jueves, 14 de marzo de 2013

El nombre judío y el nacional populismo. Por Luis Thonis



Porque la tentación existe: en Gen 1.28, Dios le dice al hombre, junto con al orden de fructificar y multiplicarse, que le ha dado los vegetales y los animales para alimentarse de ells y gobernarlos. Pero esta palabra (u redu: gobernarás) contiene una anfibiología más que elocuente: su raíz se vincula con la que da lugar a otro término, laredet,, que significa descender. De modo que como el caso de moed y muad- memoria y recreación, el estrecho parentesco linguístico no informa de  la proximidad indisociable de sus dos posibilidades y el riesgo del deslizamiento entre ambas. Gobernar es, sóo circunstancialmente, "estar arriba", una superioridad coyuntural que no debe confundirse con una natural. Por el contrario, ocupar una posición de mando implica  un monto de responsabilidad extremo, como el caso de los reyes que deben, cada día, volver a estudiar la ley y recordar sus limitaciones. Si así no se hace, el que está momentáneamente arriba caerá más abajo que aquéllos a los que debería guiar y gobernar. 
Diana Sperling, Filosofía de Cámara, 2008.


Criticar a Israel, directa o arteramene pero no decir nada de los hitlero islamitas se ha convertido en el único modo de aparecer como bienpensante. 
Hace tiempo que una mayoría de lacanianos que sustituyó a Freud por Carl Schmitt hace las veces del rostro analítico del nacional populismo. De tanto teologizar a Freud ya no se escuchan hablar. 
La propia autora reconoce que Irán es un estado que niega la Shoá y no se pregunta si quienes ignoran con esmerados seminarios que seis millones de judíos fueron gaseados difícilmente van a entregar a sus funcionarios que son venerados como héroes, lo mismo que su brazo militar, los carniceros de Hezbollah, partícipe clave en el hecho. El siniestro pacto de impunidad con Irán es el punto final de la política de encubrimiento iniciada por el menemismo, como para celebrarla en un asado en la ESMA convertida en una churrasquería Festilindo y con el propio Menem, actual senador K, como invitado de lujo: esta sí que la hicimos juntos.
La banalidad del bien en clave de circense es la impronta de la ética K. Nada importa demasiado, sólo la aparición de sus esperpentos, sonriendo, triunfantes no se sabe de qué, para el Espectáculo. Cristina evitó la foto con el gángster iraní Ahmanideyad, si es que llegara a dar en las encuestas se cansará de posar con él como lo hiciera con el malogrado troglodita Hugo Chávez
El artículo de Perla Sneh, “Judío, nombre argentino”,  pasa por alto algunas cuestiones que son decisivas. Todo ya está enunciado en el título, que debió ser “El atentado a la AMIA, un atentado a la Argentina” o algo semejante porque fue un acto de guerra de un estado contra otro y no tiene importancia el credo de sus víctimas. 
Puesto el título, hecha la trampa.  No escribo esto respecto a esta reflexión en particular sino a un modo progresista de pensar el nombre judío, diferente pero acrítica de la banalidad del bien que practica el nacional populismo.
Es cierto que el atentado fue contra una institución judía pero en términos de derecho internacional fue un acto de guerra contra la Argentina, luego el nombre judío, las víctimas, argentinas o no, deben pasar a segundo plano en vez de establecerse jerarquías entre ellas como se ha hecho desde el nazismo hasta Miguel Pichetto. La causa no fue ajena a  que en septiembre de 1992, meses después del ataque a a embajada de Israel asesinaran a cuatro líderes kurdos enun restaurante de Berlin.  Los kurdos son una minoría en Irak- protegida hasta hoy por la intervención norteamericana- y en Turquía donde desde el giro de Erdogan hacia el islamismo fueron asesinados unos cien mil. Nadie dice nada. Lo mismo de la masacre del régimen de los Assad en Siria cuyo número de víctimas sobrepasa toda la historia del conflicto palestino-israelí. Nadie quiere enterarse de todo esto, como de las sucesivas masacres de coptos en Alejandría por parte de los hitlero islamitas en Somalía o Tailandia. Se toma un conflicto menor´el palestino israelí- como el mayor, único y excluyente del mundo, el resto no existe y el nombre judío ocupa el centro de la escena y los Badiou y los neonegacionistas se ocupan de argumentar que Israel no es un nombre judío sino "nazi".
