismo. A la literatura que cuenta no hay que llamarla porque siempre estuvo antes. Incluso que el psicoanálisis: fijate un capo como Freud sin poder captar a Dostoievsky. La literatura que cuenta siempre estuvo antes. Eso produce mucha angustia pero hay una vía en la angustia que no lleva a la depre sino a la creación..

Ella- A veces me parecés rechiflado y otra que decís cosas ciertas.

El-No insistas conmigo, sólo escuchá lo que digo. Lee a Poliakov y si querés a Karl Popper que muestra los disparates matemáticos que dice. Hay una historia, hay escrituras. A vos te seduce la inteligencia, bien. Seducí todo lo que quieras pero sin representar la Razón o “una muerte que vive una vida humana”. El pensamiento de Hegel lleva directamente al sacrificio sin saber de qué se trata porque el Absoluto es un mito. La mujer no tiene que ser sacrificada sino significada como dice Dante.

Ella- Otro reaccionario más.

El- La lengua de Dante está poblada de nombres del padre que hoy se quieren abolir para construir una neolengua. Hay que retomar los orígenes desde la perspectiva de lo que Lebnitz llama el continuo. La dialéctica recusa el infinito de los matemáticos. Sé una chica transfinita. Hegel considera a la palabra el asesinato de la cosa y que la palabra perro muerde. No sale del signo, en tanto que vos sin saberlo o sabiéndolo a medias sos ritmo.
Ella- A mi me interesa más la poesía que la filosofía. Pero como hinchás con Dante, ¿qué diablos son los nombres del padre? Estoy contra el patriarcado y la runfla de sus defensores fascistas.
El- No podés atacar algo que no existe en bloque y es una abstracción. En las villas donde no hay padres y ni las madres pueden reemplazarlos hay casos de una virulencia tremenda. Los nombres del padre son potenciales en la lengua. Por más que gires de un ismo a otro no vas a encontrarlos. Ya te lo dije ayer: cuando te duermas olvidate de pseudo vanguardismos y pensá en los nombres del padre cuando te cobijes y a la mañana vas a escribir uno de tus mejores poemas.

Ella- Me estás cantando el arrorró ¿Así querés que me vuelva mujer?

El- No hay nada de malo en eso. Solamente serás mujer cuando seas significada como dice Dante y no sacrificada a la Nada. Te estoy dando armas para que te defiendas en la selva oscura que es un negativo de lo que hay del otro lado del espejo. Hemos llegado al extremo en que el arrorró se ha vuelto otra arma de guerra. No puedo cantártelo porque mi función es de ángel guardián. Podría contarte un cuento pero ahora tengo que irme.

Ella- (En silencio y para sí misma) No sé si este tipo quiere que vuelva a rezar el padre nuestro, me case o me pase a la derecha. Es raro pero divertido. Ah, ahora entiendo: un ángel es un nombre del padre. Algo de cierto hay porque en mis poemas hay ángeles y los potencian. Voy a tener en cuenta lo que dice porque soy tolerante con los que piensan distinto. Qué dirán mis compañeros cuando les diga que el arrorró es revolucionario.


sábado, 25 de julio de 2015

Nada nos hiere en vano. Por Luis Thonis.



