jueves, 7 de marzo de 2013

Carta de un amigo venezolano. Por Omar Requena Medina

Yo soy venezolano. El próximo 11 de abril, cumpliré dos años en Chile, fecha que igualmente es significativa para el chavismo en Venezuela. Lo escribo así, ya que he podido comprobar que no sólo hay un chavismo autóctono sino que también existe un chavismo boliviano -nada que ver con la cancioncita de Los Enanitos Verdes-, un chavismo uruguayo, chileno, cubano, argentino, y quién sabe cuántos más. En fin. Es lo de siempre. La extraña nostalgia de un futuro, que no viene; el anhelo del caudillo que llega en su caballo blanco, gallardo, indestructible (hasta que la muerte diga lo contrario) y líder infalible y carismático que viene por fin a poner orden en las cosas. Por las buenas o por las malas. El remedio termina siendo peor que la enfermedad, se los puedo asegurar. Ha muerto un personaje que, a mi juicio, pasa a la Historia como uno de los más grandes fraudes del siglo. Hugo Chávez desaparece físicamente, y detrás del lloriqueo y la mojiganga queda una nación arruinada, envilecida, trastornada. La República Bolivariana de Venezuela es campeona hoy por hoy en desabastecimiento, delincuencia, corrupción y desorganización. Es un país arruinado, lleno de tránsfugas y oprtunistas políticos capaces de cfrir a la madre en aceite, si con ello se benefician y logran mayores dividendos. El país del sicariato, del secuestro express, de los narco generales, de los tristemente célebres "Pranes", delincuentes que se hacen capos de una cárcel y desde ella controlan el tráfico de drogas y de armas; un aproximado de 9 millones de armas ilegales en manos de psicópatas que te matan por un blackberry o por un par de zapatos. Venezuela es el refugio de Paramilitares colombianos, de la Guerrilla colombiana (una fuerza "beligerante", no criminal, ojo) que usa fincas como aliviaderos cuando el Ejército colombiano los acorrala; entran a Venezuela y aplican la máxima aquélla del Time is Money (menos mal que eran de inspiración marxista): van y extorsionan a ganaderos y pequeños empresarios a cambio de "protección". ¿Protección de qué? De ellos mismos será, ya que si no pagas, no gastan una bala compasiva en tu miserable existencia de pendejo extorsionado, no; te cortan en dos con una sierra eléctrica, cosa que sale más fácil, más papaya y encierra un mayor dramatismo, al mejor estilo caribeño. Ni siquiera se toman la molestia de que estés muerto para convertirte en puzzle. Gente de ésa calaña es la que ha protegido el gobierno del ahora difunto comandante que la Señora Muerte, en esos locos caprichos que no pocas veces se le ocurren, empieza a convertir en mito, en leyenda, en ejemplo para América Latina y el mundo. Artífice de un proyecto nacionalista que apela al resentimiento, al odio, e incluso a un racismo no tan disimulado. Muy nacionalista, claro, pero terminamos siendo títeres de una dictadura en bancarrota; cuándo se ha visto semejante estupidez. Yo quisiera ver a todos esos ahora hacen panegíricos y se cubren de ceniza por Chávez, oyendo a un médico cubano riéndose a sus espaldas porque eres un bruto, que pretenda incluso enseñarte a escribir en tu propio idioma, ¡en tu propio idioma... Cosa ma grande, caballero! Que venga una pareja de sicarios pretendiendo despacharte rapidito al otro mundo en plena calle (me pasó a mi), sólo porque te confundieron con alguien más. Que le expliquen a la jueza María de Lourdes Afiuni, que el día en que la violaron en la cárcel no era por opositora al gobierno de Chávez, no la maltraban sino que estaba formando parte de ése proyecto nacionalista y revolucionario, que los fachos y locos infantiloides de derecha no quieren ver en su justa dimensión, porque están tapando el sol de Bolívar con un dedo. Basta de tanta demagogia. Si escribir esto me convierte automáticamente en un conspirador, pues vale. Acepto el elogio de quien venga. Eso sí, tiene que prometerme que pasará por lo menos 6 meses en Venezuela; en los Valles del Tuy (mi región de origen) y luego hablamos en serio.
 ttp://www.librospeligrosos2.blogspot.com.ar/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Dejá tu opinión aquí