Más allá de las precisiones destacables de la autora sobre la tradición judía, es dar pasto para que los D´ Elia aliados la emprendan contra Israel, al cual hay que sustituir por el contexto global y el lugar que ocupan los actores en torno de una Jihad planetaria. Hezbollah acaba de hacer un atentado en Bulgaria contra turistas judíos y Pilar Rahola critica la pasividad de la Unión Europa que se niega a reconocer a esta organización que responde a su amo iraní como terrorista y el silencio mundial al respecto: no seria lo mismo si fundamentalistas judíos hubieran atentado contra  árabes o palestinos de vacaciones. 
En su blog se lee: "Apenas la semana previa al ataque en Bulgaria, un miembro de esa agrupación chiíta fue apresado en Chipre mientras estudiaba el terreno para llevar a cabo un ataque contra israelíes en una zona playera. El junio previo, fueron arrestados en Kenya dos iraníes cuando intentaban ingresar explosivos clandestinamente al país y estaban aparentemente estudiando los movimientos de israelíes y norteamericanos allí. El anterior febrero, en Tailandia, Georgia y la India, diplomáticos israelíes fueron atacados por agentes iraníes. Turquía y Azerbaiján también fueron zonas de operaciones en las que agentes del Hezbollah planearon atacar a israelíes. En la misma Bulgaria, en enero del 2012, un atentado similar al de julio fue frustrado, en fechas a grandes rasgos coincidentes con el cuarto aniversario del asesinato en Damasco de Imad Mughniyeh, jefe de operaciones terroristas de Hezbollah, por el que su liderazgo culpó a Israel"


Jean Claude Milner se  refiere a esa pasión taciturna que es la letanñia del Lazo donde el miedo de quedar fuera estrangula al sujeto que repite su devoción ahora exclusiva a una representación excluyente: "el nombre de esta pasión es la canallada que no es el castigo del renunciamiento a desear, sino este renunciamiento mismo. Por ella el sujeto ve, pero no mira, oye pero no escucha, encuentra y reconoce, pero nada quiere saber de ello".
Hay una marcada voluntad de ignorar. La limpieza étnica, la guerra contra "judíos y cruzados" se extiende a lo largo y lo ancho del mundo musulmán y apunta a todas las religiónes ajenas al integrismo del fuego que se lee en el poema de Leónidas Lamborghini De Suad. En Tailandia han sido asesinado miles de budistas y en Bangladés el poeta Kaiser Hag, un sobreviviente del genocidio que hizo Pakistán en los setenta con los bengalíes- se pregunta: ¿cuántos Budas pueden destruir?, luego del ataque de los jihadistas a más de quince ciudades.

Los bienpensantes que tildan a Israel de "derecha" no dicen palabra de esta "izquierda" que responde a una Jihad planetaria que practica el urbicidio y la guerra contra los civiles- no existe nada más de ultraderecha en el mundo- que apunta a imponer estados integristas basados en la Sharia como en Mali.
José Pablo Feimann dice que la derecha está representada en América Latina por los medios de comunicación, cuando sea como en Cuba la Seguridad del Estado la voz del pueblo, voy de la Nomenklatura será la famosa "liberación" pese a que hay más de senta mil ahogados que trataron de huir de esos paraísos terrestres que parecen una copia del infierno. 
