Por primera vez en
mi vida estoy de acuerdo con Atilio Borón en algo.
Me refiero a lo
que escribe a propósito del “otro” Mandela, no precisamente el que recuerdan
los demócratas del mundo como defensor según él de la “legalidad burguesa".
Le falta sólo un paso para repudiar a este Mandela que no puede asimilarse ya a un Castro o a un Chávez.
Le falta sólo un paso para repudiar a este Mandela que no puede asimilarse ya a un Castro o a un Chávez.
Escribe en un
texto ilustrado donde Mandela se abraza más fervorosamente que Costa Méndez con
Fidel Castro: “La muerte de Nelson Mandela ha precipitado una catarata de
interpretaciones sobre su vida y su obra, todas las cuales lo presentan como un
apóstol del pacifismo y una especie de Madre Teresa de Sudáfrica. Se trata de una imagen esencial y premeditadamente
equivocada, que soslaya que luego de la matanza de Sharpeville, en 1960, el
Congreso Nacional Africano (CNA) y su líder, precisamente Mandela, adoptan la vía
armada y el sabotaje a empresas y proyectos de importancia económica pero sin
atentar contra vidas humanas.”
Lo de no atentar contra vidas humanas es tan cierto
como que los montoneros no asesinaron a Mor Roig pero nos presenta un Mandela
que está lejos de ser un santo en tanto era aliado a los afrocomunismos cuyos
genocidios han sido borrados de la historia.
Sigue este mitómano: “La otra mitad del mérito le
corresponde a Fidel y la Revolución Cubana, que con su intervención en la
guerra civil de Angola selló la suerte de los racistas al derrotar a las tropas
de Zaire (hoy, República Democrática del Congo), del ejército sudafricano y de
dos ejércitos mercenarios angoleños organizados, armados y financiados por EEUU
a través de la CIA. Gracias a su heroica colaboración, en la cual una vez más
se demostró el noble internacionalismo de la Revolución Cubana, se logró
mantener la independencia de Angola, sentar las bases para la posterior
emancipación de Namibia y disparar el tiro de gracia en contra del “apartheid”
sudafricano”.
Estalinista, pro chavista, pro cubano y pro palestino, Borón, una cloaca viviente de lo que los zombi contestatarios quieren escuchar, considera a los afrocomunismos como democracias ante las cuales el régimen del apartheid sudafricano era mucho más tolerante: de hecho, Mandela, de estar en uno de esos regímenes "nobles" hubiera sido inmediatamente ejecutado.
Recuerdo a una amiga, esposa de un comunista- luego disidente- que me contó de primera mano cómo en Angola en un solo día ejecutaron seis mil personas en la plaza central de Luanda.
Es evidente que el rostro de paz de Mandela es apto para que cada uno deposite en él los ideales que quiera pero nada tiene que ver con el personaje histórico.
Al bienpensante le gusta sentirse superior moralmente siempre que la verdad no presente matices desagradables.
El fin del apartheid en Sudáfrica hubiera sido imposible sin la caída de Muro y del totalitarismo soviético y una nueva geopolítica mundial por parte de Ronald Regan con la colaboración de Margaret Thatcher: sé que es duro de digerir pero nunca los malos hicieron tanto por los buenos.
Mandela formó parte de organizaciones terroristas y su objetivo era el de imponer en Sudáfrica un régimen comunista como el que asesinó dos millones de personas en Etiopía o decenas de miles en Angola, apoyados por Fidel Castro que contribuyó con Mandela a la expansión del comunismo en el continente junto a sus aliados de la UNESCO y que sólo dejaron muerte y miseria. Un muro de silencio y de hipocrecía se levanta sobre ellos y hoy todavía sobreviven la dictadura angoleña y el Zimbabwe del psicópata criminal negro maoista Robert Mugabe, el ideal inconfesado de los Borón, los Galeanos y los materialistas garufas.
"Robert Mugabe, otro gran líder africano, fue más rígido y en la actualidad Zimbabwe (ex Rodhesia del Sur, vecina a Sudáfrica) está aislada y con fuertes problemas económicos" se limita a decir Página 12 sobre este consumado criminal.
Quien quiera saber lo que ocurrió en Africa en la época del avance masivo del imperio soviético sobre los continentes y no repetir a mentirosos sistemáticos como Hobsbawm puede leer El conocimiento inútil de Jean Francois Revel.
Estalinista, pro chavista, pro cubano y pro palestino, Borón, una cloaca viviente de lo que los zombi contestatarios quieren escuchar, considera a los afrocomunismos como democracias ante las cuales el régimen del apartheid sudafricano era mucho más tolerante: de hecho, Mandela, de estar en uno de esos regímenes "nobles" hubiera sido inmediatamente ejecutado.