Comedia de dos actos.
Personajes: La actriz y el escritor
Acto I

Cuadro I (Están en un café céntrico de la ciudad a las nueve de la noche. Ella se muestra débil y él distante e irónico)
El- Mi vida puede resumirse en una metáfora elemental: voy al supermercado a comprar el vino. Veo otras cosas, me llevo casi todo pero el vino me lo olvido.
Ella- Coincido con una diferencia: yo voy a comprarme un whisky y me pasa lo mismo. Pero vuelvo. Y otra: vos de paso seducís a la chinita.(Risa)
El- Leí un artículo sobre las razones por las cuales  conviene casarse con una china. No me interesó. Creo que una paraguaya es mucho mejor pero no está en mis planes. ¿Cómo te fue en el viaje?
Ella- Muy bien. Pero la vuelta a Buenos Aires me sorprendió mucho más. Volver a escuchar las bocinas, los movimientos de la gente en las calles y los cafés, la atmósfera urbana contaminante, las luces, todo eso de lo que huí pareció recibirme como si fuera una alfombra mágica. Por primera vez en mi vida disfruté el olor a nafta.
El – Qué frase, Julia. El teatro no te abandona nunca.No la pasaste tan bien entonces…
Ella- La pasé muy bien. Hacía tiempo que no veía a mi madre o a mis tías. En parte fui a reencontrarme con mi infancia. Pasa luego de una gran decepción. Me sentí una monjita por un mes. Lo necesitaba. Y pensé mucho en vos.(Su voz es trémula, con un aire de tristeza)
El- (Irónico) Segundos adentro. Después de una gran decepción vengo yo. Vos fuiste la mujer ideal para mí. La que nunca pude siquiera tocar. Y por un largo tiempo no quisiste verme ni dirigirme la palabra.
Ella- Te dejé tomar mi mano y parecía que tenías miedo a quemarte. Me mirabas como si fuera un cuadro, era ofensivo por momentos. (Pausa) Estuve un año con ese pendejo y todavía no sé por qué. Vos lo captaste de entrada pero yo no podía escucharte porque me rompías la ilusión.
El- Apenas lo sugerí. Hay algo que no te dije: me escribió para tirarme la lengua si tenía algo con vos. Estilo obseno, baboso, de poco hombre. Ese tipo no te amaba, sólo quería joder. Cuando vi que estabas con él ya era tarde.Decírtelo era caer muy bajo y no ibas a creerme. Te vi muy ilusionada, él parecía simpático y todos los festejaban.Me dije que tal vez yo exageraba y tal vez había llegado el Príncipe Azul. Lo que si me dolió es que te negaras a hablar conmigo una sola palabra después de años de diálogo sin interrupción de un día para otro.Te di por perdida para siempre.
Ella- Me prohibió que hablara con vos porque dijo que querías levantarme. Nunca entendió lo nuestro, no le daba el cerebro. Hay algo que admiro en vos: hablaste siempre de mí como si me conocieras desde siempre pero nunca te metiste en mi vida. Eso es increíble. (Pausa, silencio) Me hubiera gustado que te pusieras celoso cuando te contaba de mi mundo milanochesco.
El- Soy perezoso para pintarme todo de negro como Otelo. (Risas de ambos) Pero aquí los celos no vienen a cuento: yo siempre fui tu admirador y no me propuse nada más. 
Ella-: Vi la clase de trepador que era y no me dio repugnancia, más, lo favorecí como pude. Un día no quiso mirar mi cuerpo desnudo. Tengo cuarenta años y no me parece nada feo. Ahí me di cuenta que estaba en romance con otra.(Pausa prolongada). Así fue. Es una zorra sin ningún talento.Se enamoró perdidamente y ella cuando obtuvo lo que quería usándome a mí después lo dejó por un productor. Vino a buscarme de nuevo y ahí si sentí repugancia...más por mí misma que por él.
El- (Con tono de parodia). Si la pasaste bien no hay por qué quejarse. Ni acudir a mí como una forma de expiación.
Ella- (Con amargura) No, la expiación fui a hacerla en el campo. Con vos quería hablar. Escucharme a través tuyo.
El- (Sorprendido) No tengo nada que reprocharte o decirte. Para mi todo sigue igual: siempre fui tu admirador y para mí nada cambió.
Ella- Para mi sí. Si yo fui la mujer a la que dijiste cosas que nunca escuché en mi vida me pregunto por qué no te respondí. ¿Era sólo literatura?
El- ¿Te parece poco? No era retórica. Las palabras venían de mi cuerpo o de muy lejos y eran exclusivamente para vos. No era algo que me propusiera. Me sucedían. No siempre es pasivo un admirador.
Ella- Lo estuve pensando en el campo día y noche y llegué a esta conclusión: eras demasiado diferente a todos y a todo y mirá que recorrí mundo, demasiado inteligente, y no me excitaba con alguien que me trataba tan bien. (Pausa, los dos están sorprendidos por estas palabras) 
El-: (Hablando para sí)Parece que mi lucha contra el todo me favoreció en algo...
Ella- Nuestros diálogos más profundos me hacían reír mucho, me dejaban satisfecha pero también me hacían sentir tonta. Yo tendría que haberte ido a buscar a vos.
-El- (Turbado, pero con aplomo).No veo cuál es el drama. Se elige algo y se desecha lo demás. No simulé ser admirador para conquistarte, te admiro de veras como actriz.