Segundo: la Argentina es cómplice del mayor genocidio del siglo XXI hasta hoy, me refiero a la solidaridad que por orden de Chávez expresó Cristina Kirchner con  Al Baschir- cuatrocientas mil víctimas en Sudán- cuando Moreno Ocampo  en marzo de 2009 pidió su detención en nombre del Tribunal Penal Internacional por la limpieza étnica que se llevó a cabo en la provincia de Darfur, Sudán con tres millones de deportados que fueron a morir al desierto, a la que se suman todo tipo de violaciones a las etnias con el objeto que tengan descendencia musulmana. 
Al Baschir está en las mejores migas con Ismael Haniyed, líder del Hamas palestino, alojó a Bin Laden y su dictadura integrista- defendida por Chomsky y Edward Said en Actos de Agresión con argumentos delirantes- pidió su detención por orden de Chávez, el mismo que ha ordenado el pacto antes de morir porque Irán pisa fuerte en Venezuela. Quiero suponer que Cristina Kirchner que no sabe ni quién fue el verdadero Ho Chi Min no debe hasta hoy tener idea de quién era Al Bashir aunque se nota cada vez más su atracción por los dictadores como el "compañero Kadafi". Bastó la orden de Chávez que aconsejaba leer a Chomsky. Cuando los K ganaron las elecciones escribí que Chomsky, uno de los máximos negacionistas del siglo pasado y actual, había llegado a La Casa Rosada, entonces escribí en Libros peligrosos ante la indiferencia generalizada. “Tal vez, supongo, porque este sea un problema de la Argentina blanca, como afirmó Luis D´Elia respecto a la protesta que hicieron colectiveros por el corte del dedo de un asaltante a un compañero, aunque en las etnias masacradas no abundan rubios de ojos celestes”
Esto significa que las víctimas es lo que menos le interesa a un gobierno que permite el robo de sus tierras y la caza de aborígenes en Formosa que violan las leyes constitucionales que los protegen. 
Tercero: el reclamo de Kirchner de la entrega de los funcionarios iraníes implicados en 2007 donde hacía una descripción del terrorismo global bastante acertadase fue a la tumba con él y como hizo de la mentira la política excluyente del Estado ya no sabremos cuánto de verdad había en sus palabras. La oposición que hoy se rasga las vestiduras en su momento no lo apoyó, en parte por el oportunismo de rutina y en parte porque hay ignorancia voluntaria de que el mundo está en una guerra no convencional pero que existe en distintos grados de intensidad. 
Israel está en la mira de más de cuarenta dictaduras árabes, la Argentina está implicada y sus zombi intelectuales optan por el peor partido de la mano de impresentables títeres K. Sneh se refiere a la diferencia establecida por un "senador nacional" entre “argentinos de religión judía” y “argentinos argentinos” no fue un acto discriminatorio, fue por el “calor del debate”. La autora dice bien que la palabra religión no existe en el judaísmo pero da el nombre del senador- cabe hacerlo en un tema tan delicado- y a su vez lo justifica. Ese senador es Miguel Angel Pichetto, el jefe del bloque kircherista que ayer justificaba cualquier estropicio del menemismo con el mismo “calor” del debate. 
Basta acalorarse para practicar el más rancio antijudaísmo, exegetas como Perla Sneh están ahí para explicarlo.  
Así va germinado un sujeto idiotizado por la ideología y la propaganda como objetivo excluyente del nacional populismo, va haciendo camino al negar.  
Hacer de los judíos otra clase de ciudadanos trae reminiscencias de lo que el nazismo hizo en la primera etapa. Para Pichetto como para todo el nacional populismo los judíos no son totalmente argentinos, no hubo críticas sino justificaciones como las de Ricardo Forster para el cual uno los atentados más probado de la historia del terrorismo hasta los detalles ínfimos le deja dudas. No usa la misma vara para los macristas, no se acaloran, son fríos, por poco los responsables del atentado. No es sólo el oficialismo. La bienpensante Beatriz Sarlo que con intelectuales oficialistas firmó un manifiesto considerando a Israel “estado genocida”, opositora oficial, elogia en Chávez los mismos aspectos que los contemporáneos progres de su época exaltaban en Mussolini. 