Recuerdo a una amiga, esposa de un comunista- luego disidente- que me contó de primera mano cómo en Angola en un solo día ejecutaron seis mil personas en la plaza central de Luanda.
Es evidente que el rostro de paz de Mandela es apto para que cada uno deposite en él los ideales que quiera pero nada tiene que ver con el personaje histórico.
Al bienpensante le gusta sentirse superior moralmente siempre que la verdad no presente matices desagradables.
El fin del apartheid en Sudáfrica hubiera sido imposible sin la caída de Muro y del totalitarismo soviético y una nueva geopolítica mundial por parte de Ronald Regan con la colaboración de Margaret Thatcher: sé que es duro de digerir pero nunca los malos hicieron tanto por los buenos.
Mandela formó parte de organizaciones terroristas y su objetivo era el de imponer en Sudáfrica un régimen comunista como el que asesinó dos millones de personas en Etiopía o decenas de miles en Angola, apoyados por Fidel Castro que contribuyó con Mandela a la expansión del comunismo en el continente junto a sus aliados de la UNESCO y que sólo dejaron muerte y miseria. Un muro de silencio y de hipocrecía se levanta sobre ellos y hoy todavía sobreviven la dictadura angoleña y el Zimbabwe del psicópata criminal negro maoista Robert Mugabe, el ideal inconfesado de los Borón, los Galeanos y los materialistas garufas.
"Robert Mugabe, otro gran líder africano, fue más rígido y en la actualidad Zimbabwe (ex Rodhesia del Sur, vecina a Sudáfrica) está aislada y con fuertes problemas económicos" se limita a decir Página 12 sobre este consumado criminal.
Quien quiera saber lo que ocurrió en Africa en la época del avance masivo del imperio soviético sobre los continentes y no repetir a mentirosos sistemáticos como Hobsbawm puede leer El conocimiento inútil de Jean Francois Revel.
El apartheid fue
abolido por Frederik de Klerk que inició las reformas y derogó las leyes
segregacionistas, liberó a los presos políticos en 1994- Mandela entre ellos-,
legalizó el Congreso Nacional Africano y dio al país una constitución basada en
la separación de poderes y posibilitó las primeras elecciones democráticas en
1994 dando a luz el primer estado multiracial del continente..
De Klerk y Regan deberían ser reconocidos como los que terminaron con el régimen racista pero queda mal ofender la idea del mundo como un jardín de infantes rosa rojo que prevalece en la izquierda.
De Klerk y Regan deberían ser reconocidos como los que terminaron con el régimen racista pero queda mal ofender la idea del mundo como un jardín de infantes rosa rojo que prevalece en la izquierda.
Nelson Mandela colaboró con De Klerk, fue
electo presidente y ante un mundo que había cambiado optó por la democracia,
gobernó en forma moderada y dejó el poder a sus sucesores que no estuvieron a
su altura: éste es el Mandela que recuerdan emotivamente los demócratas del mundo, Borón
rinde homenaje al de un pasado que el mismo Mandela dejó de lado hasta borrarlo de su
vida e historia.
Una vez retirado
adoptó el discurso abstracto de la paz a diferencia de un Vaclav Havel que luchó por la libertad de Checoslovaquia mediante métodos pacíficos pero apoyó
decididamente las intervenciones norteamericanas en Afganistán e Irak, el
retiro de las tropas sirias del Líbano, la deposición de tiranos africanos como
Charles Taylor, los procesos democráticos en Georgia, Ucrania y Kirguistán,
países que necesitarían líderes como el último Mandela, abandonados por la política suicida y dhimmi de Obama y su pacto siniestro con Irán donde-
diría Churchill- nadie cedió tanto a cambio de nada.
La República de Sudáfrica, es la más exitosa del continente africano. Acapara el 24 % del PBI del continente por su adhesión al capitalismo globalizado pero tiene altos niveles de desigualdad, enfermos de sida y las mujeres están expuestas a todas las formas de robo y violación,
Las formas de segregación fueron sustituidas por otras, la etnia de Mandela es la que concentra el poder y hoy predominan formas de racismo antiblanco:miles de granjeros han sido asesinados pero el progresismo es hemipléjico hasta cuando se trata del color de piel.
Las formas de segregación fueron sustituidas por otras, la etnia de Mandela es la que concentra el poder y hoy predominan formas de racismo antiblanco:miles de granjeros han sido asesinados pero el progresismo es hemipléjico hasta cuando se trata del color de piel.
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