Ella- ¿Y la mujer? Soy una mujer que trabaja de actriz pero una mujer al fin. ¿A quién le hablabas, a mí o a la actriz?
El- No pocas veces me pregunté si eras cada uno de los papeles que representaste. Pero fui interesándome en la mujer aunque no pude encontrarla. Traté de separarte de cada uno de esos papeles para encontrarte por una vez “sola” como dice un poema. No lo conseguí. Siempre tenías que irte, estabas con otros y no me refiero a marido o amantes. Me fue imposible sacarte de escena, del camarín, de los admiradores, de la prensa. Eso no era falso, eso eras vos, no veía cómo entrar en tu mundo ni me lo propuse.
Ella- Cuando me hablabas me sorprendías. Eras el único que me entendia. Y me hacías reír sin proponértelo.Aunque a veces pensaba que me tomabas en broma o como objeto de estudio.
El-.Cada vez que hablaba o te veía se me ocurrían historias.Te pensaba como materia de ficción y vos a mí como una suerte de personaje de teatro. Eran algo muy creativos esos diálogos. Estudio, broma, ficción, lo importante es que la verdad estaba en juego y a veces era una risa compartida. Yo hubiera querido que siguiésemos así pero vos de pronto me despediste como si fuera un critico teatral con una especie de "gracias por los servicios prestados". Cuando estábamos más cerca ni bien te dabas cuenta que habías dado un paso afuera, huías. Creo que la incertibumbre de nuestros diálogos te abrumó y de pronto pasate al acto transformándote en un puro objeto como si eso pudiera resolverlo todo.
Ella- Un puro objeto...Puede ser. Comencé a obsesionarme con el tema de la vejez y de la belleza y decía pavadas todo el día. Veía florecer a mujeres de más de cincuenta años y me sentía vieja.
El- Pasado un tiempo la belleza comienza a ser formada por el alma o formateada por el espectáculo. Por eso mujeres muy bellas van adquiriendo rasgos de brujas cachavachas. Parece que también te fuistes del teatro, por las malas actuaciones que tuviste.
Ella- Sí, en las últimas fui un desastre. En las despedidas uno se revela tal cual es ¿Por qué me iba, por qué te vas?, me decía mientras preparaba las valijas. Tendría que haber ido a tu depto, tocar el timbre y listo. Lo pensé muchas veces. Estaba muy mal cuando comencé la historia. Pensé en vos pero eras alguien muy difícil que multiplicaba los problemas y no me dejaba pasar una. El me halagaba todo el tiempo y estaba de rodillas. La historia que tuve fue porque quería seguir representado hasta el fin un personaje que me era cómodo. Y me di cuenta que eso es imposible. Ahora lo veo y no puedo entender por qué esa relación pudo atraparme tanto sin dejarme nada. 
El- Es imposible que no te haya dejado nada.
Ella- Creía que un ser que no tiene historia ni pasado era la misma frescura. Nada que ver. Era envidioso de los demás, celoso de cualquier pavada y con vos ni te cuento. Practicaba una especie de canibalismo. Como si se quisiera devorar las vidas ajenas. Todo el mundo lo consideraba encantador pero era violento y tenía ataques de histeria.
-El: Sé que los tipos insignificantes que se la creen pueden ser muy embromados para las mujeres con talento. Pero no soy el indicado para juzgar a otros en temas amorosos.
Ella- Vos siempre dijiste lo que pensabas sin vueltas y desafiando a quien sea sin la menor vacilación. Estabas tan seguro que a veces dabas miedo…también yo te admiraba y me alejaba sentirme inferior. ¿Pueden amarse dos personas que se admiran?
El- No sé. Supongo que el amor es algo más que una justicia de narcisos que hacen aspavientos.
Ella- Ustedes son el día y la noche. Los que no tienen pasado a veces tienen un futuro calculado en bruto. (Tono sarcástico) Se dio cuenta que como actor era un cero a la izquierda y apareció como autor de teatro primero y ahora la va de poeta. No tiene talento, todos se dan cuenta, ja ja, en la poesía no se puede simular como en todo lo demás, me daba vergüenza ajena y ahora la siento como propia. Es un oportunista y no entiendo por qué ni qué amé. Quiero saber por qué.
El- ¿Querés que te diga qué es? Tengo una sola hipótesis: nada excita tanto como poder convertir al otro en algo semejante a uno, como si uno pudiera crearlo de nuevo. Uno se siente con un inmenso poder. Cuando más imposible es mayor el capricho. Si el otro se somete y no sos perverso esto pronto te aburre. Si  procura hacer lo mismo y mimetizarse con uno pronto se da cuenta que no puede estar a tu altura, comienzan las agresiones y todo se va al diablo. Somos la materia prima unos de otros.
Ella- (tono recitativo): Prefiero: “Soy el tejido del que están hechos tus sueños”