Perla Sneh no practica un autoritarismo a la Humpty Dumpty como Horacio Verbitsky- que escribió Robo para la Corona y ahora considera a Manzano un árbol que da buenos frutos- o a lo Ubú rey como el megalómano Juan Pablo Feimann- para el cual Rucci murió de un resfrio, Mor Roig y cientos de víctimas de los montoneros de catarros, y el Che de los poster, que en su vida tiró tres tiros murió “combatiendo heroicamente”, invocando en su diario al "llorado camarada Stalin"- que caracteriza a los nacional populistas sino una dimisión ante su letra. 
Insisto: en Irán a los autores del atentado se los considera como héroes, de modo que difícilmente vayan a juzgarlos en un país donde la justicia reposa en la Sharia. Pilar Rahola, que tiene un valor ausente en estos pagos, que apoyó el reclamo de Kirchner hoy repudia esta abdicación ante los ayatolas de la muerte como vergonzante. 
Hoy no hay continuidad con su reclamo como se quiere hacer creer sino todo lo contrario.
Se trata de un pacto de impunidad, propio de un país gobernado por una casta de delincuentes- Argentina- y un estado que promueve el terrorismo en el mundo, niega la Shoá y que con los métodos de Mein Kampf apunta a borrar a Israel del mapa aunque no tenga ningún conflicto, territorial y de ningún tipo con él. Irán ha crecido con  la Jihad planetaria a partir de la política pasiva de Obama. No hay ninguna “luz de esperanza”, la misma Sneh lo sospecha, no tiene la desfachatez de un Ricardo Forster pero no se atreve  a sacar conclusiones por miedo a ser incorrectamente política con el nacional populismo. 
Lo que hay es un cierre definitivo del paradigma aliado al eje jurásico latinoamericano heredado del castrotercermundismo, liderado por el chavismo: a partir del momento del pacto de impunidad la Argentina, un país aislado de las naciones donde prima el estado de derecho- palabra vacía en nuestra cultura- participa con el chavismo, Siria, el Hamas palestino y el Hezbollah libanés- autor- fundamental del atentado, cuyos integrantes se consideran iraníes- inicia el camino a la tiranía, ostensible en la tentativa de “democratización de la justicia” que supone dominar no sólo los medios sino tener a la Corte de Justicia como bien patrimonial, en las multimillonarias declaraciones juradas de los funcionarios. 
Los progres como Beatriz Sarlo son lentos, llegan a reconocer los tópicos- los genocidios de Mao, que Cuba es una dictadura criminal, que Israel no es genocida, que el kirchnerismo, elogiado al principio como heredero del legado de la alianza- con diez, veinte y treinta años de atraso, tal vez los lacanianos tengan cierta ventaja por su relación con el lenguaje pero del “instante de ver” del que habla Lacan ni noticia: el tiempo de comprender se proseguirá indefinidamente porque su a priori es un sujeto ya capturado en el goce de la servidumbre voluntaria.