El- A veces se puede tejer y suceden cosas milagrosas pero si salen frankesteins uno después se da cuenta que tratando de favorecer lo mejor del otro con la mejor intención ha alimentado lo peor. A mi me fue bastante bien en mis relaciones.Pero cuando las cosas salen mal hay que asumirlo.(Se da un puñetazo en la otra palma)
Ella- Y te lo refriegan en la cara. (El vuelve a pegarse una trompada en la palma) Parecen estar de vuelta de todo y ni siquiera fueron de ida: son necios. (El pega más fuerte, tratando de que se cambie de tema).
El- ¿Y no te parece cómico? Me extraña que una gran actriz no se de cuenta.
Ella- No me parece nada cómico Se creen los amos del mundo con un poco de poder, son bestias que creen que se las saben todas. Sufri demasiado y para nada.
El- Nada nos hiere en vano. ¿Quién te dijo que la comedia excluye el sufrimiento? ¿Qué hay de malo en sufrir por nada? Han muerto millones de personas por cosas que no existen y hay pocos rastros de esas heridas. Vos siempre me preguntás como si lo supiera todo y apenas entiendo a este puto género humano. Vos y yo no tenemos derecho a la tragedia, salvo que sobreactuemos.
Ella-  Me fui al campo porque quise poner todo mi dolor en la obra que representaba y por primera vez, gente que me quiere y admira, me dijo que mis actuaciones fueron patéticas, chillonas, horribles. (Su rostro muestra una ráfaga de desamparo). Y lo peor es que creí que poniendo lo más profundo de mí había hecho la mejores actuaciones de mi vida.
El- Las tripas y el teatro no van juntos. Si cada actriz viviera las emociones de los personajes que representa acabaría destrozada. Ahora tengo que irme. Cuando estoy con vos el tiempo no pasa.
Ella- Conmigo el tiempo no pasa: es lo más hermoso que oí en mucho tiempo. Cuántas frases de esas me dijiste y me hice la sorda.
El- Para vos soy alguien que dice lindas frases. ¿Qué es un instrumento sin que nadie lo toque?
Ella- No, esta vez no me voy. Por primera vez en mi vida estoy sola: el teatro y la poesía coinciden. Quiero que vengas a mi casa y pasar la noche con vos. (Le toma las manos) No me vengas con excusas, soy el tejido de que están hechos tus sueños. Y voy a ocuparme que se te cumplan por multiplicado.
El- Esto no lo esperaba (El le engancha las piernas) Hay algo que tengo que decite: tengo novia.
Ella- Qué tonto sos. No se le dice eso a una mujer cuando se va con ella a la cama. ¿Te pensás que no lo sabía? No creo que sea una novia, es una amante con la que debés coger bien.
El- Para las mujeres que conocí eso era un punto de partida.
Ella- Para mí es así, para otras es un punto de llegada como la ex amante de mi ex amante.
El- Lo que no entiendo es por qué algunas amigas en vez de buscar a alguien íntegro se buscan algo que no tiene entidad y después se la agarran con todos los hombres. Ellas mismas me lo dicen, dejan a uno y se buscan a otro mucho peor.
Ella- Creo que mi vida privada fue una continuación del teatro. ¿Y cómo es tu amiga?
El- Es una chica alegre y no me hace escenas ni busca conflictos. No es una relación estable, se va y viene del país. Trata de separarse de mí pero todavía no puede. Yo para mi desgracia me enamoro de las peleadoras. Me temo que eso va a suceder con vos. No lo hubiera dicho si fuera otra. A vos no puedo engañarte. Creo que me voy a meter en un gran lío. La cosa se pone interesante, comentan los espectadores.
Ella- Voy a competir con ella. Siempre te salís con la tuya:  estás fuera de escena como una sombra y terminás siendo la estrellita.
El- La estrellita a veces se estrella.
Ella- No seas tontito, no digas nada. Te veo venir deshojando una margarita para preguntarte si me amás a mi o a ella y alejándote ansioso para escribir un tratado. Te conozco mascarita. Yo te deseo y punto. Por mi podés tener mil amantes, novias, las que quieras porque va a ver un antes y un después de mi.
El- Qué confianza. Mirá que cuando entro en materia no hay nada que me detenga.
Ella- Iremos directamente a mi pieza. No sea que nos empachemos filosofando. Esto es un secuestro.
El- Mi admiración por vos siempre fue pura pero su reverso es pura pasión. Te aviso que sólo me conocés superficialmente y entrás en una zona peligrosa y de exclusión. (La va a apretando cada vez más)
Ella- Vos sos  más actor que yo.
El- (Le suelta las piernas) No puede haber nada más diferente en el mundo que una actriz y yo. Ahora estoy en un callejón sin salida, mi corazón alcanza un latido inédito y una puerta se abre. Cámara acción.
Ella- Eso es cine, no teatro. 
El- Ahora ya no estamos en el teatro de la expiación sino en el cine de la acción. En el teatro cae el telón, la poesía vuela hacia regiones apacibles. A propósito: ¿por qué estás tan linda esta noche como la primera vez que te vi? (Cambiando el tono y simulando hablar por el celular) Hola, ¿Hablo con el Departamento de defensa?
Ella- Siempre tontito. (Se besan)


Acto II


Es de día, a la mañana, están tomando café


Ella-Anoche fue maravilloso. Por mucho tiempo no me había entregado totalmente alguien. Nunca nadie me besó así. Comienza una nueva vida. Quiero compartirlo todo con vos. Un instante vale por mil

El-: Julia, tengo que decirle algo. Yo me sentí muy lejos tuyo.

Ella- ¿Cómo? Parecias loco por mí.

El-: Hice todo lo posible por llegar a vos pero no pude. También traté de entregarme pero chocaba contra algo.

Ella( riendo). Me imagino entonces que será cuando te entregás. Seguís siendo un tontito. Con el tiempo las cosas van a mejorar.

El- No, Julia, no se trata de coger. Lo que sucede es que no te amo y no puedo engañarte.

Julia- ¿En que mundo vivis? Hoy ya nadie da tantas vueltas con el amor. Sos un romántico que quiere que todo sea perfecto.

El-No es eso. Creo que hubo un malentendido entre nosotros. Yo era tu admirador, lo soy todavía, pero te amaba sin saberlo en ese entonces. Pero ese amor se destruyó poco a poco.

Ella-¿Tan grave fue eso?¿ Tanto daño te hice?

El- El amor murió cuando estaba naciendo. Te fuistes con otro en el momento en que estábamos más cerca. Vos me dijistes que tu historia anterior fue una calamidad. No hubo nada entre nosotros como para que me destrozaras el corazón pero sí el estómago.
Ella- Nunca imaginé eso.
El- Dejaste de hablarme luego de dos años donde cada uno se entregaba al otro más que en la misma cama. Me podrías haber dicho: mirá, yo hablo con vos de literatura, arte, filosofía, de lo que quieras, me encanta escucharte pero cuando encuentre una pija en el camino colorín colorado

Ella- Vamos a volver a eso. Ja ja, a vos te gusta  hablar mucho. Deformación profesional que le dicen.

El- No es eso tampoco. Acordate bien lo que te dije y repetí muchas veces sin que me escucharas. Teníamos de señas propias. No sucede muchas veces en la vida. Se da o no se da. Yo te lo explicaba en términos matemáticos que te aburrían

Ella- La verdad que no entendía ni jota. Eso me hacía sentir muy tonta. Pero es cierto que algo así nunca me sucedió. Llegaste a tocarme el alma. Eso me conmovió pero también me asustó y huí de vos.