Hay que decirlo con todas las letras: el pacto de impunidad con Irán es un punto final que ha sido posible en una cultura cultivada por décadas y al que no es ajena la izquierda bienpensante aliada al nacional populismo, marcada por el negacionismo de los gulags y que encuentra en el mito palestino su último argumento.No hay que olvidar que cuando Israel sufrió el ataque combinado de Hamas, Siria y Hezbollah, la FUBA, el PO y el inevitable Quebracho fueron a la embajada de Israel a protestar al grito de ¡todos somos Hezbollah! disfrazadas con kuffiyahs, superando a la derecha fantasmal que viven atacando con los nacional populistas. El Partido Obrero ha criticado la defensa del chavismo por parte de Atilio Borón. " El aparato de seguridad de Venezuela, precisamente, no ha esclarecido ni uno solo de los asesinatos de militantes clasistas ejecutados por sicarios de las patronales, y ha protagonizado represiones reiteradas contra los obreros de la ex Sidor. Venezuela tienen muchos Mariano Ferreyras; el panelista de 678 no abrió la boca hasta ahora contra la condena proferida en ese programa, por su conductor, Barone, contra Ana Guzzetti, la militante encarcelada y torturada por interpelar en una rueda de prensa a Perón.” El Partido Obrero describe bien la boliburguesía bolivariana, compra el mito de la causa palestina y  todavía no quiere enterarse de quién fue el verdadero Trotsky- autor de la masacre de Kronstad- , niega el estado de derecho y la propiedad privada y tiene un programa económico que ignora la globalización y que nos llevaría a pasos agigantados al paleolítico. Son obstáculos para ser un partido moderno como el PT de Lula y hay una izquierda populista que ya no tiene que ver con la política sino con el más bajo romanticismo de pacotilla, habla como si fuera la creadora de los derechos humanos en el mundo- que siempre despreció, salvo para usarlos en forma selectiva o reclamar justicia para sus víctimas- que desvincula del estado de derecho sin reconocer como Claude Lefort en su crítica a Marx en su lectura de las constituciones liberales- norteamericana y francesa- que no estar obligado a declarar contra sí mismo y otras garantías son logros que no pueden abandonarse a ninguna tiranía. 
Cuando hablé con algunos de ellos no tenían la menor noción de quienes eran los que atacaban, luego que la presión de Bush logró el retiro de las tropas sirias del Líbano. El ataque fue el modo que tuvo Hezbollah de recuperar el poder de las masas luego de la revolución del cedro, vituperada por Chávez. 
El antijudaísmo tiene la virtud de hacer Uno de la masa.
Cristina Kirchner ya ha dado un paso atacando directamente a Israel a lo Luis D´Elía:
Reconoció que en el atentado de 1992 a la embajada de Israel fue atacado en su territorio y sus ciudadanos pero sólo para acusar de indiferencia al estado hebreo como si la Argentina hubiera resuelto este atentado que cayó en el olvido. ”Nunca, desde 1983, un gobierno argentino se animó a calificar a los judíos de cómplices de sus verdugos. Cristina Kirchner sí lo hizo”, escribió Pepe Eliashev.
Colocar el nombre judío en el centro de la escena es contribuir a  blanquear lo que está siendo blanqueado y volver a asesinar a las víctimas. En el centro de la escena debe comparecer la cultura que legitimó como ex combatientes a los ladrones santacruceños, ,que no movieron un dedo por los derechos humanos y que tras representar al PJ menemista en los noventa de un día a otro emergieron con la furia de los conversos.  
La mejor forma de honrar a la memoria de las víctimas de la AMIA es desenmascar y juzgar la casta que nos gobierna y humilla con esta farsa, no ser cómplices de los encubrimientos obsenos de la canalla intelectual tenga la camiseta que tenga- son siempre cambiantes-, romper relaciones con Irán porque no se ha cansado de escupir sobre la Argentina y llevarlo a los tribunales internacionales como punto de partida.
Perla Sneh cita a Marina Tsvietáieva que dice que todo poeta es judío. Pero abundan los poetas que son tan fraudulentos como Pichetto. 
Casi todo es fraudulento en nuestra cultura que elude los temas acuciantes, cuando los trata practica la banalización en acto, de lo contrario no hubiésemos llegado a este grado de abyección y sacrificio sacrílego de las víctimas sin estar todavía bajo una dictadura pero donde la Plaza de Galtieri sigue resonando cada vez más fuerte en busca de una seguridad identitaria por encima de las instituciones. Unas líneas de Freud hubieran bastado para entender esto. 
El proyecto de hacer del sujeto un títere alienado a la letanía del Lazo y sus fetiches sigue vigente. Es el momento de decir no a la destrucción de lo poco que queda del estado de derecho porque después será tarde como sucedió en Venezuela donde el asesinato político es una "sensación de inseguridad" y el antijudaísmo crece mientras avanza el caos social y económico como en la Argentina.
Hay que romper relaciones con Irán,  como un mínimo respeto a las víctimas y llevarlo a los tribunales internacionales.

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