.El- Las palabras me permitían llegar a vos, aun si no encontraba a la mujer y sí a todos sus personajes. Ahora encontré a la mujer pero resulta que no la amo y yo me voy convirtiendo en un personaje. No quiero ser otro de tus peleles. Tu relación anterior era la importante. Eran tal para cual: vos necesitabas alabanzas, reforzar tu narcisismo en esta etapa de tu vida y él a su vez sentirse existir al ser valorado por vos. El nuestro era asimétrico a más no poder y me tiraste a la banquina.

Ella- Dios mío, que lío estás haciendo. Ahora resulta que no te gusto aunque te cansaste de decirme que para vos era la mujer más divina del mundo.

El- Lo sigo pensando pero como admirador. No puedo tratarte como una mina con la cual voy a la cama.. No puedo inventar nada nuevo, fresco, como antes. Me hicieste sufrir y ya no es lo mismo. Acordate que te dije que mis relaciones terminaron siempre bien. Casi todo el mundo sigue adelante hasta estrellarse, bueno, yo las corto cuando veo una luz roja antes que se pudra todo.

Ella-O sea que pierdo al hombre que amo y me tengo que quedar con alguien que solamene me admira. ¿Vas a mandarme al convento, como Hamlet a Ofelia? La verdad que me parecés más pelotudo que mi anterior amante. Cualquiera se moriría por estar con una mujer como yo.

El- Acordate cómo ayer pataleabas.El tipo había captado nuestra mutua admiración. Había algo baboso, se metió, te prohibió hablar conmigo y nos destruyó. Y vos como bien dijiste fuiste su cómplice.

Ella- Ahora vienen las acusaciones.

El- No te acuso. Te digo como son las cosas. No hay mucho más que decir.Yo sufrí mil veces más que vos la destrucción del mundo que habíamos inventado y que ya no se puede reconstruir por más que lo intente. Más, creo que cuando viniste del campo ensayaste un nuevo papel conmigo.

Ella- Siempre pensé que eras un hombre muy complicado. La gente se conforma y aferra a lo que puede. Me dije: lo que vale cuesta mucho y cuesta mucho lo que vale. Vos sos muy exigente, tan coherente... La primera vez que amo a un hombre me toca alguien que es imposible para una mujer. Lo único que te interesa son argumentos para tus historias.

El- Si es así esta historia la sufrí mucho. Prefiero seguir siendo tu admirador. Fracasé en encontrar a la mujer. Tal vez si nuestro diálogo hubiera seguido habría sido otra historia. Pero algo te asustó y te mandaste un pasaje al acto. Lo que se dice dejarse caer como un salto al vacío.

Ella- O sea que soy una gran actriz y un cero como mujer. Es para festejarlo. Chin chin.

El- Julia, mirá, es tiempo que nos aceptemos.Tu verdadero deseo es el arte. Para vos todo termina sobre la escena. Ya viste que cuando quisiste ser sincera fallaste por completo. Y yo soy escritor: aunque no tenga intención todo termina en literatura. Es más fuerte que nosotros. Lo único que podemos hacer es actuar de lo mismo que somos. A mi me basta saber que en todas mis historias nunca jodí a nadie. Por eso quisiera que esta historia termine bien.

Ella- Yo voy a seguir amándote. Lo peor de todo es que me gusta como besás. Tendré que quedarme con una sola noche de amor. Alucinante.

- Te doy todos los besos que quieras. ¿Qué tal si te escribo una obra de teatro en torno a nuestro drama cómico? Vos podrías ayudarme mucho. El pretexto sería un homenaje a Julia Lambert que se llama como vos.

Ella- De acuerdo, ella es de mis favoritas. Comenzá a hacer borradores. Quién sabe si no inventemos un nuevo código, indestructible y más sabio para que esta vez nada nos hiera en vano.Lo único que te pido es que esta vez no me hables ni de la Biblia ni me vengas con fórmulas extrañas. ¿Y cuál sería la historia?

El- La historia podría ser la de un hombre y una mujer que simplemente hablan como nosotros y de a poco se van copando uno con otro. Ella tiene miedo y se va con otro. Y él por sentirse defraudado y ella por traicionarse a si mismo sufren pasiones que superan a la de todas las historias románticas. Y nunca tuvieron sexo ni se tocaron. Una historia que nunca se escribió propia de los tiempos de las redes sociales. Sería una demostracion de los poderes que tiene el lenguaje si se explotan a fondo.

Ella- Suena muy poético. ¿Y para qué serviría eso?

El- Mostrarìa que el sexo no es un trascendental y en el amor se trata de una partitura que hay que seguir hasta el final y que la escriben entre dos. Si alguien se escapa y hace un contrato donde una de las cláusulas es excluir al otro no sería distinto a que vendiera su alma. Las consecuencias no se harían esperar.
Ella- A mi siempre me calentó mucho tu inteligencia. Lástima que todo se vuelva en contra mío.

El- ¿Vos te sentiste anoche amada por mí?
Ella- Como nunca antes. Y aparte me reí mucho por las cosas que decías. No sé de dónde las sacás.
El- De nosotros. No soy un experto en el sexo. Se da así porque escribimos sin saberlo una partitura que ni siquiera conocíamos. Tal vez el código compinche no esté del todo destruido: puede ser intervenido, alterado, deformado, olvidado pero sus huellas insisten. Por eso personas separadas por muchos años vuelven a hablar como si lo hicieran por primera vez.

Ella- Entonces me engañaste.
 

El- No exactamente. Te estaba diciendo que nada nos hiere en vano y de pronto sonó algo de las notas de esa música. Esta vez comenzaremos por el teatro así evitamos otro pasaje al acto.


miércoles, 22 de julio de 2015

Mark me. Por Luis Thonis.



"Economía, Horacio, economía. Los manjares cocidos para el banquete del duelo sirvieron de fiambres en la mesa nupcial Quisiera haberme hallado en el cielo con mi más entrañable enemigo antes de haber presenciado semejante día, Horacio!"

Palabras, palabras, palabras…. Hay que tener en cuenta que el que dice esto es Hamlet que reduce las palabras a la nada en la escena con Polonio. Words, words, words, será la respuesta que dará Hamlet al entrometido consejero Polonio cuando le pregunta qué está leyendo. Son palabras, estúpido, podría haberle dicho. Lee palabras, le dice y con esta respuesta lo desconcierta y va creando trampas semánticas haciendo un montaje letal para atrapar al Rey sin tener en cuenta a quién se lleva puesto. Pero las palabras que lee son falsas simetrías y espejismos de una captura letal con la la madre que ocupa en el escrito el lugar de una fornicadora insaciable. La madre_ Hamlet, has ofendido a tu padre. Hamlet: has ofendido a mi padre. No hablan de lo mismo, las palabras están discoladas entre un fraticidio entre dos padres y una madre que no se transmite porque es siempre la misma, habida cuenta que el fracaso ante la mujer iguala a todos. Hamlet y ella están en dos planos separados que se tocan momentáneamente (Hamlet lo aprovecha casi para embestirla, se diría que quiere montarla) separados por el espejo de un asesinato al que se suma otra figura disimétrica: otro padre incestuoso que está a la espera. Hamlet de entrada pacede un exceso de saber del otro vía el espectro: un mandamiento que lo lleva a la acción que no puede sino actuar ya que desde el vamos ha sido actuado por el asesinato de cuya venganza depende como el lactante de su madre. 
Todos los disparates que se han dicho sobre Shakespere y que pueden concentrarse en Harold Bloom se borran ante el olvido-memoria de la primera voz del espectro.
Mark me. Escribeme. Oyeme. Hamlet lo oye no desde el montaje paranoico de los profetas bíblicos sino como un poeta moderno- Borges lo llama “el dandy epigramático”- que escribe sus tablas para darse una memoria y para olvidar tratando de asegurarse algo reprimido para no ser sorprendido por su retorno en un agujero de infierno donde el padre no cesa de arder y donde la madre vomita en medio de la orgía y ante la cual es una mancha de tinta errante donde las palabras pasan pero el escrito y esa huella a matar quedan. 
La molestia que sentimos entre decir y escribir, entre el espesor de nuestra voz y las palabras que lo doblan es vivido por Hamlet de modo sacrificial, exponencial en esa "economía"del pasaje abrupto de los manjares del duelo a los fiambres de la boda que desencadena su locura y hay la sospecha que estamos en medio de una escena espectral concebida por otro que posee un saber muerto sobre la muerte, sobre lo real de la sexuación ante el cual retroceden los parásitos de eros.
Mark me: ¿Ustedes quieren enloquecerme? Bien: seré más loco que vosotros. ¿Ustedes quieren que compre su farsa de fantoches? De acuerdo: van a sufrir mi teatro, simularé más que ustedes y los precipitaré hacia la masacre final demostrado que no hay puentes entre una escritura y otra sino un silencio que lo irá pudriendo todo definitivamente. No traten de calificarme, yo lo hago por ustedes: soy un personaje nuevo, una mancha de tinta errante que los salpicará por siempre,  mi vida no vale la de un alfiler, soy el primer nihilista de la historia que hace del suicidio una escritura mientras hay rumores de orgía en la habitación más cercana, no ha quedado otra alternativa para asombrar a una madre. Así hago hablar a Hamlet como si fuera otro espectro que  establece su dispositivo de combate, su isabelina máquina de matar que oscila entre el asesinato y el juego. El asesinato de Polonius no deja de ser un juego- A rat!- y la mascre final comienza con un juego. La única realidad en medio de personajes que vive como de ficción es la madre, su programa de escritura quiere asombrar a la lengua y la madre, capturado en la disyunción entre ser o no ser el falo, nunca abdica de ser el “hijo maravilloso que puede de este modo asombrar a una madre” que trata de gozarlo todo. Ella también juega en cierto modo: “Oh, Hamlet, has escindido mi corazón en dos” sin creer nada de lo que dice y mantenerse más firme en su lugar. Nada llega a tocar a Gertrudis. No es cierto que invierta su tiempo en vengar al padre, todo el vigor de su lengua busca a la madre y ella es la primera que lo sabe-“you darest wag you tonge against me”, mata a éste, enloquece a otra, simula locamente la locura para apurar la masacre final como un homenaje invertido a la lengua y a la madre: que no haya más que silencio.
Hamlet abre la escena del sujeto moderno: tiene a diferencia de Edipo que matar al padre pero éste ya está muerto y le pide que lo venge en el usurpador que está en el lecho con la madre. El fraticidio entre dos padres fallidos ante la mujer deriva en las fraternidades criminales donde en su nombre los hermanos no se cansan de matarse entre sí en nombre de un padre que se volvió un fetiche fantoche. El “dandy epigramático” según Borges está en un atolladero sin salida como la misma Ofelia, impotentes ante la podredumbre de Elsinor. 
Apenas pueden jugar, inventar una historia de amor, son intervenidos por dobles del mismo espectro: Mark me. Y es con las palabras con las que empuja al suicidio a Ofelia. De entrada la arroja a un doble bind. Hamlet: Yo antes te amaba, Ofelia.  Ofelia: Es verdad, señor, así me lo hicisteis creer. Hamlet: Pues no deberías haberme creído. , porque la virtud no puede injertarse en nuestro tronco sin que nos quede algún mal resabio. Yo no te amaba! Ella es hermosa y la hermosura no puede coexistir con la honestidad, le dice, y le aconseja a término de cada frase a irse a vivir a un convento. La convierte en “madre de pecadores” aun si es una doncella. Coloniza con su escritura el goce femenino. Ella se desespera y concluye que está loco sin advertir que la ha enloquecido. Ese ataque se extiende a todas la mujeres : “También he oído hablar mucho de vuestros afeites. La Naturaleza os dio una cara y vosotras os fabricais otra distinta. Andas dando saltitos, os contoreáis, habláis ceceando, y motejais a todo ser viviente, haciendo pasar vuestra liviandad por candidez”   
Hamlet está excedido de un saber muerto y lo femenino que no tiene incripción es una amenzada por su liviandad y frivolidad. 
Su empresa necesita excluir a todas las mujeres para decidarse solamente a la madre. La ve caminando por la cuerda floja y se limita a empujarla. (Cuando uno ve a una Ofelia andar con ese paso trata de darle el sostén simbólico para que pueda rehacerse y ni bien asoma la cabeza aparece una mano buenista que se aprovecha de su naciente erotización para arrojarla al precipicio de un solo toque…) Pocas veces alguien dijo un discurso con tanta saña que reduce a una mujer a la nada,  capta la conexión de la mujer con la nada y a eso la reduce. Si ud quiere suicidar una mujer- algo más sofisticado que asesinarla- Hamlet le ofrece una estrategia que no falla. 
El discurso misógino de Hamlet tiene como objetivo a Gertudris, su madre, pero lo proyecta sobre ella. Las palabras son algo mucho más importantes que los cuerpos, obran como cifras entre dos cuerpos. Hamlet no está loco pero se finge loco en el límite de la locura. Todos los personajes van produciendo la locura de la doncella Ofelia, el personaje más expuesto: cada uno quiere usarla para sus fines. 
Todo el cinismo y el nihilismo de Elsinor van violando a la doncella que no tiene sólo su amor por Hamlet para defenderse. La locura produce en ella una desinhibición sexual como si quisiera con la  palabras   reencontrar a eros ante el asalto de la muerte mediante canciones: : «¡Ya despierta el galán, ya se viste! / Abre la puerta y la invita. / Ella, inocente, claudica, / y deja atrás su virtud», que la muestran engañada y abandonada por el príncipe Hamlet. Avanza incluso hacia lo obseno, nombrando el miembro viril: «oh, truhanes, cómo su espolón manejan / los mancebos cuando acechan!». 
Sus  palabras son voces de naufragio. 
Se ahoga con sus canciones que no pueden atenuar la violencia que sufre que la deja sin reparo alguno. Sus voces son - esta vez sí- palabras, palabras, palabras, el viento se las lleva, demasiado ingenuas incluso cuando pretenden romper todas las reglas. ¿Existen todavía las Ofelias? Supe de ellas en las villas. En las clases medias existen eternas doncellas entre Ofelia y una Gertrudis siempre triunfante para las cuales las palabras no cuentan y sucumben por eso a su aturdimiento donde en el mercado de los soportes narcisistas todo da lo mismo y del convento al espectáculo hay un solo paso. El antes te amaba. No debiste creerme, ahora ya no de Hamlet sigue resonando en "la emoción de la boludez". Las preciosas ridículas son hoy la versión light de Ofelia: viven como cuentos de hadas historias de terror. Hamlet ya pasó, las ofelias son actuales. No pueden leer sino palabras, palabras, palabras pensando que no hay otra dimensión del lenguaje y el sujeto.  La emoción de la boludez se ha convertido en sacerdocio.
Son un sostén fundamental del poder desde la miseria sexual socializada que las va cubriendo y fracaso tras fracaso con el mismo doble de doble se convierten en militantes feministas.
El personaje de Shakespeare nada puede ante  el peso de las maldiciones de Hamlet además del uso que hace su padre de ella para obtener favores de los reyes antes de ser asesinado.  Se ahoga como una flor en las aguas: «The rest is silence» según Hamlet cuya despedida se posterga en la cultura.


Esto lo escribí en principio luego de ver una obra donde se presentaba un Hamlet posmo, edulcorado, light, lo que se quiera pero que omitía la cadena de crímenes y parecía una obra para chicos. Habia autoridades universitarias que me retaron porque “estaban a otro nivel”. Comencé a escribir a ver de qué se trataba con el objeto de devolver a Hamlet lo que es de Hamlet -por Shakespeare- y casi me salió un libro. El dandy de Elsinore no había leído a Maquiavelo, no conocía a Freud, pero demostraba que al transformar la muerte del padre en suicidio es algo todavía impensado por los muertos vivientes. No es ya nuestro contemporáneo: el nihilismo se ha convertido con sus nuevas máquinas de matar en sentido común.
El nuevo tipo de príncipe sabe ante todo que no se trata de ser o no ser sino ser no ser de ellos: "nunca tendrán mi alma" dijo Joyce que retoma el desafío sobre lo indecidible de la función paterna.
¿Cómo salir de la línea que va desde el dandy epigramático isabelino de Borges al militante político que nace en el siglo XIX que a menudo "conspira a favor" de lo que dice criticar? Con una transformación radical del sujeto que pasa por el continuo que va desde Leibnitz a Cantor y produce en acto al infinito como en esta reflexión de Maurice Dantec: "Existe un momento, un punto crucial del continuum, por el cual el erotismo se consume hacia una verdad más alta todavía, la del puro soplo del Espíritu. Ese momento rarísimo nos abre de la manera más directa hacia abismos situados más allá de la conciencia, ahí donde comienza el metaviviente, transvalua de manera definitiva nuestras concepciones de la Carne y el Verbo, del Cosmos y del Logos, de las putas y los ángeles.
Ese momento, sagrado entre todos, es aquél donde el Amor mismo se transustancia en una soberanía más alta donde uno sino es el Creador, es al menos el Mensajero."



La vida surge en la violencia como un bólido arrojado al mundo. La raíz de violencia es bios y la vida no existe sin violencia. Hay muchos discursos que hablan y giran en torno del cuerpo. No pueden salir de una violencia narcisista. El cuerpo es impensable sin el nombre, es carne pero también memoria, huellas. La mayor ilusión del género humano es querer conjugar el nombre y el cuerpo de modo que el primero desaparezca. Interesa lo que sucede entre dos cuerpos: ahí la violencia tiene sacudidas, impasses, en una historia donde el choque de los fantasmas es crucial. Aunque se aspire a ella la violencia pura no existe. Interesa cuando se articula con el erotismo: la violencia erotizada se alimenta en el crimen. El ejemplo más evidente son los nazis ante los judíos que tenía como objeto restituir la no violencia, la pureza de la raza y se mezcla con un erotismo de tipo anal convertido en proyecto planetario. También hay una violencia complementaria y compasiva que dice amar a los judíos pero sólo en calidad de gaseados. Se trata más del nombre judío que del cuerpo. Por eso la reducción a cuerpo. La violencia aparece en lo cotidiano en los actos de habla: la misma persona que ayer saludaba amablemente al otro día pasa a caluminar sin explicación. Suena a “traición”. No hay que tomarse por Job, que sacrificaba a su Dios siguiendo las reglas y de pronto éste lo dejó sin nada. Job es siempre un punto de partida, no de llegada, como si se tratara de un poema que recomienza.


Pasa también en amor. Ella dice: “Tengo que decírtelo. Yo te amaba a vos. Eras el único que me captaba, entendía, incluso descubría en mí cosas que nunca había pensado.”.Es precisamente por eso que se esfuma como la misma persona que ayer saludaba porque el amor inevitablemente confronta a la mujer con la Otra mujer- la Primera- y supone una pérdida narcisista inmensa. Separar a la mujer de la mujer es también violencia que en este caso tiene que ver con el amor para que ella no sea otra Ofelia. Cuando el otro se niega a cambiar de piel pero más todavía cuando el Otro quiere ser tu piel hay que cambiar de piel- Cambiando de muerte la pérdida se integra y se cambia de vida en la vida sorteando la violencia implícita y el odio que supone ser englutido como una mosca en la miel. 
Los odiosos no pueden cambiar de piel: están en ella aun si se ahogan como el pez en el agua, la erotizaron un día y la alimentan parasitariamente. Si uno se vuelve odioso será uno más de ellos y necesitará de “matar para vivir” aunque se trate de pequeños y míseros asesinatos simbólicos como lo muestran el espectáculo y la fiesta. En todo momento, los sujetos están dispuestos a deformar la verdad si esto les da un poco de “forma”, a romper o traicionar los lazos de amistad si esto supone un plus de narcisismo y esto alcanza su más alta tensión en el fóbico como vengador fallido de lo irrepresentable. No puede concebir una trama para atrapar al Rey porque éste ha desplazado su lugar y en el enroque encuentra a la mujer.que no es sino el reflejo del deseo de otro para reducirla a cuerpo. Al romper los límites a respetar, se transforma él mismo en ese límite, lo que no significa una hostilidad a la ley sino la angustia de lo que carece de ley. De ahí viene su obsesión de las fronteras, hay que trazarlas para asegurarse el fruto prohibido en no desde una la lógica libertaria de prohibido prohibir- pocas veces sostenida éticamente- sino de más prohibición a mayor ruptura del interdicto hasta llegar a la prohibición de la misma vida en una curiosa “liberación.